El presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría, Luis Ortigosa, volvió a incidir en que “las enfermedades no conocen fronteras” a la hora de mantenerse en alerta ante la llegada de nuevas patologías y el rebrote de otras que parecían erradicadas. Recluido en su domicilio, Ortigosa señaló a DIARIO DE AVISOS que “me da rabia no poder seguir atendiendo a mis pacientes presencialmente, pero hay que ser consciente de las medidas de protección que todos debemos tomar. En estos momentos debemos luchar contra este virus invisible, unos desde los despachos, las consultas, los hospitales, y otros desde casa. Hay que seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, mantenernos en casa y salir lo mínimo para no exponernos y contribuir a frenarla”.
Muchas familias se cuestionan el cambio de protocolos llevados a cabo por Sanidad en cuando a la atención infantil, priorizando la vacunación de los menores de 15 meses. Ortigosa lanzó un mensaje de calma y recuerda que puede aplazar varias semanas la vacunación de los hijos. “He recibido consultas por parte de varias madres que preguntan si pueden dejar de vacunar a sus hijos y les he dicho que no, deben continuar el calendario vacunal, se puede postponer por motivos de salud del menor, logísticos (falta de vacunas) o de prevención (como es esta situación). No habría ninguna contraindicación formal en el caso de retrasar varias semanas o meses su vacunación. Las vacunas tienen lo que se llama una banda etaria, es decir, el niño es vacunado a los dos meses, a los cuatro, a los 11, a los 15 meses, etcétera. Unas bandas o grupos de edad en el que se recomienda vacunar de unas determinadas enfermedades, porque favorece su eficacia, pero si se retrasa no pasa nada, como se hace por una fuerza mayor, por ejemplo cuando hay una enfermedad del menor”, afirmó.
Asimismo, este miembro del Consejo Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría comprende a los padres que se encuentran preocupados por la evolución del coronavirus, pero lanza un mensaje de tranquilidad. “Las familias están preocupadas porque sus hijos y ellos mismos se pueden contagiar de este coronavirus, sin embargo estamos viendo que no tiene una gran mortalidad, ya que las personas que están falleciendo son mayores y con alguna patología previa. También hemos visto algunos niños afectados, pero son pocos y la mayor parte de ellos también tenían una enfermedad previa”.
Sin quitar importancia al coronavirus, Ortigosa recordó que la gripe común mata más. “Hay sanitarios que venimos alertando desde febrero, antes de que la OMS declarara oficialmente que era una pandemia, que este coronavirus era preocupante y venía con bastante virulencia. Pero si cogemos los datos de la gripe de este año, comprobamos que tenemos 6.000 contagios de gripe en Canarias, con 32 fallecidos y 900 hospitalizados, mientras que en España hay más de 70.000 afectados por ella”.
Ortigosa reconoció la fortuna que hemos tenido de que el Covid-19 llegara en la fase final de la epidemia de gripe en Canarias y España. “Nos ha ayudado muchísimo que no hayan coincidido en el tiempo, y que el coronavirus haya llegado al final de la onda epidémica de la gripe. Si hubieran coincidido las dos explosiones asistenciales a mitad de enero, nos hubieran colapsado el sistema sanitario”.
Coctel peligroso
El pediatra recordó que “no hay que comparar una epidemia con la otra, el coronavirus está provocado por un virus nuevo, del que cada vez sabemos más. Vemos que afecta menos a los niños que a los adultos y debemos estudiar por qué es así, quizás sea por que los mayores de 65 años sufren un déficit de inmunidad que les da mayor propensión a tener enfermedades neumotóxicas (neumonías) y enfermedades del neumococo, y si a eso le asociamos patologías previas (cardiopatías, enfermedades respiratorias, etc.) forman un coctel peligroso”. Por tanto, incidió en que “hay que frenar esta onda epidémica, en primer lugar para proteger a los grupos más vulnerables y, en segundo lugar, para no colapsar el sistema sanitario, evitando que no pueda atender a los pacientes”, reiteró.
Ahora hay que estudiar tanta información disponible con detenimiento. “Hay más de 300 artículos sobre el corononavirus y los científicos están publicando datos cada día. Hay que estudiar profundamente los datos, a quién afecta, los rangos de edad, qué tratamientos son mas efectivos, sus efectos en las embarazadas”, reconoció Luis Ortigosa.
“Esperamos a la segunda oleada del brote para ver si es tan grave”
El presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría, Luis Ortigosa, se mostró espectante ante los próximos avances realizados en los ensayos en vacunas y tratamientos. “Hay varias líneas de investigación que han comenzado las fases de ensayos clínicos para medir la eficacia de sus vacunas. Sin embargo, creo que la vacuna definitiva no llegará pronto, será una cuestión de seis meses o un año, porque debe ser segura, eficaz e inmunológica, es decir, ser capaz de generar anticuerpos para frenar la enfermedad”. También hay que esperar por los “tratamientos que actualmente se llevan a cabo en los enfermos con retrovirales, antivirales, etc., buscando el mejor tratamiento posible”. Además, incidió en aguardar a la segunda oleada del Covid-19. “Esperamos que la llegada del verano permita controlar la pandemia y luego esperaremos a la segunda ola del brote para ver si es tan grave como este y se ha aclimatado. También habrá que estudiar si las personas contagiadas serán capaces de generar anticuerpos, y que en la próxima oleada esos anticuerpos les servirán de defensa. Hay que comprobar si los 14 días de cuarentena son efectivos o deben ampliarse más”.