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Noemí Santana: “La crisis social era ya grave antes de la pandemia y no queremos que se convierta en dramática”

“En líneas generales, estamos satisfechos con este primer año, ya que hemos mejorado todos los índices y Canarias estaba más preparada de lo que hubiera estado el año anterior para afrontar una situación tan difícil como fue la que nos ha tocado sobrellevar en la emergencia de la Covid-19", afirma la consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud
Noemí Santana cumple un intenso año al frente de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud. | DA

Noemí Santana cumple un intenso año al frente de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, un período marcado por la llegada del coronavirus y, además la crisis económica y social generada, aumentando los preocupantes ratios de riesgo de pobreza y exclusión en las Islas. Sin embargo, dentro de lo que Santana considera los hitos de su área en este período, destacan el Ingreso Canario de Emergencia (ICE), la modificación de la PCI, la puesta al día de los carnés de familia numerosa, el fomento del acogimiento familiar, un notable avance en dependencia, la gestión de las residencias de mayores y la discapacidad durante la pandemia, así como la política de igualdad y la campaña de autor de Mascarilla-19.

-¿Cabe hablar de valoraciones al cabo de este primer año de mandato?

“En líneas generales, estamos satisfechos con este primer año, ya que hemos mejorado los índices y Canarias estaba más preparada de lo que hubiera estado el año anterior para afrontar una situación tan difícil como fue la que nos ha tocado sobrellevar en la emergencia de la Covid-19. Habíamos hecho los deberes como, por ejemplo, dotando de más recursos a los Ayuntamientos, tanto a través de fondos del Estado de la lucha contra la pobreza, que se entregaron 12 millones, como a través del plan concertado, que se incrementó el 11% los fondos a los ayuntamientos. Además, lo cobraron entre cuatro o cinco meses antes de lo que venían haciendo habitualmente, lo que hizo que en enero ya hubiéramos transferido el dinero y les ayudó muchísimo en la crisis del coronavirus, porque tenían los recursos. Ellos son la primera puerta de entrada de los ciudadanos a la administración y esa agilidad en la gestión de los recursos les ayudó. En el marco de la pandemia, también hay que destacar como muy importante el haber sacado el Ingreso Canario de Emergencia (ICE), una prestación única a nivel estatal, en la cual previendo que se aprobaría el Ingreso Mínimo Vital (IMV), ideamos una ayuda puente para las familias que no tenía ningún tipo de ingreso mientras llegaba la ayuda estatal, el ICE ha llegado a más de 28.000 personas y eso ha sido muy positivo, pues ha sido la ayuda más potente que se ha realizado en la Comunidad, y además sin que las familias tuvieran que hacer ningún tipo de traslados ni mover papeles, sino a través de una llamada telefónica se ha resuelto en menos de dos meses. También hay que destacar que hemos puesto la Prestación Canaria de Inserción (PCI) al día, ya que cuando nosotros llegamos habían unas 5.000 familias beneficiadas y ahora hay unas 8.000. También se están acelerando todas las ayudas que emanan de Servicios Sociales, como Dependencia, Discapacidad, pensiones no contributivas, etc. También se ha hecho un gran trabajo en Dependencia. En el último informe del Imserso nos reconoce como una de las mejores Comunidades que han gestionado la dependencia en este período de confinamiento”.

– ¿Hay cuestiones que pasan desapercibidas y merecen ser subrayadas tras un año bajo los efectos de la pandemia?

“En este sentido, creo conveniente destacar el reconocimiento del grado a las personas con diversidad funcional que hemos acordado renovar automáticamente por un año a los que ya lo tenían. Además, creo que hemos abordado muy bien la gestión de las residencias. Hemos puesto todos los protocolos de coordinación de las residencias y centros sociosanitarios, se han realizado más de 14.000 pruebas PCR a usuarios y trabajadores. Además, las inspecciones, en coordinación con las Policías Locales y Autonómica a estos centros, comprobando los protocolos y las órdenes que se les habían dado las consejerías de Asuntos Sociales y Sanidad, reflejan que fuimos la región donde, menos muertes tuvimos en las residencias. Y no quiero olvidarme del éxito de Mascarilla-19, que no solo ha sido una medida muy potente aplicada en Canarias, sino que ha sido copiada por otras regiones, y países de todo el mundo y que solo le costó al Instituto Canario d e Igualdad (ICI) 130 euros llevarla a cabo”.

-En pleno trabajo de repensar la PCI y la Renta Canaria, les tocó sacar una renta de emergencia. ¿Esperaba el interés que despertó entre la ciudadanía canaria?

“Nuestra principal tarea dentro del pacto de las flores era sacar adelante la Renta de Ciudadanía, tanto por la ley de Servicios Sociales como el Estatuto de Autonomía de Canarias, y cuando teníamos un buen trabajo avanzado llegó esta situación de emergencia sanitaria y a la vez que había que aplanar la curva sanitaria teníamos que aplanar la curva del riesgo de la pobreza y exclusión social, y todo el Gobierno de Canarias fue sensible ante la dura realidad que llegaría, había que proteger a las personas y a toda nuestra población que se vio inmersa en un ciclo de vulnerabilidad. La fortuna también ha sido contar con Gobierno en el Estado, que adelantó antes de lo previsto el Ingreso Mínimo Vital (IMV), que nos parece que es la política más reveladora y revolucionaria que se ha hecho en el ámbito social nuestro país, y que en Canarias ayudará a cerca de 50.00 familias. El coronavirus nos cambió los esquemas, y el Ingreso Canario de Emergencia (ICE) nos permitió sacar lo inmediato, teníamos que dar respuesta a aquellas familias que no tenían ingresos. En las Islas existen muchas personas que no tienen apenas ingresos, que tienen trabajos precarios y otras que trabajan en una economía sumergida, que se quedaron sin ingresos. Esa ayuda fue muy necesaria para ellos”.

En el marco de la pandemia el equipo de Noemí Santana sacó adelante el Ingreso Canario de Emergencia (ICE). | DA

-Un reciente informe afirma que Canarias lidera la pobreza severa en España con 341.041 personas en riesgo. ¿Qué se puede hacer para mejorar?

“Esta semana me reuní con el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, y le pedí que el Plan de Lucha contra la pobreza y la exclusión social tenga un carácter plurianual. Hay que mantener la financiación para acabar con los altos índices de pobreza y exclusión social que hay en Canarias. La situación social ya era grave antes de la pandemia y no queremos que se convierta en dramática. También estuvimos hablando en cómo podemos encajar nuestra futura Renta de Ciudadanía, en el reglamento que se está desarrollando del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Tenemos que saber qué complementos se pueden aplicar desde las Comunidades para mejorar esas prestaciones. Nos gustaría presentar en el Parlamento en el mes de octubre la Renta de Ciudadanía de Canarias. Los fondos contra la pobreza no deben ser moneda de cambio político, sino tener una estabilidad”.

-Se ha mejorado en dependencia y discapacidad, la asignatura pendiente del área durante muchos años. Encontraron expedientes sin tramitar en gavetas, con falta de personal…

“Creo que algunos avances han sido positivos, como lo demuestran los datos, a pesar de que la llegada de la pandemia no nos ha permitido mejorarlos más. Por ejemplo, la valoración de los expedientes de dependencia se paralizaron, porque tuvimos que salvaguardar la salud de nuestros trabajadores y de las personas a las que iban a visitar, que normalmente son colectivos de riesgo. Cerramos valoración, pero toda este personal se puso a sacar los expedientes que estaban retrasados en el baúl de los recuerdos. Nos hemos puesto al día con los expedientes de la etapa de Inés Rojas y los de Patricia Hernández, y ya estamos con los de los primeros meses de la anterior consejera, Cristina Valido. A día de hoy, en Canarias hay muchísima gente esperando ser valorada, reconocidos sus derechos y que puedan recibir las distintas ayudas a las que tienen derecho. Este es nuestro gran reto. Nosotros estamos ahora planteando un nuevo modelo o fórmula de tratamiento del sistema de la dependencia, ayudándonos de las nuevas herramientas. Estamos implantando tanto el programa informático que nos ayudará a agilizar los trámites, como los modelos que han funcionado en Comunidades como Baleares, Euskadi o Valencia. El mayor problema que tenemos es la falta de personal y lo hemos hablado con el Ministerio. Tenemos las manos atadas con la ficha financiera, los requisitos y los obstáculos que ponen a la contratación pública, todo se retrasa y el funcionamiento de la administración dificulta la contratación de personal para gestionar los expedientes. Hemos tirado con creatividad y nuevas ideas que nos han permitido avanzar con los recursos que tenemos. Nos gustarían que fueran más, y estamos luchando para que así fueran, pero no nos quedaremos quietos lamentándonos, que creo que fue un fallo de la anterior consejera y del anterior Gobierno, quejarse de la falta de recursos y de personal y abandonar. Trabajamos con lo que tenemos y no pararemos, seguiremos avanzando en rebajar las listas de dependencia”.

-Todavía hay muchos expedientes en el limbo, o bien aprobados pero sin poder recibir ayuda…

“Estamos trabajando en ese sentido. Hace unas semanas salió una noticia que decía que en Canarias habían fallecido en cuatro meses 1.200 personas esperando la dependencia, y no es así que fallecieran este año, el trabajo que hemos hecho ha generado que se hayan sacado expedientes de hace más de cuatro años. Por tanto, estamos resolviendo todas esas cajas y cajas de expedientes pendientes, que nadie le había hecho caso y que ahora estamos intentando darles salida y buscando alternativas para poder atenderles con la mayor agilidad y brevedad posible. Un año es poco tiempo para poder dar un giro de 180 grados en tema de dependencia, sería un milagro no una gestión política, una legislatura tiene cuatro años, ya hemos mejorado los índices, y no me voy a equivocar si digo que cuando este gobierno termine su mandato, lo hará con unos datos muchísimos mejores de los que había cuando recogimos el testigo, y espero que la gente valore esto y nos dé la confianza para continuar. Estamos poniendo atención y tengo la certeza de que la dependencia tiene arreglo”.

“Recibir la resolución de mi abuela fue una sensación de respiro”

Noemí Santana Perera (31 de enero de 1984, Las Palmas de Gran Canaria), sustituyó a Cristina Valido al frente de la Consejería que ahora se denomina de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud. Una de sus apuestas ha sido implantar un ingreso de emergencia que ha paliado las gravísimas secuelas de la crisis del coronavirus tras el cierre de prácticamente toda la actividad económica. Otro de sus desvelos es mitigar la doble vulnerabilidad de las personas con discapacidad y diversidad funcional. El empujón de su área en este año ha rebajado las listas de espera y ha sacado a la luz más de 1.200 expedientes de fallecidos, incluso de hace seis años, y que hasta ahora nadie fue capaz de informar al Estado y que se suman a los más de 28.000 que se estima desde 2007. Entre estos últimos estaba el expediente de su abuela. “Entre mis tíos sentó bien recibir la resolución del expediente, fue una sensación de respiro, de que ya está resuelto, está cerrado, después de tanto tiempo. Creo que mucha gente podrá descansar y pensar que no se perdió su expediente”.

Noemí Santana repasa un expediente en su despacho. | DA

-Las críticas políticas en un área tan sensible son habituales. Usted las hizo en la oposición y ahora las recibe en el Gobierno. ¿Comparte alguna de las medidas que proponen? ¿Se adoptarán?

“Los hechos se pueden contrastar y, a día de hoy en Canarias, con un año de gestión, ha mejorado la situación en el ámbito social, y en ese sentido me siento satisfecha. Pienso que se puede hacer mucho más, y creo que las críticas cuando son constructivas son necesarias, y las escucho vengan de donde vengan, y en ese sentido, las que vienen a construir, bienvenidas sean. Pero no entiendo las críticas destructivas, las pataletas y, en algún caso, por el hecho de no ser ellos los que están gestionando. Cuando estaba en la oposición realizaba unas críticas fuertes, pero iban acompañadas de propuestas, y eso es lo que le falta a algún miembro de esta oposición que está carente de ideas”.

-Afirmaba hace meses la importancia del trabajo de las ONG, pero, sin embargo, en el reparto de ayudas del IRPF muchas han vuelto a quedarse sin poder sacar sus proyectos adelante.

“El principal problema de la ayuda del IRPF es que son gestionadas por las Comunidades, pero viene cerrada desde el Estado, que, además, nos marca la cuantía de la convocatoria. Teníamos 7 millones de euros y se presentaron proyectos por valor de 20 millones, por lo tanto, al ser una concurrencia competitiva, hay proyectos que se quedaron fuera y no significa que no sean válidos y por, supuesto, nos gustaría darles continuidad. Hemos hablado con el Ministerio para que en la próxima convocatoria se incremente la cuantía, pero eso seguirá siendo insuficiente. Esperamos que con la Ley de Servicios Sociales se resuelva parte del problema, ya que los proyectos de gran envergadura no acudirán al IRPF y se presentarán al plan concertado, a través de convenios plurianuales, lo que dejaría margen a que para el IRPF quedara para otras ONG. La solución inmediata para estos proyectos que quedaron fuera es dotar de más dinero a la subvenciones que han salido de las distintas direcciones generales para que así puedan cubrirse a través de esas convocatorias. Nos hemos reunido para ver el grado de ejecución del presupuesto y si hay partidas libres a las que destinar el dinero que podría liberarse del PCI al entrar el vigor el IMV”.

-Otra de las líneas de actuación ha sido la protección a los menores y juventud en riesgo. ¿La infancia sigue siendo una asignatura pendiente?

“La Consejería está trabajando en proteger a la infancia y a la juventud. Queremos potenciar el programa de acogimiento Familiar, ya que en las Islas más de 1.440 niñas y niños residen en centros y pisos de acogida. También trabajamos en una renta de emancipación para las personas más jóvenes y ayudas para que puedan continuar sus estudios con normalidad, sin preocuparse de si sus familias no tienen recursos. En cuanto a las ayudas a las familias, por primera vez en años, no hay lista de espera en la gestión y tramitación del carné de familia numerosa”.

-Ahora repunta el fenómeno migratorio.Se ha incrementado la llegada de migrantes no acompañados. ¿Cómo están los centros?

“En primer lugar, hay que enviar un mensaje de tranquilidad. Los niños y niños que llegan al Archipiélago están en perfectas condiciones, están en recursos alojativos perfectamente adaptados a sus necesidades y, en ningún momento, se puede comparar con las lamentables imágenes que hemos visto con los adultos. Los menores están bien cuidados, protegidos. Hemos hablado con el Estado en la necesidad de que otras Comunidades Autónomas sean solidarias. En Canarias no tenemos ningún problema en asumir a estos niños y darles el mejor de los cuidados, pero otros territorios deben aliviarnos y liberar plazas para seguir acogiendo a niños que nos llegan cada día”.

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