medio ambiente

Laurel de indias, el guardián de la salud ambiental urbana

Santa Cruz cuenta con 388.000 árboles que son responsables de captar 62 toneladas de contaminación al año; los 105.000 localizados en el casco urbano atrapan 23 toneladas
Distintos puntos de la ciudad están regados con laureles de indias, uno de ellos es el parque García Sanabria. Sergio Méndez

Los habitantes de las grandes ciudades están expuestos a altos niveles de contaminación, principalmente a los gases procedentes de los automóviles y de las industrias. Santa Cruz de Tenerife no difiere en mucho de esos parámetros con una alta concentración de coches en sus calles (esta misma semana se conocía que es de las más congestionadas de España), y con industrias como las que se ubican en el Puerto capitalino, que también contribuyen a esa contaminación atmosférica. A todo esto hay que sumar los episodios de calima que, como esta semana, complican bastante la salud ambiental. Son muchas las medidas que se pueden implantar para reducir estos niveles, y Santa Cruz ya trabaja en ello, pero también cuenta con un sistema natural que rebaja esas cifras a razón de 62 toneladas al año. Se trata de su arbolado, una red que está compuesta por 388.000 ejemplares, 105.000 de ellos en el casco urbano, y, el resto, en la zona forestal del municipio, principalmente en la Reserva de la Biosfera de Anaga.

La vegetación tiene una influencia directa en la calidad del aire de las ciudades, al ejercer como sumidero de gases y poseer una gran capacidad de captación de partículas contaminantes. En el caso de Santa Cruz, y según se recoge en el estudio denominado Valor del bosque urbano de Santa Cruz, elaborado por el Ayuntamiento en el marco del programa DUSI Anaga, son diez las especies que más contaminación atrapan. El laurel de indias y el flamboyán se alzan como esos héroes sin capa, pero con copa, que más partículas atrapan al año. El laurel de indias (Ficus microcarpa) capta 1.241 kg/año, mientras que el flamboyán (Delonix regia) le sigue con 1.198 kg/año. La tercera especie en este ranking es la palmera canaria (Phoenix canariensis) que atrapa cerca de 1 tonelada de contaminantes al año y es la que más ejemplares tiene en el entorno urbano. El árbol de fuego y el roble sedoso son las otras especies más abundantes y que cobran relevancia por su capacidad para captar contaminación.

En cuanto al volumen de partículas que son capaces de atrapar, solo los situados en el casco urbano recogen hasta 23 toneladas al año, una cifra que supone un beneficio para la ciudad de dos millones de euros. En el Parque Rural de Anaga esa captación es de unas 38 toneladas al año, y su valor monetario supera los cuatro millones. En total el arbolado de Santa Cruz capta 62 toneladas de contaminación al año, con un valor de siete millones de euros.

Los flamboyanes son otra de las especies que más contaminación capta en la ciudad. Fran Pallero

En cuanto a los contaminantes con nombre y apellido, el Ozono (O3) es el que más capta el arbolado con 77% del total. El dióxido de nitrógeno (NO2) con el 15%, y el dióxido de azufre (SO2) con el 8%, completan la lista de las partículas cuya presencia se reduce más gracias al bosque urbano de Santa Cruz.

El estudio municipal dedica uno de sus apartados al estudio del dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero y responsable del cambio climático de la tierra. El bosque urbano ayuda en gran medida a su reducción al ser un sumidero natural de CO2. De esta forma el análisis se realiza tanto del carbono almacenado en los árboles, necesario para su desarrollo, como del secuestro de CO2, es decir, el que absorben del ambiente. Así, el total de ejemplares de Santa Cruz son capaces de almacenar casi 67.000 toneladas al año, con un valor de 10,7 millones, mientras que secuestran unas 4.000 toneladas al año de CO2. De nuevo el laurel de indias encabeza el ránking en este apartado.

organización mundial de la salud

Las cifras del arbolado hacen que la ratio de árboles por habitante en Santa Cruz supere el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 1 árbol por cada 3 habitantes. En Santa Cruz de Tenerife se cuenta con 1 árbol por cada 0,5 habitantes. En el ámbito estrictamente urbano, también se supera con facilidad ese umbral, obteniéndose un valor de 1 árbol por cada 1,9 habitantes. En esa distribución, la especie más abundante es la palmera, con el 14,1% de los árboles, seguida del flamboyán, el árbol de fuego, el laurel de indias y la palmera washingtonia de California (Washingtonia filifera). De ellas, la primera es una especie autóctona y endémica de las Islas Canarias y el drago (Dracaena draco), que ocupa el décimo puesto, es la siguiente especie autóctona de Canarias y endémica del ecosistema macaronésico. El resto son especies introducidas, perfectamente aclimatadas y adaptadas al ambiente urbano de Santa Cruz de Tenerife.
Las 10 especies más abundantes representan el 55,3% que supone una población muy equilibrada. En conjunto, la capital cuenta con 488 especies distintas de árboles, lo que la convierte en una de las ciudades europeas con mayor diversidad, por encima de ciudades como Londres.

Santa Cruz posee por tanto un patrimonio verde muy valorado por sus ciudadanos y visitantes, con una superficie total de 454 hectáreas de parques y zonas verdes públicas de conservación municipal. Esto supone que el Ayuntamiento gestiona y conserva una superficie de 22,2 metros cuadrados de zonas verdes por habitante, superando ampliamente el valor recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece como valor aceptable en las ciudades una relación de zonas verdes de 15 metros cuadrados por habitante.

La mayor parte de esta superficie de conservación municipal está formada por palmeras, árboles, arbustos, plantas de temporada, tapizantes y viváceas. Solo un 3,4% de ella son céspedes (15 hectáreas) y se cifra en 47 la superficie de vegetación espontánea o natural (10% del total). El 1% de la superficie pertenece a colegios públicos.

El Ayuntamiento gestiona 39 parques en la ciudad, con criterios de economía circular. Se han puesto en marcha programas de sostenibilidad y eficiencia de riego en zonas verdes, se seleccionan las plantas con bajos requerimientos hídricos (que provienen del vivero municipal creado hace más de 50 años), estando el 76% de la superficie con riego automatizado. Asimismo, cuenta con una Planta de Compostaje Municipal que en 2018 produjo 265 metros cúbicos de compost.

Además de estas zonas públicas que conserva el Ayuntamiento, el bosque urbano de la ciudad se compone de la red natural privada y pública de conservación no municipal. Estas áreas representan un 52% de la cobertura arbórea de su entorno urbano. A esto se debe añadir la zona forestal que pertenece a Santa Cruz y que se corresponde en su mayor parte con el Parque Rural de Anaga, el mismo que presenta la mayor concentración de endemismos por kilómetro cuadrado de toda Europa.

Nueva licitación

El edil de Servicios Públicos, José Ángel Martín, explica que gracias a todos estos datos, el área que dirige podrá planificar las actuaciones de cara al futuro, no solo en el tipo de arbolado que ayudará a reducir la contaminación, sino también en su distribución y atención. A través del nuevo concurso de Parques y Jardines, Martín ya avanza algunas de las medidas a tomar. “Gracias a este estudio pormenorizado de metros cuadrados de jardines y arbolado que tiene Santa Cruz, en el nuevo pliego ya podremos definir de forma exacta qué metros cuadrados debemos atender desde el Ayuntamiento. Hay otros que, sobre el papel, no los tendríamos que atender, pero entendemos que forma parte de los espacios públicos de la ciudad y lo que tenemos que hacer es iniciar una negociación con sus propietarios para atenderlos”.

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