Su nombre no se ha hecho público, pero es lo de menos. Es uno de los primeros pacientes de COVID-19 que contrajo la enfermedad en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, donde se deduce que trabaja. Ahora ya está “mucho mejor” y se ha convertido en una posible vía de escape para otros que todavía no la han superado.
Él es uno de los participantes del estudio ConPlas-19, un ensayo clínico controlado promovido por el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (HUPHM) de la Comunidad de Madrid.
En el mismo se estudia la eficacia y seguridad del plasma procedente de pacientes curados de la infección por SARS-CoV-2 (plasma hiperinmune) en el tratamiento de pacientes hospitalizados en fase aguda de la enfermedad COVID-19.