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Cuando la guardería y el cole son tu casa

Yuse, técnico de ascensores y Judith Díaz, logopeda, un joven matrimonio de Candelaria, llevan más de 20 días recuperando viejos juegos, haciendo ejercicios y enseñando a sus dos hijos, Naim y Liam, cómo sobrellevar el confinamiento
Yuse vuelva un avión en la terraza de su casa en Icerse,, Candelaria, ante Naim y Liam / DA

Llevan más de tres semanas, como el resto de familias españolas, confinadas entre cuatro paredes, con la ventaja de vivir en un ático en la calle Icerse de Candelaria, “donde nos permite ver todo el Valle de Güímar y no sentir el agobio del confinamiento”, señala la logopeda Judith Díaz, la madre de Naim y Liam, de nueve y un año de edad, y esposa de Yuse, quien tiene licencia para trabajar al ser esencial su labor de técnico-mecánico de ascensores.

“Normalmente tenemos la misma rutina de lunes a viernes. Nos levantamos, vestimos y Naim comienza sus tareas. Mientras yo me dedico al bebé y las tareas domésticas. La mañana se nos pasa volando”, comenta Judith, especialista de audición y lenguaje (logopeda) que lleva unos meses de baja, en los colegios del sur de la Isla donde trabaja, para cuidar al pequeño que acaba de cumplir un año.

Judith ya ha dejado de dar el pecho y está en la etapa de los potajes y compotas para Liam / DA

“Lo peor que llevamos son las tareas porque en casa Naim se distrae constantemente. Además, que soy maestra, se cómo los niños con los padres no hacen lo mismo. Nos torean más. Esta semana parece que ya ha ido acostumbrándose al ritmo y entendiendo que no está de vacaciones. Eso ha sido otro dilema en general de los niños , que no llegan a entender el porqué de esas tareas en casa, de porqué no pueden salir a la calle a jugar a la pelota, por ejemplo”.

“Por la tarde -sigue describiendo el día- Naim juega unas horas a la consola, en esta época abrimos un poco más la mano, e intentamos, cuando llega Yuse sobre las cinco de la tarde, pasar el resto de horas en la terraza con diversos juegos, alguna clase de gimnasia que buscamos en Youtube, cocinamos alguna receta….acabamos con el baño de todos y después la cena y alguna serie o película en la tele”.

Jugar a la pelota es casi una rutina para los niños, gracias a una pequeña terraza en el ático / DA

“¿Qué cómo lo llevamos? Sinceramente, dentro de la encerrona, bien. Yo llevo un tiempo de baja por estar más tiempo con el bebé (Liam), con apenas ganas de salir, por lo que no me ha costado mucho pasar tiempo en casa. El mayor es casi quien más más contento está por vernos a todos en casa. En las primeras semanas le explicamos que pasaba, pero no creo que, con nueve años, sepa realmente entender qué está pasando, y no se cómo reaccionará cuando se entere que vamos a estar otros veinte días más en esta misma situación. Hoy (el sábado) he tenido que ir de nuevo al supermercado para ampliar la compra, porque aparte de que no me gusta salir, es que no debemos hacerlo”.

Las tardes se pasan entre juegos como el ajedrez / DA

Judith Díaz, mientras preparaba las oposiciones para logopeda, ha estado vinculada en tiempo a las guarderías, donde cada verano montaba una rural en el norte de la Isla, una iniciativa que incluso llegó a ganar un premio del Cabildo. “Me encantan los niños, por eso no me agobia estar con ellos en esta situación, no es nuevo para mí, pero, repito, una cosa es que ellos no te tratan como una profesora, sino como una madre, y son ellos quienes terminan marcando el horario”, afirma.

En estos instantes que se habla de héroes anónimos, sobre todo los sanitarios, Judith trasmite un mensaje de aliento para sus compañeras docentes: “Tienen ahora un doble trabajo. El que realizan en casa con sus hijos y el que hacen online con los alumnos y sus padres, un esfuerzo que igual nadie está valorando, pero que resulta muy complejo”, añadiendo que “con este confinamiento, se está cumpliendo aquello que muchas veces le pedimos a los padres, que fomenten estar en familia, que hablen y jueguen con los hijos, un aprendizaje natural muy, muy valioso que ahora hay que aprovecharlo”.

Las videollamadas a la familia son esenciales, como este día para celebrar el cumpleaños de Orlando, padre de Judith y abuelo de Naim y Liam. / DA

Y sobre las consecuencias que ya están aquí y las que vendrán tras esta crisis sanitaria, Yuse y Judith muestran su preocupación por “el batacazo económico que vendrá ahora. Nosotros por suerte, o por desgracia, porque nos tocará pagar de alguna manera estos meses de parón económico, tenemos trabajo pero hay muchas familias que están angustiadas con este tema, más que por el virus en sí”.

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