Arne Murke y su hermano se encontraban navegando la semana pasada en aguas de Nueva Zelanda a bordo de un velero que debían transportar hasta Brasil. Sin embargo, las condiciones meteorológicas adversas hicieron que se rompiese la escota de la embarcación, golpeando, a su vez, al varón, que cayó al agua.
El afectado no llevaba puesto el chaleco salvavidas. “Solo iba con mi camiseta y mis vaqueros”, cuenta Murke al diario NZ Herald. Las olas de hasta tres metros impidieron que su hermano le lanzara un chaleco y este comenzó a alejarse cada vez más del velero.
“Por suerte”, asegura Murke, “conocía el truco de los vaqueros; sin ellos no estaría hoy aquí, me salvaron”. Según describe el hombre, se quitó los pantalones, los anudó por el bajo, los infló de aire y los sumergió para adquirir flotabilidad. Tuvo que repetir la técnica en varias ocasiones y cada vez que la prenda se desinflaba.
Murk sobrevivió gracias a la técnica explicada por la Navy Seals, ya que estuvo en mar abierto tres horas y media hasta que el operativo de rescate pudo localizarlo. Afortunadamente, un helicóptero se encargó de rescatarlo.