reyes del mambo

Juan Luis Calero: “Ahora mi gran proyecto de vida es abrir la ventana cada mañana”

Actualmente lo podemos ver en RTVC, en La Ventana de Calero, un espacio de humor que se emite en diferentes franjas en televisión, radio e internet: un viaje muy especial por las Islas Canarias acompañado, como no, de sus entrañables personajes, La Señora y El Caballero
Juan Luis Calero. DA
Juan Luis Calero. DA
Juan Luis Calero. DA

Conocido por su larga carrera en los medios, el carismático Juan Luis Calero Santana, nació en Las Palmas de Gran Canaria un 8 de febrero de hace unas décadas. Actualmente lo podemos ver en RTVC, en La Ventana de Calero, un espacio de humor que se emite en diferentes franjas en televisión, radio e internet: un viaje muy especial por las Islas Canarias acompañado, como no, de sus entrañables personajes, La Señora y El Caballero.
Menos sabido es que este gran referente del humor en Canarias, quien fue reconocido con el Premio Taburiente 2016 de DIARIO DE AVISOS, es un hombre de carácter intimista, que disfruta de la pintura como hobby (alguna exposición tiene por ahí pendiente), y que es graduado en Filosofía y Máster Universitario en Filosofía Teórica y Práctica, especialidad Historia de la Filosofía y Pensamiento Contemporáneo.

-¿Ser filósofo ayuda a ser mejor humorista?
“Tengo un concepto tan normalizado de mi profesión que ser humorista no me pone en otra dimensión pero, todo lo que sea estudio, profundizar en el saber, tiene una repercusión inmediata en el humor, ver la vida con más alegría. Hay quien usa la filosofía para arrinconarse en la tristeza o incluso para justificar la violencia, yo no. De cualquier manera, todos somos filósofos, yo solo soy una persona que estudió filosofía”.

-¿Cómo empezó esa vida dedicada a hacer felices a los demás?
“Yo soy una persona muy tímida, a mí me empujaron a los escenarios. Lo cierto es que desde niño me encantaba hacer imitaciones. Imitaba a los personajes de mi vida cotidiana, el caminar de un anciano, el señor que traía el gas butano a casa… llegué a hacer procesiones con todos los pasos para los vecinos [se ríe al acordarse de su ocurrencia en aquellos momentos], y me gustaba contar chistes por los que a veces me daban monedas que yo gastaba en comprar maíz para mis palomas y archita, que es una lenteja pero mas gorda”.

-¿Es particular el público canario, o a la hora de sacar una sonrisa somos todos iguales?
”Al fin y al cabo el hacer reir es universal, creo que da lo mismo si el espectador es canario o de donde sea. Tengo unos amigos japoneses que cuando les traducen mis chistes se parten de risa. Yo creo que los seres humanos somos iguales en todo el planeta, nos reímos de lo mismo”.

– ¿Qué hace reír a Juan Luis Calero?
“El día a día. Si nos fijamos hay muchos gestos a nuestro alrededor que nos hacen sonreir. Yo soy una persona más bien callada, tranquila, no soy hombre de carcajadas, ni voy de gracioso por la vida. Ya lo decía mi abuela, más vale caer en gracia…”.

-Y fuera de bromas, ¿qué es lo que le pone serio?
“La violencia, la pobreza, la privación de libertad. La libertad es lo más grande que tiene el ser humano, lo hemos comprobado durante el confinamiento. Lo hemos visto en esta época en la que hemos tenido que quedarnos en casa y eso que tenía fecha de caducidad”.

– Ha vivido mucho tiempo en Madrid, ¿se vive mejor allí que aquí?
“No, realmente es otro paisaje y forma parte de mi geografía vital, no hago distincion. Canarias es mi residencia, mi núcleo, el lugar donde he nacido, donde tengo mi familia y muchos amigos, y la cultura con la que he crecido. Madrid es una extensión de esa geografía que uno tiene, porque uno no se queda atrás, sino que amplía ese círculo de vivencias. Yo no sirvo para quedarme acurrucado en una esquina de mi vida”.

– Le siguen acompañando sus famosos personajes La Señora y El Caballero, ¿alguno de los dos es su favorito?
[Se lo piensa un poco] “No lo sé, ambos son personajes que reflejan aspectos de la idiosincracia canaria, conservan gran parte del habla popular de las Islas. Eso se lo dejo al oyente. Yo por mi parte soy actor, y cuando finalizo de darles voz, ahí termina. Soy como Clint Eastwood, que cuando termina de actuar se va a su casa y no se pone a dar tiros por los pasillos, a mí me pasa lo mismo”.

– Hablando de cine, ¿cuál es su película favorita?
“He visto mucho cine, pero tengo mala memoria, y muchos títulos rondando en mi cabeza, pero siempre respondo Cayo Largo, por decir algo. Del cine me gusta mucho fijarme en los montajes, y en los doblajes clásicos. El tercer hombre, es otra película que también se me viene a la mente”.

-¿En qué proyecto anda ahora metido?
“En ninguno: proyectos cero. En realidad, mi gran proyecto de vida es abrir cada mañana la ventana, y así lo estoy haciendo en la Televisión Canaria todos los días. Cuando uno abre la ventana ve amanecer, entran los aromas de la calle, las voces de los niños, la brisa del mar, del campo. Abrir una ventana siempre supone airear no solo la casa , sino también la cabeza. La Ventana de Calero nació en el confinamiento, y sigue todavía viva, producto del teletrabajo. En estos meses he estado trabajando desde mi casa, con un mensaje realista pero, también lleno de afecto a los demás, con una parte informativa pero, alegre también, que mucha falta hace”.

-Está ahora en Fuerteventura, ¿piensa quedarse por el momento en la isla majorera?
“Sí, tengo una casa aquí desde hace ya más de 30 años, que se dice pronto, y aunque estaba en Madrid, tuve la suerte de coger el último vuelo que salía para la Isla antes del confinamiento. Tenía pasajes para Tenerife, pero el vuelo fue cancelado, y me he quedado por aquí”.

-Periodista, director, guionista, presentador de radio y TV, humorista, actor… ¿Qué le ha quedado en el tintero?
“Ser sacerdote, siempre he sentido esa vocación. Alguna vez me planteé hace años entrar en el seminario, y he pensado en hacerme diácono permante”.

TE PUEDE INTERESAR