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La oportunidad más excepcional

El Iberostar Tenerife se estrena en la Fase Final de la Liga Endesa enfrentándose al Unicaja de Málaga con toda la ilusión por arrancar con buen pie un camino que quieren alargar al máximo
El Iberostar Tenerife afronta una oportunidad histórica para luchar por la Liga Endesa. / CB Canarias

Tres meses sin que bote el balón y dos semanas para que todo se decida. Así lo quiso el destino y así lo diseñó la ACB para gloria de todos los aficionados al baloncesto mundial. Y es que esta fase final excepcional de la máxima competición espñola será el referente, en estos días, del baloncesto planetario. A falta de confirmación de la NBA y con las principales ligas europeas chapadas, la Liga Endesa es ese maná que rescatará a los que no tenían agua en el desierto del Covid-19.

El Iberostar Tenerife será uno de esos 12 privilegiados equipos elegidos para luchar por el cetro nacional en una competición que va más allá del atractivo. Será como una Copa del Rey a lo grande, con la oportunidad de jugar un mínimo de cinco compromisos en los que se podrá cumplir con los patrocinadores particulares y los patronales y con la posibilidad de, estando atinados, colarse en la penúltima ronda donde un único partido dará paso al duelo decisivo.

Es la locura de marzo de la NCAA trasladada a la última quincena de junio de la ACB. Nunca antes en la historia de la competición hubo tanto interés y ahí estará el equipo lagunero que se verá las caras de entrada con uno de los cuatro campeones de liga que le han tocado en suerte en su grupo, el más exigente de los dos, con diferencia.

El Unicaja, histórico ganador de liga, copa y competiciones europeas, será el primero de los cinco oponentes de un camino inicial que los de Vidorreta cerrarán ante el favorito unánime del grupo, el FC Barcelona. Pero echándole algo de cholismo al asunto, la cosa va partido a partido y en este inicial haby que medirse a un equipo tan mermado como reforzado donde no estarán Jaime Fernández o Toupane, pero sí lo harán Gal Mekel, Axel Boutelle y Marko Simonovic, además del potente y equilibrado arsenal del resto de miembros del plantel cajista, subcampeón copero este año.

Como decía Sasu Salin en los días previos al inicio del carrusel, el Iberostar Tenerife no tiene que preocuparse por los demás equipos. “Tenemos que ser nosotros, con nuestras características, así podremos competir y ganarle a cualquiera”, decía el escolta finlandés sobre una competición que si algo permite es que ese cualquiera se pueda colgar el privilegio de alzar el trofeo de campeón.

“Esta ha sido como una pretemporada diferente, al final salen 31 entrenamientos y 37 días desde que empezamos, el equipo está conjuntado a nivel táctico y con las incógnitas de ver cómo estaremos de acierto”, señalaba ayer Txus Vidorreta, que señalaba que este “es un buen formato” de competición con la suficiente “solidez y atractivo”.

Sobre su rival de hoy, el técnico de la escuadra lagunera advirtió que “en la primera jornada hay tres opciones de sorpresa, a ver si se produce alguna sorpresa y somos nosotros los protagonistas”, pero señaló que para ello hay que superar a un rival “muy completo, con jugadores nuevos respecto a los que nos enfrentamos en la liga, tienen mucho potencial exterior aún con la ausencia de Jaime Fernández. Es un equipo con muchos jugones, una de las claves del partido será precisamente el ver cómo podemos frenar su juego exterior”.

En la otra acera, Luis Casimiro resumía que su principal preocupación sobre el Iberostar Tenerife era la condición de “potencia emergente” dentro del baloncesto nacional de un rival “que es muy largo, con un gran arsenal táctico y físico y con muchísimos jugadores, con ex jugadores nuestros que puedan tener una motivación más por medirse a nosotros en una competición como esta donde lo más importante para nosotros somos nosotros mismos”.

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