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“Mi voluntad es seguir más allá de 2021 para culminar los proyectos ya iniciados”

Miguel Concepción llega a su decimocuarto cumpleaños al frente de la entidad blanquiazul con la (relativa) calma institucional que se ha instalado en el club a raíz de los buenos resultados del equipo
Miguel Concepción. DA
Miguel Concepción. DA
Miguel Concepción. DA

La llueve menos. En lo deportivo y en lo personal. Miguel Concepción cerró 2019 entre ácidas críticas a su gestión en la Junta General Ordinaria y preocupación por la marcha deportiva del CD Tenerife… y llega a su decimocuarto cumpleaños al frente de la entidad blanquiazul con la (relativa) calma institucional que se ha instalado en el club a raíz de los buenos resultados del equipo, hasta que el lunes se produjo el cese del director deportivo, Víctor Moreno.

– ¿Por qué destituyó a Víctor Moreno?
“El cisma se produjo tras el ce-se de López Garai, excelente persona y buen entrenador al que no le acompañaron los resultados por culpa de errores puntuales que se cometían en los partidos. Antes de jugar con el Cádiz, Mo-reno sabía que, de no ganar, íbamos a cesar al técnico. Y tras el choque (1-1), le indicamos que le comunicara al entrenador la decisión del consejo, pero se opuso y nos dijo que era contrario al cese. Ahí se produjo una fractura y en varias ocasiones me llamó para que le dejara irse…”.

– ¿Y por qué no le dejó irse en su día y sí tres meses después?
“Porque quería que se le pagara el contrato hasta junio. Le dije que se podía ir, pero sin cobrar; y además le apunté que lo correcto sería que se encargara de dirigir los cambios que debíamos acometer en el mercado de invierno y que en febrero ya podría irse. Hizo su trabajo, y creo además que de forma acertada, y la semana pasada [jueves, 6 de febrero] nos reunimos y acordamos poner fin a la relación, algo que aceptó de buen grado, aunque se acordó no comunicarlo hasta el lunes [10 de febrero] para no distraer al equipo antes de jugar con el Extremadura”.

– ¿La pérdida de confianza en Moreno era irreversible?
“Sí. Hubo actitudes que no me gustaron y creo que lo mejor para las dos partes era finalizar la relación. Incluso a él le puede venir bien quedar libre ahora y salir al mercado con el Tenerife en mejor situación tras la reacción experimentada con los cambios hechos en los últimos meses”.

– Uno de los cambios más notables ha llegado con la presencia en el banquillo de Rubén Baraja. ¿Quién fichó al nuevo entrenador?
“La decisión la tomo yo tras reunirme con él en Madrid, en una cita con Juan Amador [gerente del CD Tenerife] y Moreno. Entrevistamos a tres entrenadores y el que más me convenció fue Rubén. Y creo que el equipo ha mejorado defensivamente y en tres o cuatro partidos ha sido capaz de ganarse el apoyo del vestuario y salir de la zona peligrosa, aunque aún no estamos tranquilos”.

– En estas ocasiones, usted habla de “decisiones de la comisión deportiva”. ¿Quiénes forman esa comisión?
“Tengo dos asesores de absoluta confianza a los que les suelo pedir opinión en caso de dudas o de decisiones de gran calado. Llevan años asesorándome, les escucho y saco conclusiones… aunque luego la decisión la debo tomar yo. ¿Nombres? Me han pedido mantenerse en el anonimato y respetaré su postura. Y luego, lógicamente, en el club también hay personas como Juan Amador o Nacho Abad a las que pido consejo… y también un organigrama técnico al que escucho con atención”.

– En la elección de Juan Carlos Cordero como director deportivo, ¿consultó a estos asesores?
“Esta vez teníamos claro el perfil que buscábamos: un director deportivo que maneje el mercado nacional e internacional, con experiencia, ganas de crecer y que haya trabajado en Segunda y en Segunda B… y que como persona favorezca la convivencia con la plantilla y esté cerca de los jugadores y el equipo técnico. Y que tenga las ideas claras para ser capaz de atraer a jugadores. Y Juan Carlos Cordero tiene ese perfil”.

– Y fichar a un director deportivo hasta 2023, dos años más allá del final de su mandato, ¿no es una irresponsabilidad?
“No, para nada, porque el club no se para. Y creo que no es bueno fichar a un director deportivo por un año, cuando su proyecto debe enfocarse al medio plazo, aunque estoy convencido de que el Tenerife estará pronto en Primera División. Creo que [Cordero] no nos va a fallar y es bueno que él pida y nosotros le demos tres años”.

– Todo apunta a que uno de los primeros trabajos del nuevo director deportivo será acometer la renovación de los cuatro capitanes [Suso, Aitor Sanz, Carlos Ruiz y Dani Hernández]. ¿Está usted a favor de su continuidad en el club?
“La opinión del consejo [de administración] es receptiva a que los capitanes sigan con nosotros, pero será el director deportivo el que negocie con ellos… aunque tendría que dar razones potentes para se produzca su marcha”.

– Más nombres propios: ¿se llega tarde a la renovación de Alberto y Luis Pérez?
“El club les va a plantear la re- novación y con Alberto confiamos en estar a tiempo. Con Luis [Pé-rez]… vamos a intentarlo”.

– ¿Y hay opciones de que Milla o Dani Gómez jueguen en el Tenerife 20-21?
“Luis [Milla] tiene contrato en vigor, aunque es necesario hablar otros temas. Y respecto a Dani, hay que esperar por la decisión de su club [el Real Madrid], aunque a nosotros nos gustaría que se quedara. Pero la renovación de estas cesiones no suele negociarse hasta mayo”.

– Un último nombre propio: Rubén Baraja. ¿Es partidario de su renovación?
“A mi me gustaría que se quedara, aunque él es el primero que está absolutamente centrado en el fútbol. ‘Presi, no me preocupa [la renovación]; ya hablaremos’, me dice. Es un tema que abordaremos más adelante, aunque reconozco que me gusta el sistema que ha implantado Rubén y su verticalidad para atacar de forma directa. Somos un equipo en crecimiento y creo que tenemos un gran fondo de armario para afrontar el desgaste de la segunda vuelta”.

– ¿Y si Cordero desea a otro entrenador?
“Yo confío en que haya química con el nuevo director deportivo, porque ambos son ambiciosos. Y si tras ese diálogo entre el entrenador y el director deportivo sale una propuesta de renovación del técnico… el consejo de administración lo vería bien”.

– A 15 de febrero, ¿cuál es el objetivo deportivo del Tenerife? ¿Permanencia… o algo más?
“Salir de la zona de abajo. Hay una docena de clubes metidos en la pelea y el objetivo es hacer un buen partido y ganar al Rayo. Sumar de tres en tres… y hasta no llegar a los 50 puntos no mirar a nada más que al siguiente partido”.

– Las dos próximas citas ante Rayo y Elche en el Heliodoro, ¿pueden marcar el futuro del Tenerife?
“Sí, pero no porque miremos más adelante, sino porque, de ga-nar esos seis puntos, ya quedaría claro que la mejora experimentada en las últimas semanas no es casualidad y que la ilusión que se ha generado no es un espejismo, sino que se ha producido un cambio de dinámica”.

– ¿La campaña se da por fallida o aún hay tiempo de salvarla?
“La primera vuelta es de suspenso, eso sin duda, pero en lo que va de año hemos sido, con el Deportivo, de los mejores equipos de la categoría. Es el momento de recobrar la fe y pensar que aún se puede salvar la temporada”.

– Eso sí, sabe que el domingo ante el Rayo se volverá a escuchar el ‘Concepción, dimisión’.
“Creo que forma parte del repertorio de ese grupo [el Frente Blanquiazul] y hay que respetarlo. No me gustan las polémicas y entiendo que 14 años en el cargo provocan desgaste, aunque también creo que la experiencia ayuda a equivocarte menos. Los aficionados deben saber que los dirigentes también nos jugamos mucho, no sólo en el prestigio, sino en el plano económico. Al final todo depende de los resultados. Si ganamos, se aplaude más; y si perdemos, suben los decibelios”.

– Pues ahora que el Tenerife gana con más frecuencia, ha bajado el ruido que generaba el tándem José Miguel Garrido-Corviniano Clavijo en su deseo de acceder a la presidencia del Tenerife.
“Yo soy respetuoso con todos los accionistas, tengan una acción o mil. Y creo que lo importante es ir en la misma dirección y buscar puntos de encuentro. Crecer en base a los resultados negativos del equipos es una postura equivocada y no ayuda al Tenerife”.

– ¿Hay opciones de integrar a esos accionistas discrepantes?
“Es posible que pueda haberse producido una falta de comunicación, pero me gustaría que todos los grupos importantes coincidiéramos en querer lo mejor para el Tenerife y en tener éxitos deportivos. Si no es así… Yo siempre apostaré por la vía del diálogo, dentro de los comportamientos éticos y por buscar puntos de encuentro y no por la vía de la crispación”.

– ¿Cree que tiene mayor oposición en los medios o en las redes sociales que en la grada?
“En el Heliodoro también hay gente que discrepa, pero creo que la mayoría de la afición va al fútbol a algo tan sencillo como ver el partido y ver ganar a su equipo. Yo creo que al estadio hay que ir a apoyar y que esa es la mejor forma de ayudar al Tenerife, pero un grupo puede verlo con otra perspectiva y hay que respetarlo”.

– En todo caso, ¿se siente con fuerzas para seguir de presidente?
“Sí, sin duda. Si empiezo proyectos tan importantes como los de la remodelación de la Ciudad Deportiva, quiero culminarlos”.

– O sea, ¿tiene previsto ser el presidente del Centenario [2022] y se presentará a la reelección.
“A día de hoy, mi voluntad es seguir. No sé si cumplir los cinco años en su totalidad, pero sí querría acabar estos proyectos tan importantes que ya están en marcha. Y no se trata de ponerme la medalla de celebrar el Centenario bajo mi mandato, sino de dar continuidad y terminar unos proyectos que requieren mucha energía, que ya están encaminados y que no se pueden dejar en manos de cualquiera. Me gustaría ver acabada la obra de la Ciudad Deportiva y que la Fundación ya tenga velocidad de crucero y una sede física, con la donación del edificio de la calle Suárez Guerra. Hay un impulso social que me gustaría consolidar”.

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