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La importancia ecológica de elegir productos canarios

“Hay que poner en valor la inmediatez, frescura y calidad del huevo que llega al consumidor de la Isla antes de los cuatro días de su puesta”, afirma Begoña Vidarte, de la granja Progaten
Elegir los huevos Tamarindo producidos en la granja Productos Ganaderos de Tenerife supone consumir un artículo fresco, de calidad y que ha superado los más exigentes controles. DA

Gran parte de nuestras compras son alimentos, de ahí la importancia de tener en cuenta lo que consumimos y la huella ecológica que producen. El transporte de estos alimentos supone muchas veces un gran impacto, mayor que su producción. Los productos kilómetro 0 son aquellos que hasta llegar al plato han viajado menos de 100 kilómetros Abogar por los proveedores locales contribuye a la sostenibilidad socioeconómica y ecológica del sector primario de las Islas.

Los huevos Tamarindo, de venta en los hipermercados Tu Trébol, son recogidos en las instalaciones de la granja Productos Ganaderos de Tenerife (Progaten), ubicada en el municipio de Granadilla. Con una capacidad para 100.000 gallinas, produce unos 2 millones de huevos al mes en unas instalaciones plenamente adaptadas a la más exigente normativa sobre el bienestar animal y sanitaria.

La granja cuenta con tres naves de gallina de jaula y otra donde el animal está libre en el suelo. Con una plantilla formada por 15 trabajadores “en las naves de gallinas, un operario es el responsable del cuidado de los animales y de su limpieza, el control del pienso, del agua y de la temperatura, por sistemas de alimentación y climatización automatizados, buscando su mayor comodidad y bienestar”, afirmó Begoña Vidarte, responsable de Progaten.

La alimentación es básica para la calidad final del huevo. Su proveedor de pienso, Graneros de Tenerife, “presenta todos los controles de calidad y trazabilidad”, por lo que se sabe “desde el primer minuto, el lote y a qué nave se destina, su materia prima de origen y los controles de calidad que han pasado”. “Esto nos permite llevar una trazabilidad exhaustiva desde que los huevos salen de cada una de las naves hasta que llegan al consumidor final, con los controles que conlleva para que el consumidor adquiera el producto en perfectas condiciones”.

Vidarte destacó, entre los controles de calidad, la realización de “diversas catas de peso, la inspección de su interior por medio de un fotómetro, eliminando los que tengan manchas, así como una máquina de fisuras” que asegura que lleguen al consumidor en perfecto estado.

Por tanto, desde la granja se realiza un exigente control que comienza con el del bienestar animal y la manipulación de los huevos de cada una de las naves, que conforman un lote, con su fecha de envasado y trazabilidad, y cuando llegan a la zona de clasificación, superan otros exámenes exhaustivos.

El huevo tiene un período de consumo de 28 días, a lo largo del cual su frescura se va perdiendo. Por ese motivo, considera que “hay que poner en valor el huevo envasado aquí y que está en la mesa del consumidor, a lo sumo, a los cuatro días de haber sido puesto por la gallina, y en una hora desde la granja a Tu Trebol, una empresa que apuesta por los productores de las Islas. Esa inmediatez, frescura y calidad es la que debemos tener en cuenta como consumidores”, finalizó.

Sabías que…

El huevo es considerado por la FAO como la proteína de más alta calidad, por excelencia. Un alimento económico y común en las dietas por su aporte significativo de proteínas, la amplia gama de vitaminas (A, B2, B12, D y E) y minerales (fósforo, selenio, hierro, yodo y zinc) que contribuyen a cubrir gran parte de las necesidades de nutrientes.

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