
El investigador Basilio Valladares, fundador del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, abrió ayer el curso de la Universidad de Verano de Adeje (UVA) Patógenos animales transmisibles a humanos en el contexto actual. En su ponencia explicó cómo el cambio climático y la globalización están afectando al desarrollo de las enfermedades, pues el aumento de la movilidad de mercancías y personas y el cambio de factores meteorológicos como la humedad y las temperaturas hará que, por ejemplo en Canarias, surjan algunas enfermedades que no se daban en el territorio y otras desaparezcan.
Valladares expuso varias investigaciones en las que ha trabajado que sirven para comprobar los efectos del clima en las enfermedades, como el descubrimiento de unos parásitos intestinales, hace años, en las islas occidentales y no en las orientales. Se descubrió que su ciclo de desarrollo necesitaba de cierta cantidad de humedad, lo cual explicaba su nula presencia en Lanzarote y Fuerteventura.
En los últimos años se observa la llegada de patógenos desconocidos en Canarias como consecuencia de la globalización. El cryptosporidium, por ejemplo, era un parásito que inicialmente no afectaba a las personas, pero empezó a hacerlo cuando apareció el HIV, que reduce las defensas. Recordó el caso de un niño en Las Canteras que padeció diarreas durante dos años hasta que se descubrió que las causaba este parásito que vino de un animal silvestre de Estados Unidos. “Así que, o bien alguien introdujo ilegalmente ese animal y lo soltó, o bien algún ciudadano americano defecó en la zona”, explicó.
También se refirió al problema que suponen los insectos como los mosquitos, garrapatas, moscas y pulgas, y citó como caso de éxito una intervención en Fuerteventura para eliminar un brote de mosquito Aedes aegypti en 2013, que supuso el traslado de toda una urbanización a hoteles para poder fumigar la zona durante 48 horas. Tras la intervención y 18 meses de espera sin nuevos casos, se pudo declarar contenido.