crisis coronavirus

Canarias, ante el dilema de salvar la temporada o ser un destino seguro

La firme decisión de las Islas de someter a los visitantes a PCR a la llegada obliga a estudiar formas de financiación de las pruebas
Lufthansa duplica los vuelos a Canarias por Semana Santa tras el alza de reservas
El sector turístico español parte del cero absoluto, tras las medidas decretadas por el Gobierno para prevenir la expansión del coronavirus | SERGIO MÉNDEZ

Canarias sigue en la senda de consolidarse como un destino seguro, aspiración que conlleva establecer protocolos sanitarios que prevengan la expansión del coronavirus: que tanto los isleños como quienes nos visiten se sientan tranquilos. Sin embargo, el sector turístico está desesperado por volver a poner en marcha la maquinaria, visto que, según ha podido saber DIARIO DE AVISOS, ya hay compañías desviando vuelos a otros lugares como Grecia o Turquía, que, aún no aportando absolutas garantías para la salud de los viajeros, satisfacen la sed de algunas personas por aprovechar sus vacaciones y por último parecen haber optado por realizar test en destino. Y en este contexto, pareciera que el Archipiélago debe decidir entre mantenerse firme exigiendo test en origen, o ceder ante las presiones del empresariado.

Pero, de acuerdo con fuentes autoridades de la institución regional consultadas por este periódico, ante la escasa respuesta que ha tenido la iniciativa canaria, el Ejecutivo ha optado por buscar fórmulas para financiar la realización de pruebas diagnósticas PCR a los turistas a su llegada a las Islas, proceso en el que se encuentra inmerso en la actualidad y que puede abordarse en la próxima comisión bilateral con el Estado. De este modo, el Archipiélago conservaría sus credenciales de seguridad, pero sin depender de actores externos.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha intentado, desde el inicio de la pandemia, que se establecieran criterios comunes entre los Estados miembros en aspectos como el desconfinamiento o la apertura de las fronteras para la llegada de turistas. Pero sus esfuerzos parecen haber caído en saco roto, pues Austria, Noruega, República Checa o Polonia comenzaron, a mediados de abril, a relajar las medidas contra la expansión del coronavirus de forma autónoma, sin esperar a que el club comunitario se pronunciara al respecto.

Algo parecido ocurre con el flujo de pasajeros entre países. Alemania es el mejor ejemplo: a partir de mañana, la nación germana permitirá que sus ciudadanos viajen dentro de la UE, del espacio Schenguen y a Reino Unido, quedando excluidas España y Noruega, lugares a los que, incluso, el Gobierno no recomienda desplazarse.

Esta circunstancia, teniendo en cuenta que el 35% del PIB de Canarias depende de la actividad turística, así como el 40% de los empleos -de forma directa o indirecta-, a priori supone un varapalo para quienes han conservado la esperanza de salvar la temporada de verano.

A ello se sumaría otro obstáculo para la reanudación del flujo de visitantes al que estábamos acostumbrados: el presidente del Gobierno regional, Ángel Víctor Torres, ha insistido en que se realicen pruebas diagnósticas de la Covid-19 a los turistas en origen. Una medida que puede reforzar el concepto de las Islas como destino seguro, aunque por el momento no parece convencer ni a clientes, ni a empresas ni a las autoridades del resto de países. Tan solo se ha concretado con Madeira la creación de un corredor que cumpliría este requisito. Es por ello que la Administración realiza trámites para hallar la financiación necesaria para hacer las pruebas PCR una vez los turistas aterricen en cualquier aeropuerto de las Islas.

Según ha podido saber el DIARIO, algunas compañías aéreas y turoperadores ya están desviando vuelos -inicialmente dirigidos a Canarias- hacia lugares como Turquía, Grecia o Marruecos. Al parecer, pese a la pandemia, quienes tenían planificadas sus vacaciones para este verano no quieren perder la oportunidad de viajar, y esto provoca que las Islas, aún contanto con una buena carta de presentación, como son los datos sanitarios o ser elegidas para albergar el primer trayecto de validación de la Organización Mundial del Turismo (OMT) el 8 de julio, pierda puntos respecto a otros destinos que, bien por abrir sus fronteras antes o bien por no ser tan meticulosos con las pautas de prevención frente a la enfermedad, están resultando más competitivos para un sector que busca reactivarse cuanto antes.

GALICIA, POR DELANTE

El presidente Torres defendió esta semana, a fin de justificar por qué no rubricó el pasado jueves -en contra de sus planes iniciales- el decreto que podía convertir a las Islas en la primera comunidad española que saliera del proceso de desescalada, que “no es cuestión de correr, sino de hacer las cosas correctamente”. La decisión de pisar el freno a la suscripción de la orden, que posteriormente sería comunicada al Ejecutivo central, tal y como establece la normativa vigente, es considerada por algunos como una demostración de exceso de prudencia, y es que el Gobierno regional pretende hacer regulaciones específicas para el uso de parques, la celebración de fiestas o protocolos para puertos y aeropuertos, entre otros enclaves públicos.

Y mientras Canarias optaba por esta vía más cauta -y lenta-, el líder gallego Alberto Núñez Feijóo, con ciertos tintes de interés electoral, pues el próximo 12 de julio se celebran elecciones para la Xunta, adelantaba a mañana el paso de la autonomía norteña a la denominada nueva normalidad. De este modo, los galaicos estrenarán esa realidad distinta, que según previsionesnos acompañará, como mínimo, hasta que se desarrolle una vacuna o un medicamento efectivo para el coronavirus.

Recordemos que las islas de El Hierro, La Gomera y La Graciosa, junto con Formentera en Baleares, han ido, desde la puesta en marcha del plan de desescalada del Gobierno, un paso por delante que el resto del territorio nacional en el desconfinamiento. Un privilegio que respondía a la escasa incidencia de la Covid-19 en la población residente en dichas ínsulas, pero que dejarán de conservar desde el momento en que Galicía se adentre en esa realidad distinta.

En el caso canario, la situación relativa al turismo sería más grave que en el archipiélago mediterráneo, pues Baleares espera recibir mañana a distintos grupos de turistas alemanes. Eso sí, a diferencia de las precauciones que está tomando Canarias, lo harán como parte de una prueba piloto en la que los viajeros no se someterán a test previos antes de acceder al avión, pudiendo entrar, de forma excepcional, hasta 10.900 personas procedentes del exterior.

CREDENCIALES

La Gomera registro el primer caso de coronavirus de España. Un reto para las autoridades sanitarias que, a pesar de la presión y el impacto mediático que tuvo la noticia, se saldó sin más casos en la Isla y con la recuperación del enfermo. También en Canarias se confinó por primera vez una infraestructura hotelera por completo, con casi un millar de clientes en su interior, resultando ser una actuación del todo espectacular -a nivel logístico y de incidencia internacional-, pero sin grandes consecuencias. Aparte, hasta ayer, se sumaban diez días sin fallecidos de Covid-19. Sin duda, una buena carta de presentación para el extranjero.

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