El reloj no corre a favor de Sergio, Nau, Camila y Alba, cuatro tinerfeños que el pasado 5 de marzo viajaron a Tailandia para pasar 19 días en los paradisíacos rincones del sudeste asiático. Lo que en principio eran unas vacaciones de ensueño se convirtieron en una pesadilla al decretarse el estado de alarma en toda España. A partir de ese momento, los acontecimientos fluyeron con suma rapidez, y a más de 11.000 kilómetros de distancia, en Bangkok, este grupo de canarios no daba abasto para informarse debidamente de todas las restricciones a las que era sometida la población, tanto dentro del territorio nacional como para los desplazamientos desde y hacia el extranjero.
Así es como se quedaron, sin casi ser del todo conscientes en un primer instante, atrapados en la capital tailandesa. Una vez se pusieron en contacto con la embajada española, esta les indicó que debían abandonar el país a la mayor brevedad. De hecho, es tal el frenético ritmo al que sucede todo que ayer “ya era tarde”, según les indicaron, y la posibilidad de que puedan viajar hoy “era el último remedio”, explica Sergio en declaraciones a DIARIO DE AVISOS.
Anoche, estas dos parejas chicharreras se hospedaron en un hotel en el que tenían reserva desde hacía varios meses, cuando comenzaron a planificar el viaje. Aseguran que “estamos tranquilos y bien, lo único es que hemos tenido mucho trote, momentos de nervios, de estrés, sin saber qué hacer”. Al ser preguntados por los trámites que han podido efectuar para regresar a las Islas, señalan que “hemos hecho todo lo posible con nuestra compañía, Qatar, que nos ha adelantado el vuelo para el día 24”, cuando ellos, inicialmente, lo tenían programado “para salir el 27 de aquí y llegar a Tenerife el 28”. Sin embargo, matiza que “la embajada nos ha recalcado” la necesidad de salir lo antes posible para no tener problemas a la hora de aterrizar en España.
COMPAÑERISMO
El director general de la OMS dijo esta semana que el nuevo ensayo clínico sobre el Covid-19 liderado por la autoridad sanitaria internacional se llamaría Solidarity, o lo que es lo mismo, “solidaridad” en español. Y es ese el sentimiento, el valor que más se precia en estos momentos de incertidumbre. Por ello, Sergio no puede evitar mostrarse especialmente agradecido con “la policía y la alcaldesa de mi pueblo [Josefa Mesa, Guía de Isora], porque me han ayudado mucho”. Asimismo, destaca que se han sentido arropados por “un montón de españoles que nos hemos encontrado”; algunos, incluso, procedentes del Archipiélago. “Hemos hecho un grupo de Whatsapp y se han unido 70 personas”, añade.
Hoy irán de nuevo a la embajada, donde “ya nos conocen”, para seguir intentando volver a casa, aunque reconoce que, realmente, “solo nos queda cruzar los dedos para que nos den una buena noticia”.
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