medio ambiente

Las huellas incívicas en los parajes naturales de Tenerife

La Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello sigue denunciando los atropellos al medio ambiente, con pintadas y amontonamiento de piedras: "Esto se nos está yendo de madre y las guarderías del Cabildo son claramente insuficientes"
Apilamiento de piedras volcánicas en la Punta de Rasca, en Arona / DE LA ROSA

“Antes eran unos pocos , pero ahora la presión sobre el medio ambiente es brutal y las guarderías del Cabildo en los parajes naturales son claramente insuficientes, no dan abasto”, afirma Jaime Coello, director de la fundación que lleva el nombre de su abuelo y su padre, Telesforo Bravo-Juan Coello.

La fundación lleva tiempo denunciando el incívico comportamiento de nativos y turistas sobre el territorio protegido de las Islas, y en concreto esta semana, a través de redes sociales, se han revelado varios episodios en Tenerife. Desde personas que apilan piedras en Izaña para luego hacer una foto y amontonamientos en forma de corazón o de cruces gigantes en la Punta de Rasca (Arona) y hasta simples apilamientos con piedras pintadas con espray de colores para marcar caminos, al margen, por supuesto, de la señalética homologada.

La penúltima denuncia ocurrió en el Alto de Guamaso, en el Parque Nacional del Teide, en un suelo cubierto de ceniza volcánica donde las rocas cumplen un papel fundamental. “Pero no importa, a algunos eso les da igual. Todo vale con tal de dejar huella, para que se vea que estuvieron allí y sacarse la foto.Así adornan un poco el paisaje que no lo necesita”, se escribe en la página de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, bajo la etiqueta #pasasinhuella.

El reguero de atropellos ambientales no cesa, algunos de ellos protagonizados por guías ilegales de origen extranjero que ante su desconocimiento del territorio marcan los senderos con círculos de pintura, como se ha evidenciado en el Monumento Natural de la Montaña de Guaza,en el municipio de Arona,pero también ocurre en muchos espacios naturales protegidos y zonas naturales de las Islas, haciendo un daño inimaginable porque las rocas volcánicas son muy porosas y esa pintura es muy difícil de quitar.

Pintadas en el Monumento Natural Siete Lomas, en el barranco de Badajoz, en Güímar. / J.C.

También en Arona, pero esta vez en la Reserva Natural Especial del Malpaís de Rasca, prosigue el repaso casi diario de las aberraciones en nuestro medio natural. Se trata de una zona muy sensible desde un punto de vista ambiental donde las rocas cumplen una importantísima función para proteger al suelo de la erosión y desertización y como hábitat para muchas especies de animales y plantas. Allí   los desaprensivos dibujaron corazones e incluso cruces que inmortalizaron con varias fotos, para dejar su huella.

“A los demás no les interesa que les dejes un recuerdo”, afirma JaimeCoello, para quien “esto se está saliendo de madre: “Las administraciones tienen que involucrarse más, porque entre todos tenemos que concienciarnos de que vivimos en un territorio frágil. Si seguimos así pronto no tendremos nada que enseñar a nuestros hijos y a nuestros visitantes”. Por eso, desde la Fundación se trabaja en una campaña de “educación y divulgación”, en primer lugar y luego de “vigilancia y sanciones”.

Coello nos explicaba hace unos días su enésima sorpresa desagradable, en una visita con alumnos de Secundaria de Candelaria al Paisaje Protegido de Siete Lomas, en el barranco de Badajoz, en Güímar: “Es lamentable el estado que presenta este lugar de interés geológico. Cuando hicimos la interpretación nos costaba despegar la vista del siniestro trabajo de estas personas que han arruinado este paraje pintando o marcando las paredes y que impiden su disfrute pleno por todo aquel que por allí se acerque”.

TE PUEDE INTERESAR