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La Fiscalía pide ahora 26 años de cárcel y ve asesinato en el caso del bidón

El Ministerio Público solicita 22 años de prisión por la muerte de su pareja y cuatro más por dos delitos de estafa relacionados con la venta de un coche que no era suyo y el dinero que obtuvo de los padres del fallecido a cuenta de unos gemelos que simuló gestar y parir
Los psicólogos han destacado la falta de empatía de Sira, la acusada. DA

La Fiscalía de Canarias elevó ayer a 26 años de cárcel la condena que solicita a la Audiencia de Las Palmas para la mujer acusada de haber acabado con la vida de su novio, tirado su cuerpo al mar en un bidón y estafado a su familia.

En su informe definitivo ante el Tribunal de Jurado Popular que va a decidir el caso, la fiscal argumentó dicho cambio en su calificación inicial de homicidio, por la que pedía 15 años de cárcel, por otra de asesinato, por la que ahora exige 22 años, por entender que existen suficientes pruebas de que Sira María Q.M. mató a su novio “con alevosía”, en un ataque perpetrado de manera “sorpresiva y por la espalda”.

Para el Ministerio Público, el hecho de que el informe del equipo médico forense determinase que el cuerpo de la víctima presentaba “una herida en la espalda de 25 centímetros de largo, de arriba abajo”, infligida “con arma blanca”, denota un ataque “a traición”, sin posibilidad de defensa para la víctima, que le lleva a plantear un delito más grave que el que venía apuntado hasta el momento.

Además, se le piden otros cuatro años de prisión al imputarle dos delitos de estafa, uno por vender el coche de su novio a sus espaldas simulando un robo y otro por el “engaño brutal” que perpetró con sus suegros, a quienes engañó, como al fallecido, para sacarles dinero con la gestación y parto de unos gemelos inexistentes.

La acusación pública sostiene que Sira María Q.M. mató a su pareja cuando este estaba a punto de descubrir una serie de engaños sobre los que se sustentaba su relación, entre ellos, un embarazo de gemelos que nunca existió.

Y también que, tras acabar con su novio, consiguió que la familia de este le enviara dinero para los gastos médicos de los gemelos, alegando que los habían trasladado a la península por una complicación y que necesitaban ayuda para el tratamiento.

El Ministerio Público acusa además a una amiga de la procesada Vicenta S.S., de un delito de encubrimiento por el que pide dos años de cárcel, ya que cree probado que ayudó trasladar el bidón con el cuerpo de la víctima hasta el lugar de la costa donde lo arrojaron al mar.

La Fiscalía sostiene que la presunta encubridora no puede alegar que no sabía lo que había dentro del bidón, porque este desprendía olor y se abrió durante el traslado.

Por su parte, la defensa se ha ratificado en la tesis de Sira María Q.M. de que todo fue un accidente.

La procesada asegura que se peleó con su novio, que ella se defendió de una agresión y que, en ese momento, él se cayó hacia atrás y se mató un golpe con el escalón del baño.

Según su versión, decidió deshacerse del cuerpo por consejo de su amiga, la otra imputada, que le dijo que nadie la iba a creer.

Por su parte, la defensa de esta última ha pedido que su clienta sea absuelta, porque “siempre pensó que se trataba de un perro” lo que había dentro del bidón.

Sira María Q.M. ha aprovechado su derecho a decir la última palabra del juicio para pedir disculpas a la familia de la víctima, asegurando que “no tenía intención de hacerle daño”.

Ahora será el Tribunal de Jurado Popular el que delibere tras la entrega del llamado objeto de veredicto, una suerte de test cuyas respuestas decidirán si las dos acusadas son culpables o no para, posteriormente y siempre a partir de lo que decida el jurado, sea el tribunal quien dicte sentencia y cuantifique, si hay condena, las penas impuestas.

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