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Fraga: “Nuestra esperanza es que el turismo alcance la velocidad de crucero antes de final de año”

Después de 33 años de alcalde, José Miguel Rodríguez Fraga afronta la situación más delicada en sus nueve mandatos como regidor del principal núcleo turístico de Canarias
José Miguel Rodríguez Fraga
José Miguel Rodríguez Fraga
José Miguel Rodríguez Fraga, alcalde de Adeje. Fran Pallero

Después de 33 años de alcalde, afronta la situación más delicada en sus nueve mandatos como regidor del principal núcleo turístico de Canarias, con un cero turístico que ha vaciado de la noche a la mañana los 58 hoteles de su municipio, ha destruido 3.360 puestos de trabajo en un mes y ha provocado que casi 13.000 empleados se vean afectados por un ERTE. El huracán económico de la pandemia golpea con toda su fuerza a la gran sala de máquinas de la isla de Tenerife. Con los pies en el suelo, José Miguel Rodríguez Fraga no deja de darle vueltas al día después, consciente de que si no arranca el motor del turismo, la economía insular se irá al garete. Pese a todo, conserva el optimismo. “Los canarios hemos sabido responder históricamente ante situaciones críticas. Nos va a costar mucho, pero saldremos adelante”, vaticina.

-Más de un mes después desde que se declarara el estado de alarma, vivimos una especie de sensación de irrealidad; ¿Cómo lleva la cuarentena en el plano personal y familiar?

“Como el resto de familias, con extrañeza, intentando echarle imaginación y aprovechar el tiempo leyendo, ordenando papeles, armarios… pero, sobre todo, pensando en cómo empezar a darle vuelta a todo esto el día después”.

-En un hotel de su municipio se produjo el primer brote de Covid-19 en Tenerife. Una prueba de fuego que se superó con éxito y que nos parecía el no va a más, por cuanto se aisló por completo a 900 personas, lo que concitó el interés de medio mundo. Qué lejos nos queda tras el tsunami que nos aguardaba a la vuelta de la esquina…

“En escasos dos meses, aquello, que nos parecía una catástrofe, se ha convertido en una anécdota. Visto con retrospectiva fue una medida acertada. Pudo haber sido terrible y controlamos el foco. Proyectamos un buen mensaje al exterior”.

-¿Qué pasa por su cabeza cuando ve esas imágenes inéditas de hoteles cerrados, playas y paseos vacíos y las persianas bajadas en los comercios?

“Un sentimiento de tristeza, es desolador. Acostumbrados a ver en los últimos años esas zonas turísticas llenas de vida, de movimientos y de actividad, produce un gran impacto”.

-Hay algunas noticias esperanzadoras, dentro de la tragedia que estamos viviendo, turoperadores como TUI y Jet 2 cuentan con reservas para este verano, aunque todo dependerá de la evolución de la pandemia.

“Sí, hay algunos turoperadores con paquetes en marcha. Yo soy optimista y creo que saldremos adelante. Nos va a costar, tendremos que revisar algunos circuitos de actuación, mantener una unidad de acción absoluta y trabajar conjuntamente las administraciones y el sector privado. Ese va a tener que ser el camino, nos va a costar, pero vamos a salir, sin duda alguna. En términos turísticos somos un destino consolidado y lo hemos demostrado en esta última etapa que nos han tocado las plagas de Egipto”.

-Preside la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias. ¿Cómo espera que sea la reactivación del sector?

“La esperanza que tenemos es que antes de final de año empecemos a alcanzar la velocidad de crucero. De todas formas, hay que ser muy prudente, la incertidumbre sobre el tema sanitario es muy grande, porque aún no sabemos cómo va a evolucionar el virus”.

-Se ha comentado la posibilidad de que Canarias pueda adelantar en algunas islas el desconfinamiento. ¿Qué le parece esa posibilidad?

“Yo no quiero ser un laboratorio con la salud, porque si sale bien estupendo, pero como ocurrió con el hotel, yo prefería equivocarme cerrándolo que dejándolo abierto. Tenemos que ser muy prudentes. Con este tema, aquí experimentos los mínimos”.

-La semana pasada inició una ronda de contactos con agentes económicos y sociales. ¿Qué le transmiten?

“Nos hemos reunido con Ashotel, el CEST, la junta directiva de la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias y con los portavoces de la oposición. Esta semana nos sentaremos con los representantes de las pequeñas y medianas empresas y con los sindicatos para seguir buscando soluciones y vamos a pedirle una reunión al presidente del Gobierno de Canarias y a la consejera de Turismo. También le hemos solicitado una entrevista a la ministra. Todos estamos preocupados, pero con una actitud positiva. Por supuesto que la emergencia social hay que atenderla y ayudar a las familias que peor lo están pasando, pero es muy importante generar empleo y mover la actividad económica para que la máquina se ponga otra vez en marcha”.

-¿Y eso cómo se consigue, a través de que planes o estrategias se arranca un motor, nada menos que el de la economía canaria, ahora con una cilindrada reducida al mínimo?

“El turismo tenemos que recuperarlo lo antes posible. El problema es que no depende solo de nosotros, también de los mercados de países emisores, que están en situación parecida a la nuestra. Tenemos que trabajar mucho en la promoción, destacando que somos un destino seguro, que sabemos actuar y reaccionar. Eso nos reposicionará en el nuevo escenario. También hay que promover iniciativas internas y trabajar con las instituciones nacionales e internacionales. A nivel local estamos preparando planes de empleo y hay que reforzar la formación”.

-Hablaba antes de la unidad que, junto con la coordinación, son términos a los que se apela más que nunca para empezar a sacar la cabeza de un hoyo muy profundo. ¿Van de la mano Gobierno de Canarias, Ashotel, sindicatos y ayuntamientos?

“Es que no hay otro camino. Yo detecto que hay voluntad de trabajo coordinado y conjunto. Todos somos conscientes de que si no se arregla el turismo no se arregla la economía”.

-¿Qué lección cree que aprenderemos de esta crisis sanitaria y económica?

“Muchas cosas, empezando por la jerarquía de valores. Hace dos o tres meses, ¿qué era una mascarilla? Algo sin importancia. Ahora es la gran protagonista internacional. Quiero decir que a nivel humano le empezamos a dar importancia a pequeñas cosas, y que somos más débiles y vulnerables de lo que pensamos. Esta crisis nos ha abierto los ojos de la interdependencia. Y a nivel económico tenemos que aprender que situaciones como esta no van a ser tan anecdóticas en el futuro. Confío en que salgamos de este proceso más humanizados y con una mayor capacidad de prevención. Oíamos lo de las pandemias y lo asociábamos a África, parecía que no iba con nosotros. No hemos sabido realmente el significado de la palabra globalización hasta ahora”.

-Su municipio, que siempre ha estado entre los que más empleo generan, sufre en primera persona las consecuencias del frenazo turístico en seco: más de 3.200 parados en marzo, 12.000 personas afectadas por un ERTE, casi 3.500 empresas cerradas y 58 hoteles vacíos. El panorama no puede ser más devastador…

“Hemos liderado los ránkings de creación de empleo y ahora es lógico que seamos los más afectados por la caída de empleo después de un cero turístico absolutamente impensable. Lo importante es recuperar la actividad económica para empezar a revertir la crisis, pero eso dependerá de la situación sanitaria. También me preocupan mucho las pequeñas y medianas empresas. Muchos emprendedores estaban arrancando sus negocios y de pronto le han quitado el suelo debajo de los pies”.

-El Ayuntamiento ha anunciado un plan de empleo como una de las medidas de choque que pondrá en marcha. ¿Qué nos puede decir?

“Una parte de ese empleo lo queremos vincular a la formación, es decir, puestos de trabajo que no solo resuelvan un problema puntual, sino pensando en clave de futuro. También nos estamos preparando para los planes que vendrán, porque tendrá que ser así, tanto del Gobierno de Canarias como del central. Generar proyectos e iniciativas para amortiguar la crisis económica es una prioridad”.

-¿Cómo valora, precisamente, la gestión de esta crisis sin precedentes de los gobiernos regional y estatal?

“Están respondiendo como pueden, porque esta es una situación con unas dificultades enormes. Lo que empezó siendo una gripe mire dónde nos ha llevado. Nos cogió a todos de sorpresa y eso también es un aprendizaje. Tanto el Gobierno de Canarias como el de España están respondiendo como mejor saben o pueden. Otra cosa es que el panorama político no sea tan alentador”.

-¿A qué se refiere?

“A que sigamos instalados en el mismo debate de hace seis meses, como si esta desgracia no hubiera ocurrido. Oigo a la gente del PP haciendo una oposición sin sentido. Claro que tienen que controlar al Gobierno, porque estamos en una democracia, pero la situación y la ciudadanía exigen más altura de miras y más sentido de Estado”.

-Usted, como otros muchos alcaldes, insiste en que los ayuntamientos puedan hacer uso de los superávits municipales acumulados de los últimos años. ¿Cree realmente que se conseguirá?

“Ya hemos cumplido los objetivos iniciales de salir del endeudamiento. Ese dinero está en el banco y lo que pedimos es poderlo gastar en políticas generadoras de empleo, en la atención a los colectivos vulnerables, en promover obra pública… en mover economía en definitiva. ¡Y encima le estamos pagando a los bancos por guardarnos el dinero! Con un millón de euros resolvemos el problema de empleo de 100 familias en el municipio”.

-¿Le recuerda esta situación a la crisis de 2008?

“Es de naturaleza diferente. Aquella era una crisis económica, esta es sanitaria, aunque con unas consecuencias económicas tremendas. No olvidemos que el sector turístico respondió entonces bastante bien y de hecho vivimos los mejores años del turismo en Canarias. Ahora estamos en un cero turístico. El impacto será mucho más fuerte y la salida será más complicada, entre otras cosas, porque nuestros mercados emisores de visitantes están más o menos igual”.

-¿Debe haber un Plan Marshall con Canarias por parte del Gobierno estatal?

“Algo de eso tiene que haber y, desde luego, Europa también tiene que responder. Esto no se puede resolver en términos financieros y bancarios. Es la hora de la solidaridad, pero de todos, y de consolidar el proyecto europeo… o de hundirlo. Porque si Europa no es capaz de responder ante la situación actual me parece que el proyecto común lo tendrá muy difícil”.

-Por último, ¿qué mensaje le transmite a sus vecinos?

“Un mensaje de esperanza. Los adejeros, los tinerfeños y los canarios hemos sabido responder históricamente a situaciones críticas y también seremos capaces de dejar atrás esta pandemia. Nos va a costar muchísimo, pero estaremos a la altura. El caudal de solidaridad que se ha desplegado es impresionante y estoy muy orgulloso de formar parte de este pueblo, de su comportamiento, de su actitud, de su responsabilidad y de su capacidad de asumir una situación inédita”.

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