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Las mafias intensifican su actividad en la ruta hacia las Islas Canarias

Un cayuco con 16 migrantes, 13 hombres y tres mujeres, fue rescatado en alta mar en Gran Canaria y trasladado a Los Cristianos; otros cuatro varones llegaron por sus medios a la costa de Granadilla
Traen a Tenerife a 16 ocupantes del cayuco localizado al sur Gran Canaria. Fran Pallero
Traen a Tenerife a 16 ocupantes del cayuco localizado al sur Gran Canaria. Fran Pallero
Traen a Tenerife a 16 ocupantes del cayuco localizado al sur Gran Canaria. Fran Pallero

La crisis migratoria en la que está sumida Canarias desde que las mafias intensifican su actividad con las calmas de las aguas en estas fechas sigue sumando llegadas a nuestras costas. Ayer arribaron a Tenerife 20 migrantes procedentes del continente africano. Casi al mediodía, la Cruz Roja prestó asistencia a cuatro varones que llegaron por mar al litoral del municipio de Granadilla, y de los que se desconoce si lo hicieron por sus propios medios u ocultos como polizones en alguna embarcación. Tras ser atendidos y realizarles las pruebas de coronavirus, todos pasaron a disposición policial.

Horas más tarde, la patrullera Río Tajo de la Guardia Civil rescató a 13 hombres y tres mujeres que iban a bordo de un cayuco, que fue detectado por el radar del SIVE cuando navegaba a unas 14 millas al suroeste de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, y lo desplazó hasta Los Cristianos.

A su llegada al muelle aronero, los ocupantes de la embarcación fueron atendidos por personal de la Cruz Roja que desplegó el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencia (ERIE) especializado en Ayuda Humanitaria a Inmigrantes, así como personal sanitario del Servicio de Urgencias Canario.

Todos fueron valorados y se les praticaron, además, diferentes pruebas para la detección del coronavirus. Ninguno precisó su traslado a un centro sanitario de la Isla y, tras unos minutos de espera, fueron llevados en una guagua hacia las dependencias habilitadas, donde pasaron a disposición policial.

Estos grupos de personas que sueñan con llegar a Europa en busca de un porvenir mejor optan por la ruta más larga y peligrosa, en ocasiones engañados sobre su destino final. Es un goteo que parece que no tendrá fin hasta que no se mejoren las condiciones económicas y sociopolíticas en los países de origen.

Por otro lado, la pandemia del coronavirus ha recrudecido las actitudes seudo racistas entre algunos habitantes de las Islas, avivadas por el miedo y los mensajes de algunos grupos políticos, según denunciaron las autoridades locales, conscientes de la tradición migratoria de Canarias, como pone de manifiesto nuestra presencia en América, fruto del masivo éxodo de isleños hacia aquellos destinos en tiempos de hambruna.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió ayer con el jefe del Ejecutivo canario, Ángel Víctor Torres, en Lanzarote, donde el primero está pasando sus vacaciones. En relación a la llegada de migrantes, Torres señaló su “repudio más absoluto a cualquier gesto xenófobo, porque eso lo que hace es minimizar a la sociedad y empequeñecernos como seres humanos”. Además, subrayó la necesidad de actualizar los convenios con los países de origen, pero, aún así, cuando los migrantes llegan a Canarias “deben tener una digna acogida en espacios adecuados”, según dijo.

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