El Gobierno de Canarias ha pedido este jueves al Estado que intensifique el control de las fronteras y las políticas en los países de origen, tras el “repunte” en el número de inmigrantes que han llegado al archipiélago desde África en pateras o cayucos en los últimos tres años.
El portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez (PSOE), ha criticado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que el dispositivo de control puesto en marcha “en los años malos de la inmigración” (durante la crisis de los cayucos de hace una década) haya disminuido, lo que ha sorprendido a Cruz Roja, a la comunidad autónoma y “a todos”, “sin los recursos suficientes”.
El portavoz gubernamental ha recordado que el control de las fronteras es una competencia del Estado, por lo que le ha reclamado que “intesifique y active las políticas de actuación en origen”, pues es “lo que más puede ayudar” al Ejecutivo canario.
También ha abogado por patrullas conjuntas con las policías de los países africanos y la presencia continua de representantes del Gobierno español en esos países.
En cuanto a la procedencia de las personas que han llegado a Canarias, ha detallado que ha aumentado el porcentaje de magrebíes respecto a los subsharianos.
En el año 2017 llegaron a Canarias 80 personas magrebíes y 107 subsaharianos, en el años 2018 los magrebíes pasaron a ser 643 frente a los 159 subsaharianos; y en lo que va de este año 2019 han arribado 648 magrebíes y 675 subsharianos.
Esta subida en el número de personas que proceden del Magreb se debe, según Julio Pérez, a que el dispositivo de control de fronteras del Gobierno español ha bajado su intensidad y, al mismo tiempo, se han puesto más medios en el Mediterráneo, donde ha descendido el 50 % de los movimientos migratorios.
Para Pérez, al haber “cerrado” la frontera mediterránea y actuado en origen, es “posible” que algunas personas hayan tomado la vía de Canarias para acceder desde África a Europa porque “está menos controlada”.
En este contexto, el portavoz gubernamental ha informado de que desde el 1 de enero de 2019 hasta el 26 de noviembre han llegado un total de 1.546 personas a Canarias en pateras o cayucos desde África, 262 de ellos menores. Además 13 han fallecido en el intento.
Del total de las personas que han llegado a Canarias por esta vía, si se elimina la cifra de fallecidos y de los menores que por ley tienen derecho a quedarse en las islas, “poco más” del 50 % será devuelto a sus países de origen, ha precisado el consejero.
Esta cifra es superior a la registrada en los años 217, cuando arribaron a las islas 387 y no falleció nadie; y en 2018, cuando llegaron 902 y murieron siete en la travesía, han precisado a Efe fuentes del Gobierno de Canarias.
Por ello, el consejero ha indicado que aunque “lo importante” no son los números, que han ido en aumento desde 2017, la tendencia obliga al Ejecutivo a ocuparse.
De acuerdo al Estatuto de Autonomía, ha recordado que es responsabilidad del Gobierno la atención a las personas que llegan a Canarias desde África en cayuco o patera, de igual manera que se atienden a otras personas que lo necesitan.
El portavoz del Gobierno ha insistido en que es necesario atender y orientar a todas las personas que llegan a Canarias por esta vía, tal y como indica el Estatuto, por lo que, ha apostillado, no se trata de caridad sino de una obligación.
Asimismo, ha reflexionado sobre la posibilidad de pensar “en lugares específicos” donde albergar a estas personas, que “no pueden estar deambulando por las calles”.
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