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Víctor Luis, cineasta: “Después de trabajar en ‘Dolor y gloria’ el teléfono empezó a sonar cada vez con más asiduidad”

Tiene 31 años, es de La Orotava y ha comenzado a cumplir parte de su sueño ya que formó parte del equipo de dirección de 'Dolor y gloria', la última película de Pedro Almodóvar
Víctor Luis Quintero, cineasta. | DA

Tiene 31 años, es de La Orotava y ha comenzado a cumplir parte de su sueño ya que formó parte del equipo de dirección de Dolor y gloria, la última película de Pedro Almodóvar, ganadora de siete premios Goya y la elegida para representar a España en los Oscar. Víctor Luis Quintero fue el mejor alumno de su promoción en el instituto Villalba Hervás (obtuvo casi un diez en Bachillerato) y la segunda nota media de Canarias en la prueba de acceso a la universidad. Podría haber elegido cualquier carrera, sin embargo, tenía claro que quería dedicarse al cine, su pasión “desde que tiene uso de razón” y “un compromiso que había adquirido consigo mismo hacía ya varios años y casi sin darse cuenta”. Por eso optó por estudiar Comunicación Audiovisual y Periodismo, dado que le pareció la mejor opción para iniciarse en un camino en el que tiene un gran futuro por delante.

Profesionalmente se mueve en el departamento de dirección de series y películas. En la actualidad, trabaja en Globomedia, en la producción de Eso no se pregunta, un programa de corte social para Telemadrid.

-De entrada te decantaste por el cine. ¿Alguna vez probaste suerte en los medios?
“Finalicé mis estudios universitarios en 2012, en pleno apogeo de la crisis económica, y no tuve demasiado margen de elección para dar mis primeros pasos en el mundo profesional. Como mucha gente de mi generación, terminé mis prácticas en una serie en la que no había casi oportunidades de contrato para alguien que no tuviera experiencia. Durante los primeros años, me conformé con sobrevivir en trabajos que nada tenían que ver con lo que había estudiado ni con mis sueños, pero que me permitieron seguir adelante y disponer de más tiempo para escribir y dirigir mis primeros cortometrajes, siempre con muy pocos medios, lo cual es una muy buena escuela para aprender a agudizar la creatividad”.

-¿Siempre te gustó el cine?
“Muchísimo. Tuve la suerte de crecer en una familia en la que la cultura siempre estuvo muy presente y, de alguna manera, creo que a ella le debo, en gran medida, que me picara el gusanillo del cine. Todavía no era un adolescente cuando empecé a devorar películas que alquilaba en un videoclub y se convirtió en uno de mis principales entretenimientos. Crecí en un sitio tan maravilloso y privilegiado como un poco alejado de todo, así que el cine se convirtió rápidamente en una ventana a través de la que empezar a observar todo el mundo que había ahí fuera”.

-¿También el de Almodóvar?
“Pedro Almodóvar es, sin lugar a dudas, mi director de cine favorito, entre todos los españoles y los de fuera. Ver en su momento Todo sobre mi madre o Mujeres al borde de un ataque de nervios supuso para mí un auténtico revulsivo y una enorme inyección de ganas de dedicarme al cine. Más adelante, descubrí otras joyas suyas como La ley del deseo, Hable con ella, La flor de mi secreto o ¿Qué he hecho yo para merecer esto?, películas que fueron para mí la confirmación de mi adoración por los universos que Pedro construye”.

-¿Fue complicado entrar en El Deseo o tuviste suerte?
“Fue sobre todo una cuestión de casualidad. Cuando estaba cursando mi máster, que en concreto fue de Dirección y Producción en Cine y Televisión, tuve la suerte de conocer a Esther García, productora de El Deseo y una de las mujeres a las que más le debe el cine español. Me llamó para trabajar en un cortometraje unos meses más tarde como parte del equipo de dirección, y hasta varios años después no llegó la oportunidad de Dolor y gloria. Creo que pocas veces he estado más nervioso en mi vida que cuando acudí a la entrevista para esa película. Sin duda, la tarde que me llamaron para confirmarme que estaba dentro del proyecto ha sido una de las más emocionantes de mi vida”.

-¿Es la primera vez que trabajabas en un largometraje ?
“Sí. Dolor y gloria ha sido mi primera película, aunque ya había trabajado antes en alguna serie. Aparte de todo lo que aprendí en ella, de mí mismo y del trabajo de los demás, esa película me abrió las puertas para todo lo que ha ido viniendo después. Justo al finalizar la película, el teléfono empezó a sonar cada vez más con más asiduidad, y vinieron Señoras del (h)ampa y La que se avecina, de Mediaset, Way Down (un largometraje de Jaume Balagueró aún pendiente de estreno) y 30 monedas, una serie de Álex de la Iglesia producida por su productora Pokeepsie Films para HBO”.

– ¿Cómo fue la experiencia?
“Dolor y gloria fue un continuo aprendizaje y disfrute. Puedo decir que ha sido el rodaje en el que más relajado me he encontrado. De repente te ves ahí rodeado de gente muy famosa y auténticas estrellas, ya no solo en el equipo artístico, sino también en el técnico, y, si estás bien atento, aprendes todo el rato. El absoluto mimo con el que se trabaja en El Deseo con cada pequeño detalle es lo que marca la diferencia cuando ves el resultado final”.

-¿Es cierto que es muy complicado trabajar con Pedro Almodóvar por el nivel de exigencia que tiene?
“La experiencia no me resultó en absoluto complicada, sino todo lo contrario, un auténtico disfrute. Pedro tiene un nivel de exigencia muy alto consigo mismo y eso es lo que logra contagiar al equipo: que todos queramos dar lo mejor de nosotros mismos. Es muy minucioso y cuida hasta el más mínimo detalle, eso sí, pero esto siempre es algo muy positivo y necesario. Me encantaría repetir en su equipo, y si me llega la oportunidad y no hay un contrato de por medio que me lo impida, me apuntaré sin dudarlo”.

-¿Cómo viviste la noche de los Goya?
“Con absoluta emoción, sobre todo porque no estaba muy seguro de que ocurriera lo que finalmente sucedió. Creo que el cine de Pedro, lamentablemente, no es apreciado de manera suficiente por el público de España y por mucha gente de la propia profesión y, sin embargo, fuera sí que es, por lo general, valorado como se merece. Por suerte, en esta edición de los Goya, se hizo justicia”.

-Además de Almodóvar, ¿Con qué otros directores te sientes identificado?
“Admiro el trabajo de muchos directores y directoras. Por nombrar algunos de aquí, me atrevería a señalar a referentes como Icíar Bollaín, Julio Medem o Álex de la Iglesia, así como a la nueva hornada de directoras españolas que llevan unos años demostrando que tienen mucho que contar: Arancha Extevarria, Andrea Jaurrieta, Nelly Reguera, Carla Simón, Celia Rico o Belén Funes”.

-¿Se hace buen cine en España?
“El cine español es mi favorito y soy un firme defensor de él. Por supuesto que se hace -y se ha hecho- un cine maravilloso en este país. El problema no lo tiene tanto el sector, sino la percepción errónea que tiene una gran parte del público patrio del mismo. La gente critica mucho las películas españolas cuando, en muchos casos, ni siquiera las han visto o se han enterado de que existen. Una vez leí a alguien que decía en una entrevista que ‘hacer cine en España es como mear contra el viento’ y se me quedó grabado. No me he puesto a producir, hasta el momento, más que cortometrajes, pero sí entiendo que es un ejercicio de astucia y perseverancia enorme. Pero luego, por suerte, muchos proyectos logran salir adelante”.

-¿Aspiras a producir tu propia película?
“Por supuesto, mi aspiración última siempre ha sido dirigir. No sé si tanto a producirla, al menos de cara a los primeros proyectos, pero desde luego sí a escribirla y dirigirla. Ya tengo una escrita y muchas ideas sueltas para otras. Veremos a ver qué pasa. Lo de producir lo veo como algo más factible de lograr cuando ya haya dirigido algún que otro proyecto, por la absoluta libertad que te da dirigir algo que a la vez estás produciendo”.

– ¿Qué visión hay que tener para producir una película?
“Es muy importante haber aprendido mucho antes de intentarlo. Y no me refiero tanto a estudiar como sí a trabajar y a ver películas. Esta profesión es un auténtico oficio en el que, además, cuenta mucho el talento y la suerte. Pero antes que nada, hay que ver trabajar a otros y ver su trabajo en pantalla. Así es como más se aprende”.

-¿Consideras que la dicotomía cine de autor-cine de Hollywood o cine comercial es cada vez más acuciante?
“Es una dicotomía estrictamente necesaria. Debe haber un cine comercial que interese a públicos más amplios y luego otro que cumpla más una función puramente artística. Y debería haber espacio para todos. Las plataformas han supuesto un revulsivo y están dando mucho trabajo, pero es una responsabilidad de los gobiernos apostar por no permitir que se hunda la producción de cine independiente”.

-¿Qué le dirías a todos los jóvenes que se quieren abrir camino en el mundo del cine?
“Primero que se formen, que estudien y que vean mucho cine. Y luego, que se esfuercen en trabajar, en demostrarse a ellos mismos y a los demás que son válidos y que tienen pasión. Es cierto que es muy difícil, pero lo que nunca debes hacer es ser tú el que te marques tus propios límites. Si te lo curras, antes o después las oportunidades acaban llamando a tu puerta”.

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