la laguna

El obispo consagra la iglesia ‘de la luz’ de Las Chumberas

Bernardo Álvarez preside la solemne ceremonia de dedicación al culto del premiado templo del Santísimo Redentor, obra del arquitecto tinerfeño Fernando Martín Menis

El obispo nivariense Bernardo Álvarez presidió, en la tarde de ayer, la ceremonia de dedicación al culto y consagración de la singular y premiada iglesia del Santísimo Redentor en el lagunero barrio de Las Chumberas, obra del arquitecto tinerfeño Fernando Martín Menis.

Los actos se iniciaron en el exterior del templo, donde se encontraban tanto la comunidad del barrio, el obispo, otros sacerdotes, autoridades, algunos benefactores de la obra y técnicos, según informaron desde el Obispado. Fernando Martín Menis arrancó reseñando los pormenores y etapas del proyecto, así como la idea de fondo que encierra el edificio. “La idea es una alegoría a la luz, al sepulcro donde se enterró a Cristo, a la resurrección. La luz de poniente le llega a la pila bautismal, como el símbolo de entrada de la luz hacia la religión”, afirmó.

La iglesia intenta ser un homenaje, precisamente, a la luz. Esa luz que entra al templo directamente a través de la cruz vacía que hay en la pared del fondo del altar, para que se refleje directamente en el suelo del templo. Una cruz vacía protagonista de un edificio austero, ausente de elementos superfluos, y en el que destacan el hormigón y las vidrieras. Martín Menis también recordó que aún falta por terminar los trabajos de urbanización del área que rodea al templo, pendientes de adjudicar por parte del Ayuntamiento de La Laguna.

A continuación, el contratista de construcciones Ático entregó las llaves de la iglesia al obispo Álvarez, quien hizo lo propio con el párroco Eduardo Rodríguez, el cual abrió las puertas de la parroquia para que accedieran las personas presentes y pudieran participar en la misa que iba a celebrarse.

Mientras la Coral Polifónica de la Casa de Venezuela entonaba un salmo, la iglesia se fue llenando de fieles. Uno de ellos, precisamente, recordaba a los presentes lo que se estaba celebrando ayer sábado: “Con alegría nos reunimos como comunidad cristiana en este tiempo de misión diocesana. Desde aquel 14 de mayo de 1963 en que fue creada nuestra parroquia y cuyo aniversario celebraremos en breve, hemos recorrido un largo camino hasta este momento. Gran parte de ese camino, celebrando humildemente la fe, casi sin hacer ruido, en aquel pequeño salón en los bajos del bloque 13. Hoy, casi 60 años después, dedicamos al culto este hermoso y singular templo… Pedimos a Dios que, a la vez que construimos este templo de piedra, se vaya construyendo la comunidad cristiana formada por las piedras vivas que somos cada uno de nosotros llamados a ser fermento en medio de nuestra sociedad, casa de puertas abiertas y hospital de campaña”.

La celebración presidida por el obispo fue rica en simbología, según explicaron desde el Obispado. Así, se roció con agua bendecida tanto a los presentes como a las paredes del nuevo templo. Se invocó la intercesión de los santos, se ungió con el crisma el altar, centro de la celebración cristiana, y los muros de la iglesia y, por último, se quemó incienso. Finalmente, se cubrió el altar con los manteles propios de fiesta y se iluminó todo como una señal de que la luz pascual que refleja el nuevo templo parroquial llegue a todas las personas.

Asimismo, Bernardo Álvarez en su homilía dio las gracias a todos. Recordó al obispo Felipe Fernández, al arquitecto, a los párrocos que habían acompañado e impulsado este proceso hasta hoy, a las instituciones públicas, empresas privadas, equipo técnico, contratas y a toda la comunidad de la zona.

Además, explicó el sentido de los templos católicos, los cuales, a partir del modelo de las basílicas de la arquitectura romana, “son para los fieles”. “Por ello, el mayor espacio está dedicado a que pueda ser ocupado por las personas que asisten a ellos”, indicó. Igualmente hizo lo propio con el título de la parroquia: Santísimo Redentor, es decir “el que rescata, el que se entrega”, lo cual aparece bien expresado en la idea que plasmó el arquitecto de Cristo resucitado, que es la luz de las gentes, explicaron desde el Obispado.

A partir de las lecturas de la escritura proclamadas en la misa que la Iglesia establece para el IV Domingo de Pascua, conocido como el del Buen Pastor, quiso el prelado nivariense subrayar cómo el pueblo de Dios avanza por la historia en medio de luces y sombras, y que en medio de todo el evangelio sigue proponiéndose desde el respeto a la libertad de cada uno.

En el trascurso de su homilía Álvarez quiso también destacar que los templos son como una fuente a la cual acuden los cristianos para recibir los frutos de la salvación, la gracia de Dios, la vida de fe.
Después de la comunión, el obispo trasladó hasta la capilla del sagrario la reserva eucarística, a fin de que la presencia real de Jesucristo ya fuera permanente en el templo. Al final de la misa se dio lectura y firmó el acta que da fe para las futuras generaciones de este importante día para la comunidad de Las Chumberas.

Diseño vanguardista

El diseño vanguardista del proyecto de la iglesia, impulsada por el obispo Felipe Fernández, le ha supuesto ya varios reconocimientos, como el Premio a la Innovación con Hormigón de la Fundación Ambuja, en India, en 2012. Hay que destacar que, además, desde 2013 forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

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