El Iberostar Tenerife-FC Barcelona de hoy en la Copa del Rey (18.00) tiene, para la mayoría, un claro color azulgrana. Los catalanes son los actuales campeones del torneo, del que son cabeza de serie gracias a su liderato de la Liga Endesa pero, si hay un rival que le viene mal a los de Svetislav Pesic es, precisamente, el aurinegro. Al menos en lo que a números se refiere.
Ningún otro conjunto puede presumir de haber ganado a todo un FC Barcelona en cinco de los últimos seis encuentros oficiales que han disputado. Ni siquiera el Real Madrid. Desde la temporada 2016/2017 el catalán es uno de los rivales favoritos de los insulares. En aquel curso se impusieron en los dos partidos de temporada regular (71-60 en la Isla y 65-73 en el Palau), repitiendo la hazaña la pasada campaña (91-93 en tierras barcelonesas y 86-81 en el Santiago Martín).
En la actual temporada, tras caer lejos de la Isla (77-73), el Iberostar Tenerife, hace solo dos semanas enseñó los dientes. El pasado 2 de febrero los jugadores de Txus Vidorreta dieron una exhibición defensiva dejando a los jugadores de todo un FC Barcelona en solo 57 tantos anotados. Fue en esa ocasión en la que los canaristas demostraron ser capaces de cerrar las vías de anotación de los de Pesic y, además, lograr neutralizarlos en su juego interior, lo que permitió que lograran un triunfo para el recuerdo ante un equipo que llegaba de vapulear al Olympiakos en Atenas.
Lo más llamativo es que, hasta esa temporada 2016/2017, el FC Barcelona había ganado en todas las ocasiones en las que se había enfrentado al CB Canarias. En 21 veces anteriores los catalanes se habían llevado el gato al agua desde que en el curso 1981/1982 se encontraran por primera vez en la máxima categoría del baloncesto español, con victoria azulgrana por 129-77.
Mal antecedente
La única vez que CB Canarias y FC Barcelona se encontraron en una Copa del Rey no trae buenos recuerdos a la afición aurinegra. Fue en Málaga, en la edición de 2014 y los catalanes, con un 102-60 lograron la que hasta el momento es la mayor diferencia de puntos en una fase final copera.
La marcha de Blagota Sekulic, que en ese momento era uno de los mejores jugadores de la liga, al Fenerbahce dejó en cuadro a los de Alejandro Martínez, que tampoco podían contar con Fotios Lampropoulos, lesionado, por lo que el entrenador tinerfeño tuvo que rotar en la pintura con Luke Sikma, Diego Fajardo y Juampi Gutiérrez, algo que acabó resultando decisivo.
De aquella ocasión solo Nico Richotti continúa en el equipo, además de varios miembros del cuerpo técnico. La de hoy es una historia nueva e ilusionante.
“Jugamos contra el Barça Lassa, que en esta década ha jugado siete finales. Este no es el torneo de Copa que conocimos en los noventa, que del 90 al 99 hubo ocho campeones diferentes. Pero nosotros vamos con la máxima ilusión, sin presión y muy motivados, sabiendo que contra el Barcelona solemos competir bien, aunque también puede pasar lo contrario, porque es un equipazo y es el vigente campeón”, reconoció ayer Txus Vidorreta, sabedor de que, en este tipo de compromisos, sus jugadores nunca fallan y compiten hasta el final.
No tener que perder parece uno de los puntos fuertes hoy del Iberostar Tenerife pero, más allá de eso, los aurinegros parecen tenerle tomada la medida a un equipo que cada vez que se ha visto las caras con ellos en los últimos años han acabado mostrándose impotentes e, incluso, desquiciados.
Hoy toca nuevo capítulo entre el FC Barcelona y su bestia negra: el Iberostar Tenerife.
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