
Si la regla de gasto a la que están sometidas todas las Administraciones públicas españolas permitía el año pasado al Ayuntamiento de Arona gastar algo más de 87,94 millones de euros, este utilizó de esos recursos casi 86,55 millones, lo que supone un porcentaje real de ejecución presupuestaria del 98,4%, según refleja el informe de liquidación de las cuentas municipales de 2018, informó ayer el Consistorio, que subraya el “alto nivel” de ejecución tras reducir la carga fiscal a los vecinos, al rebajar la contribución y tras cumplir con el Plan Económico Financiero y con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que contiene la conocida como “regla de gasto”.
“Hemos saneado totalmente las cuentas del Ayuntamiento, incluso bajando los impuestos a los vecinos, quedando con un remanente de tesorería importante, que nos aporta un músculo fundamental para afrontar proyectos como el centro residencial de mayores de Arona, la piscina de Cabo Blanco, el centro cívico de Buzanada, el nuevo edificio administrativo municipal, aparcamientos, la acometida de la red de saneamiento o plazas y parques, entre otros”, explicó José Julián Mena, alcalde de Arona.