El Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma ha decidido, pese a los planteamientos iniciales y a las inmediatas críticas de los grupos políticos en la oposición, establecer la gratuidad general, no solo para residentes sino para turistas, del ascensor urbano instalado entre los edificios de Correo y Usos Multiples de la capital palmera, conectando la plaza de la Constitución con La Luz y San Telmo.
La iniciativa, que durante el pasado mandato municipal proyectó el PP desde el gobierno local, en el marco de su pacto con el PSOE, y que pretendía aprovechar este elemento como un atractivo más de la ciudad y un recurso turístico por el que pagarían un precio simbólico los turistas, evitando así crear gastos adicionales para las arcas locales, pasará a tener una vez se ponga en funcionamiento, coste cero, relevación que hizo el alcalde, Sergio Matos, en el reciente pleno para la aprobación del Presupuesto 2019.
El argumento del alcalde socialista, que se retira de la política municipal tras dos legislaturas y que es candidato de los progresistas al Senado por la isla de La Palma, pasa por cuestiones como la única parada del ascensor, lo que entiende que le resta atractivo y por tanto condicionaría imponer el cobro, que llegó a calificar de “ridículo” en su exposición de las razonas ante el pleno. El ascensor urbano, en el que ayer se continuaba trabajando por parte de la empresa adjudicataria de los trabajos y cuyo proyecto global ha supuesto una inversión público de 470.000 euros, salva un desnivel de algo más de 33 metros y tiene capacidad para 16 personas. La oposición se ha mostrado crítica con esta decisión del alcalde. El portavoz de Ciudadanos en la capital y concejal del grupo Mixto en el consistorio, Juan Arturo San Gil, ha subrayado que “este ayuntamiento no puede seguir creando infraestructuras que no sean sostenibles económicamente y que muy al contrario, suponga un sobrecoste para el bolsillo de los ciudadanos y para las arcas públicas”.
De la misma opinión es el popular Juan José Cabrera, que desde hace meses pide consenso para establecer un modelo de gestión y un coste por la utilización de este nuevo recurso, del que existen ejemplos de autofinaciación para su mantenimiento en otras ciudades de España. El edil popular ha defendido “la parte alta de la ciudad no es tan solo un mirador privilegiado sobre el frente marítimo más vinculado al puerto, sino que además cuenta con una riqueza histórica y arquitectónica de gran valor, desde inmuebles de primer orden como la propia ermita de San Telmo y la Luz, con su retablo barroco o la representación de una nave procesional, el Galeón de San Telmo, hasta calles y rincónes con personalidad propia que merecen ser recorridos. Sin embargo, a pesar de todo lo que tiene por ofrecer, es una de las zonas más desconocidas de la capital”. Guelmes considera “necesario desde elaborar folletos con información detallada sobre las peculiaridades de este recorrido hasta mejorar la señalización, partiendo desde el propio puerto”.
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