
Un grupo de comerciantes de La Hidalga, en Arafo, y de San Francisco Javier, en Güímar, han mostrado su rechazo a la forma de proceder del área de Carreteras del Cabildo con las obras que hace dos meses comenzaron en la TF-28 a su paso por esa vía fundamental de comunicación entre esos dos municipios. Los comerciantes denuncian un 60% de pérdidas en sus negocios y algunos han tenido que despedir incluso a personal.
La indignación de los comerciantes, así como de un buen número de vecinos afectados, motivó que ayer se reunieran con el alcalde de Arafo, Juan Ramón Martín, el primer teniente de alcalde de Güímar, Gustavo Pérez, así como con la concejala de Ciudadanos en este municipio, Raquel Díaz, quien sacó el compromiso a su compañero de partido en el Cabildo, Enrique Arriaga, para concretar el día 28 una reunión con los responsables del área de Carreteras para intentar mitigar el descontento generalizado, teniendo siempre presente que es una obra necesaria en la zona.
Nadie discute la necesidad de esa obra, ni comerciantes ni vecinos, muchos de ellos afectados por inundaciones al carecer de una buena red de pluviales, que es precisamente lo que trata de subsanar la actuación en la TF-28 desde la rotonda de San Francisco Javier hasta el barranco del linde de con Candelaria.
Sin embargo, comerciantes y representantes políticos coincidieron ayer en señalar la necesidad de que el tramo ahora en obras (San Francisco Javier hasta el cruce de la subida Arafo) pudiera tener doble sentido y no como ahora solo de Güímar a Arafo, o al menos que se coloquen semáforos o señaleros para disponer del mismo, algo que también se exigirá en el tramo aún más complicado, el del cruce de Arafo hasta el barranco, con la incidencia que tendrá en la subida desde El Volcán.
El alcalde de Arafo no entiende que el Cabildo se niegue a poner semáforos, cuando en la misma vía, en Candelaria, con la colocación de malecones, sí los hay, además de señaleros.