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Alejandro Tosco: “Nos ayudaría mucho hacer la obra por partes e ir abriendo el Círculo”

El artista Alejandro Tosco es desde el pasado 10 de marzo el nuevo presidente del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz, una presidencia que afronta con el único objetivo de reabrir la institución
Alejandro Tosco es el presidente del Círculo de Bellas Artes. / Sergio Méndez

Se define como artista contemporáneo. Pintura, escultura, murales, audiovisuales, en definitiva artista. Alejandro Tosco es todo eso, y, desde el pasado 10 de marzo, además, presidente del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz, una institución cultural casi centenaria que pasa por el peor momento de su historia. Cerrado desde hace casi dos años por no cumplir con la ley de accesibilidad y por la carencia de autorización para acoger algunas de las actividades que desarrollaba, su reapertura se ha convertido en la máxima prioridad del nuevo presidente. Tosco es consciente de la ardua labor que le queda por delante y por ello lo primero que hará será reunir un equipo técnico y jurídico para revisar la situación del Círculo y la probabilidad real de ir abriéndolo por partes. Sabe que desde las instituciones hay compromiso pero también que no se ha plasmado en ningún documento. También admite que el Cabildo les ha ofrecido ayuda íntegra a cambio de ceder la propiedad del inmueble y que es algo que podría solucionar sus problemas, pero también que es una decisión que debe ser tomada por la nueva junta, órgano al que ha invitado a la plancha de Esther Ropón, frente a la que ganó solo por un voto.

-¿Cómo se animó a meterse en esta batalla?
“La verdad es que la peor situación que ha pasado el Círculo, y es la primera vez que se cierra de esta manera. Llevo más de 15 años en la institución, no soy nuevo, he vivido muchas cosas distintas con muchos presidentes y he intentando colaborar con todos ellos. Ante la situación de que esto no cambiaba y bajo la complicidad de algunos socios que me invitaron a presentarme, di el paso. Cando vi que la junta actual cesaba, entendí que no había candidaturas, y empecé a llamar a gente para ver si podía contar con apoyos, y sobre todo, buscar a un buen candidato. La verdad es que conseguí mucha gente buena, todo el mundo me dijo que sí, menos una persona, pero nadie quería ser candidato. Entonces al final, lo que llevo tanto años criticando, no solo en el Círculo sino también en otros aspectos de los artes, que es lo de protestar entre café y café, pero al final no se da un paso al frente, pues me llevó a presentarme al frente de la candidatura que finalmente ha ganado”.

-¿Cómo describiría la plancha con la que ha ganado las elecciones?
“Considero que lo que he hecho es una junta con un equipazo, con profesionales de la gestión cultural, independientemente de lo que sean o los cargos que tengan. A eso se añade que he querido contar con los pocos artistas que nos quedan en el Círculo, porque ese es otra de las cosas fundamentales que voy a intentar recuperar, genera ilusión para que vuelvan los escultores, pintores, escritores, músicos, todos, que vuelvan al sitio donde tendríamos que estar todos tirando del carro. El problema es que vivimos una situación muy grave y el cierre es muy complicado de solucionar, pero yo voy a centrarme en lo que dije, en abrir el círculo. Después ya vendrá todo lo demás”.

-¿Y en qué punto se ha encontrado esa negociación para abrir el círculo?
“En que realmente las instituciones dicen que sí pero todavía no hay nada confirmado, que hay un pequeño proyecto pero que tampoco se ha hecho nada, que hay partes delicadas de abrir pero que, no nos olvidemos, es un inmueble que tiene casi 100 años. Lo que le ha pasado al Círculo, le ha pasado a casi todas las instituciones culturales, con las que se fue muy laxos en el cumplimiento de la legalidad. Ahora, cumpliendo los criterios a rajatabla, algo a lo que no me opongo, el problema que nos encontramos es que los edificios tan antiguos no están adaptados. Eso nos ha hecho mucho daño. Tenemos un teatro magnífico, una sala de exposiciones que creo que es una de las mejores de la Isla, y somos un referente, de las dos tres más antiguas de Tenerife. En resumen, estamos ante una situación muy complicada”.

-Ha manifestado que solo estará al frente del Círculo hasta que se reabra y luego volverá a convocar elecciones…
“Creo que es la necesidad ahora. Opino que era el momento de unirnos y no de votaciones, pero bueno se ha hecho así y aquí estamos. Es un tema muy democrático y se asume. Antes, durante y después de la elecciones he hablado varias veces con Esther (Ropón), y mi intención es unir a los miembros de la otra plancha a la nueva junta, los que se puedan o quieran seguir colaborando”.

-Su victoria frente a la plancha de Esther Ropón fue por un voto…
“Sí. A mi me anularon cuatro votos y la otra candidatura no se le anuló ninguno y al final gané yo por uno. Cuando somos tan pocos en una sociedad tan pequeña creo que dividirnos no es bueno, y creo que es importante no mirar a las personas sino el ánimo que tengan de trabajar. Creo que todos valemos y podemos aportar cosas importantes”.

– ¿Le ha respondido?
“Estamos en negociación de ver y hablar. Creo que tenemos que ser nosotros los que hablemos”.

-Después de estos primeros días, ¿que será lo primero que hará como presidente?
“Lo primero será convocar a un equipo técnico para el tema de la obra, y un equipo jurídico y económico para saber cómo podemos plantear el tema de las subvenciones para sacar la obra adelante”.

-¿Ya se ha dirigido al Cabildo y al Ayuntamiento de Santa Cruz?
“Esta misma semana les pediremos reunión urgente a ambas instituciones para saber en qué punto se encuentra todo. Pero primero tengo que saber desde la parte técnica cómo está la situación. Es verdad que en el caso de la junta saliente sabían pero yo no tengo tanta información”.

-La anterior junta habló de un proyecto de entre 300.000 y 500.000 euros para solventar las deficiencias del inmueble y poder abrir…
“Nosotros calculamos que más todavía, pero, en todo caso, son cifras que no puedo confirmar porque aún no hemos mirado el estado del proyecto”.

-La apertura es inviable del todo en estos momentos…
“No podemos abrir, ya quisiéramos. La cuestión es hablar con los técnicos y ver si se puede abrir por partes. Hacer la obra por partes para que podamos abrir por ejemplo la sala. Ya tuvimos un gesto amable por parte de Urbanismo que nos permitió hacer Merkarte. Si podemos seguir por ese camino y siempre de la mano de la legalidad, nos ayudaría mucho a reabrir”.

-¿Han recibido alguna propuesta similar a la que se le hizo al Ateneo de La Laguna, ayuda económica a cambio de la propiedad del inmueble?
“A nosotros nos han ofrecido algo similar, me costa, pero tenemos que confirmarlo. Que el Cabildo nos pagara parte de la obra o toda la obra a cambio de que pase a la propiedad nombre del Cabildo es una opción muy interesante. Al final una sociedad cultural como la nuestra es cada vez más inviable porque tiene muchos gastos. Por eso tener un padre que nos de la independencia para seguir gestionando nosotros, siendo siempre nosotros los que dirijamos la función del Círculo, a mi es una opción que me parece muy interesante. Nos quitaríamos también futuros problemas económicos. Hay que tener en cuenta que nosotros tenemos una cuota de seis euros al mes, y somos 185 socios, eso nos deja unos ingresos insuficientes para hacer frente al acondicionamiento de un edificio con cuatro plantas, en una zona carísima como la calle El Castillo y también dentro de un conjunto histórico”.

-¿Se ha llegado a plantear la posibilidad de trasladar el Círculo de Bellas Artes?
“Reconozco que he oído esta posibilidad, sería algo también a tratar en la asamblea, pero yo creo que no tiene que moverse de dónde está”.

-¿Cómo va a afectar la presidencia a la producción del artista Alejandro Tosco?
“Me temo que mucho. Pero tengo claro que sarna que con gusto no pica y que al final protestamos mucho pero hacemos poco. Por desgracia, la cultura cada vez está más lejos de la sociedad, y ahí somos culpables todos. Hay que dar un paso al frente. Por esto también va mi reconocimiento a todos los presidentes del Círculo, son casi 100 años con muchas cuestiones, a las que le han dedicado tiempo, dinero y puede que salud. Hay una etapa de tu vida que tienes que dedicar a los demás, y en nuestro caso a la cultura. Tenemos que trabajar para que se entienda que la cultura es fundamental en un un pueblo aunque muchas veces nos vendan lo contrario. También pienso que cada vez tenemos menos apoyo, parece que no interesa”.

-Moverse fuera de la esfera institucional es muy complicado…
“Mucho. Cada vez quedan menos galerías en las que exponer, es que hasta las tiendas de encuadernación están cerrando. Al final somos un sector enorme y que parece que ya por fin nos estamos dando cuenta de ello, que producimos mucho, somos miles, no solo artistas sino también lo que está alrededor. Creo que en Canarias es un sector importantísimo al que no se le ha sacado provecho. Hasta hace poco, una de mis discusiones siempre ha sido que el turismo tenía que ver con la cultura, algo que ahora empiezan a ver. Tenemos que estar de la mano. Desde hace unos años se están dando cuenta…”.

-Desde su punto de vista, ¿por qué cree que el Círculo ha llegado a esta situación?
“La verdad que intento ser positivo y quiero mirar desde hoy hacia el futuro. Quiero entender que todos han intentado hacer las cosas con buena fe, pero al final no se han podido desarrollar todas las cosas. Creo que de todo se sale, la cuestión es el mensaje positivo”.

-¿Qué mensaje le darías a los socios primero y a la sociedad después?
“Al socio la gratitud, que no se haya ido y que no se vaya. A la sociedad que con son seis euros al mes, si tienen un mínimo interés en la cultura, nos pueden apoyar, y una de las maneras es que se hagan socios. Una vez que lo hagan ya pueden colaborar, ya pueden pedir salas, integrarse en el teatro, en todas las disciplinas y hacer una cultura mucha mayor”.

-¿Cree que el Círculo de Bellas Artes se ha mantenido alejado de la sociedad, que se ha mostrado como una institución elitista?
“Reconozco que ha estado bastante cerrado, apartado, no creo que sea elitista. Sí que opino que ese alejamiento ha sido un grave error porque también es verdad que si tu vas a un centro y nadie te recibe y nadie te escucha, no vuelves más y eso es muy importante por lo menos intentar hacerlo, para eso necesitamos socios y que después se integren. Los socios se han ido, se han dado de baja. Me encantaría que todo el sector y me refiero a galerías privadas, publicas, críticos de arte, restauradores, todo el mundo del arte, todas las disciplinas, se acercaran al Círculo, pero ahora lo primero es la obra y la apertura”.

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