El tiempo no ayudó porque estaba nublado y soplaba una ligera brisa que hacía dudar a los menos atrevidos con el agua. Sin embargo, la reapertura al público del Lago Martiánez,’ del Puerto de la Cruz, generó una gran expectación entre vecinos, comerciantes de la zona, y trabajadores del recinto, algunos de los cuales confesaron a este periódico que “ya tenían ganas de empezar a trabajar con la gente”. También de unos pocos turistas italianos y alemanes que se acercaron hasta allí al ver cámaras de televisión.
La apertura de este complejo de piscinas diseñado por el prestigioso artista lanzaroteño César Manrique, es el proceso más claro de vuelta a la normalidad.
En cualquier caso, no completar el aforo un día viernes “es lo más lógico”, declaró el alcalde, Marco González, quien llegó al recinto acompañado de las concejalas de Patrimonio y Desarrollo turístico, Julia Navas y Carolina Rodríguez, respectivamente.
El residente en el municipio, que ha estado preguntando cómo sacarse el carné del complejo y el bono de descuento, que se ha mantenido, es el principal beneficiario. Prueba de ello es que la taquilla no dejó de atender hasta pasado el mediodía a quienes acudían a informarse de los requisitos y la documentación que debían presentar.
“Ojalá podamos colgar este fin de semana el cartel de aforo completo. Sería la mejor noticia para el municipio, el complejo y especialmente para los servicios de restauración, ya que el Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo sacando del ERTE a empleados de Pamarsa, teniendo en cuenta el proceso de disolución en el que se encuentra la empresa pública”, manifestó el alcalde.
Pero también para todos los comerciantes y empresarios que dieron el paso de retomar su actividad en las fases 1 y 2 del Estado de Alarma, donde el Puerto de la Cruz era una especie de ‘ciudad fantasma’ debido a la falta de turistas. “Abrir el Lago es como un espejo para aquellos que aun dudan si volver o no al trabajo, y debe servir de ejemplo para que lo intenten”, subrayó Marco González.
Aunque la apertura la ‘joya de la corona’ de la ciudad era un reclamo casi diario de los portuenses, lo cierto es que se necesitaba culminar una serie de trabajos para que luciera sus mejores galas. Parte de ellos no se aprecian a simple vista, como puede ser la sustitución y reparación de tuberías, mientras que otros, reflejan que la instalación ha sufrido cambios en la jardinería, la pintura exterior y la de todas las piscinas, a excepción del Lago grande, que solo se pintó una parte debido a que el vaso entra en obras en 2021.
“Lo veo todo como más blanco y hay muchas cosas nuevas”, declaró a este periódico Silvia Cornejo, una vecina de Los Realejos, que disfrutaba del primer día de relax.
Otro de los cambios importantes ha sido recuperar el color de la madera del barco, que sufrió desperfectos tras el temporal de viento acaecido en febrero y la piscina del Monumento al Mar, que se encontraba muy dañada en su estructura.
Otra de las novedades es la megafonía, que recuerda cada hora a los usuarios que deben mantener las correspondientes distancias de seguridad, las medidas de higiene y que no está permitido salir del recinto porque es muy difícil controlar el aforo, que es la mitad del habitual, con dos puertas.
De lo que no cabe duda es que el Lago Martiánez le da vida a toda la zona y a la ciudad en general, que todavía aguarda por la llegada de turistas para recuperar la normalidad de siempre.
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