
El exjugador de la ACB, Iñaki Zubizarreta, contó en el Intermedio el calvario por el que pasó siendo solo un niño. “Yo tenía 11 años y había un grupo de chavales que me perseguían por el colegio, me escupían, me tiraban los libros, me insultaban, ‘a ver si te suicidas’, ‘muérete’, se explicó ante las cámaras. El madrileño de 47 años formó parte del C.B. Tenerife Canarias (1999-2000) y UB La Palma (2000-2001), convirtiéndose en todo un referente en el mundo del baloncesto.
El acoso escolar es una lacra que sufren miles de niños y jóvenes y que ha dejado graves secuelas en el deportista: “Un día me pillaron. Eran muchos y me dieron una paliza. Me reventaron la cabeza y la cara a patadas. Me desperté dos días después en la UVI. Había estado en coma y la cara estaba tan desfigurada que no se me reconocía. Tengo una marca en la ceja y los labios destrozados por dentro de las patadas”, indicó Zubizarreta.
Llegó un punto en el pívot dijo ‘basta’. “Fui al acantilado de la Galea, en Vizcaya. Me despedí de mis padres, de mi hermano”. Pero tras unos instantes de reflexión, supo que no merecía la pena hacer aquello por la culpa de esas personas: “Me prometí a mi mismo que jamás dejaría que me humillasen o me hiciesen pasar mal”.
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