Agoney González, de 34 años, es uno de los pasajeros del polémico vuelo que despegó a las 11.05 horas de este viernes desde el aeropuerto de Madrid y aterrizó en Lanzarote con una persona contagiada de la COVID-19. Tras abandonar el avión y llegar a la terminal, “nos informaron que habíamos viajado cerca de una persona positiva en coronavirus”, cuenta a DIARIO DE AVISOS Agoney, quien permanece aislado en el Hotel Bluesea Lanzarote Palm, a la espera de una comunicación oficial de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias que le dé “garantías de poder salir con seguridad y no contagiar a personas de riesgo”.
“Nos dijeron que teníamos que hacer la cuarentena y nos dieron la opción de hacerla en un hotel o en nuestra propia casa; varias personas decidimos venir aquí”, explica este pasajero, que viajó detrás de la persona contagiada por el virus. En este complejo turístico situado en la calle Anzuelo, en Puerto del Carmen, “había entre 34 y 36 pasajeros, pero se han ido bastantes”, detalla. Se han marchado porque “nos han llamado desde el Hospital Insular diciéndonos que podemos salir ya a la calle, que el vuelo ha sido de bajo riesgo y que esta persona tenía poca carga viral”, indica Agoney González.
Agoney confiesa que está “sorprendido” y “enfadado” porque “Sanidad tampoco nos garantiza hacernos las pruebas, ni siquiera nos la han ofrecido, aunque se lo hayamos solicitado. Nos han dicho que nos ponen en una lista, pero no tenemos garantías. Estamos intentando ser más prudentes que la Consejería; ni han venido al hotel a hablar con nosotros”. No obstante, este pasajero, que también reside en la Isla, reconoce que Dolores Corujo, presidenta del Cabildo de Lanzarote, se ha comprometido a acudir este domingo a las instalaciones para dialogar con los afectados que han decidido, por seguridad, permanecer en el hotel.
“No queremos poner en riesgo a nadie, aunque la probabilidad sea baja, ni arriesgarnos a salir hasta que al menos nos hagan una prueba”, insiste. Agoney abandonó el avión junto a los 14 pasajeros que mantuvieron contacto con el paciente positivo en COVID-19, quienes están obligados a cumplir la correspondiente cuarentena bajo seguimiento sanitario activo. Según informa Europa Press, estas personas se someterán a una prueba PCR dentro de siete días para saber si han sido contagiados. El paciente en cuestión, por su parte, ha vuelto a dar positivo en el segundo test que le han practicado y, por tanto, continuará aislado.
Siguiendo el protocolo establecido por la Dirección General de Salud Pública y el Ministerio de Sanidad, el resto de pasajeros no están obligados a cumplir un periodo de aislamiento al no haber tenido un contacto suficiente para que se produzca un contagio. Entre ellos la otra persona de ese mismo vuelo que viajó con fiebre pero dio negativo en la prueba PCR. En cualquier caso, Agoney lo tiene claro: “no pensamos movernos hasta que nos den una solución”.
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