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Magdalena López, ingeniera: “El dique flotante nos daría una garantía y estabilidad”

Además de generar 1.000 puestos de trabajo directos y otros indirectos en el resto de empresas del sector naval, la estructura beneficiaría a la economía insular
Magdalena López, ingeniera sénior, y Angélica Guillén, técnico de recursos humanos de Tenerife Shipyards. Fran Pallero
Magdalena López, ingeniera sénior, y Angélica Guillén, técnico de recursos humanos de Tenerife Shipyards. Fran Pallero
Magdalena López, ingeniera sénior, y Angélica Guillén, técnico de recursos humanos de Tenerife Shipyards. Fran Pallero

Tenerife Shipyards, empresa del Grupo Hidramar, apuesta por traer al puerto de Santa Cruz de Tenerife un dique flotante que permitirá tener un flujo de trabajo constante, lo que permitiría crear entre 700 y 1.000 empleos directos y muchos más indirectos. El dique flotante supondría una inversión de casi 20 millones de euros, a los que hay que añadir los costes y tasas que debería afrontar por estar atracado en el muelle.

“Un dique flotante es una estructura que tiene la capacidad de sumergirse y volver a emerger, con lo que se pueden hacer reparaciones en seco a un barco”, explicó Magdalena López, ingeniera sénior de Tenerife Shipyards. Por tanto, básicamente la diferencia entre ambos es que “un dique seco es una estructura fija que se encuentra y forma parte del muelle, mientras que el flotante es traído y atracado en el muelle, como si fuera un barco”.

Cuestionada por los trabajos que podría asumir Tenerife Shipyards si contaran con un dique flotante, López señaló: “Actualmente hacemos reparaciones a flote; es decir, las posibles necesidades pueden ser reparaciones de estructura, hidráulicas, de motor, etcétera. Siempre se realizan con el barco fondeado o atracado en el muelle, pero nunca fuera del agua, lo que limita nuestra capacidad. El dique flotante nos permitiría acometer labores en seco, como limpiezas de casco, reparaciones en las hélices, los ejes, las bombas de agua de lastre, y otros trabajos que todo tipo de barcos debe realizar de manera periódica, ya que está regulado por ley, al igual que un coche debe pasar la ITV”.

Esta nueva infraestructura incrementaría la carga de trabajo de Tenerife Shipyards. “Trabajamos por proyectos. Tenemos una plantilla fija que aumentamos cada vez que llega una plataforma o un barco para reparar, pero cuando se acaba este proyecto, esas personas dejan de trabajar para nosotros. Con el dique flotante tendríamos un flujo continuo de trabajo, con turnos que podrían ser de 24 horas, con lo que necesitaríamos aumentar la plantilla”, precisó.

Preguntada por lo que supondría el nuevo dique flotante, Angélica Guillén, técnico de Recursos Humanos de Tenerife Shipyards remarcó: “Contamos con una plantilla fija, pero esta se triplica en los meses que dura un proyecto de reparación o mantenimiento. Una vez que acaba el mismo lamentablemente tenemos que finalizar muchas relaciones laborales porque no tenemos una garantía de carga de trabajo continuo. Por ese motivo, estamos trabajando en traer un dique flotante, porque nos daría una garantía de estabilidad laboral y podríamos pasar a todas estas personas que están contratadas por obra y servicio a plantilla fija. Además, nos permitiría triplicar nuestra plantilla actual. Estimamos que, solo el primer año, podríamos firmar entre 700 y 1.000 puestos de trabajo directos, aparte de los indirectos que generaría”.

Sobre el tipo de trabajadores que tendrían que contratar, Guillén indicó que “son puestos cualificados”. “Hablamos de soldadores, tuberos, iratas, pintores, chorreadores, mecánicos hidráulicos, ingenieros, etcétera, y a su vez también aumentarían las labores administrativas y de soporte al departamento de producción. Todas estas personas podrían tener una carrera profesional en Tenerife Shipyards”, subrayó. Además de los nuevos proyectos, se seguirá subcontratando y externalizando servicios a otras empresas del puerto. “Nos movemos en un mercado internacional y para ser más competitivos y atraer a clientes debemos aumentar la cartera de servicios que queremos ofrecer, pero a su vez seguiremos trabajando con subcontratas alquilando servicios, maquinaria, la gestión de residuos, etcétera. Con la llegada del dique flotante aumentarían los barcos en fondeo a la espera de entrar en el dique, por lo que se pueden beneficiarse otras empresas del sector, y se podrían crear nuevos talleres que ofertarán sus servicios hidráulicos, eléctricos, soldadores o de pintura”.

Aparte de todos los puestos de trabajo directos e indirectos en el sector naval, supondría un impulso para la economía insular, dado que habría que cubrir las demandas de los tripulantes de esos buques y plataformas que estarían en reparación, y que necesitarán, por ejemplo, hoteles, restaurantes, taxis y transporte para moverse en la isla.

Los trabajadores de Tenerife Shipyards han iniciado una campaña de recogida de firmas para intentar desbloquear los trámites medioambientales y traer el dique a Tenerife. “Tenemos casi 3.000 firmas. Queremos garantizar el futuro no solo de los puestos de trabajo actuales, sino de todos los que se podrían crear con el nuevo dique flotante”.

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