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Pestana advierte: más policía y multas de 30.000 euros por fiestas ilegales

El delegado del Gobierno central en el Archipiélago anunció que se incrementará la presencia de los agentes para evitar incumplimientos de las medidas sanitarias, al mismo tiempo que avanzó fuertes sanciones para quienes organicen encuentros en los que se ponga en riesgo a la población
Anselmo Pestana mantuvo una reunión técnica ayer con representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para evaluar las acciones que se han emprendido hasta la fecha. DA
Fiesta en Las Verónicas. L@s Jardiner@s
Fiesta en Las Verónicas. L@s Jardiner@s

D. TOVAR / AGENCIAS

El delegado del Gobierno central en las Islas, Anselmo Pestana, dio a conocer ayer, tras una reunión técnica con representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para evaluar las acciones que se han venido desarrollando en la lucha contra las fiestas ilegales y los botellones desde que terminó en estado de alarma, que se van a intensificar los dispositivos policiales en el Archipiélago para disuadir este tipo de eventos, los cuales han sido señalados como los principales causantes de los nuevos brotes identificados en la comunidad, con especial incidencia en la provincia de Las Palmas.

Toda vez que los últimos datos sobre propagación del coronavirus en el ámbito autonómico muestran un “notable aumento” de casos positivos en personas menores de 30 años, enmarcadas en el espectro de edad que -según la Ley Canaria de Juventud- se consideran jóvenes, Pestana aseguró que desde la Administración estatal continuarán reforzando el “ataque a los incumplimientos” de las medidas contra la enfermedad, tales como el uso obligatorio de la mascarilla, que también fue acordado ayer por el Gobierno de Canarias, tanto para espacios públicos abiertos como cerrados, y la distancia de seguridad, fijada en un metro y medio.

Al respecto, expuso que en ningún caso el desarrollo de actividades de ocio “está reñido con seguir cumpliendo con las normas establecidas” por las autoridades sanitarias, ya que pueden tener lugar siempre que se tengan presentes y se respeten las pautas anteriormente mencionadas, complementadas, además, con el lavado frecuente de las manos. Esta última medida, que muchas veces se obvia o se da por sobreentendida, está pensada para evitar que las partículas lleguen a los ojos o a la boca, de ahí que también se recomiende evitar tocarse la cara.

De otra parte, el socialista palmero lanzó un aviso a aquellas personas, colectivos o empresas que tuvieran en mente desobedecer las normas. Quienes “realicen fiestas sin licencia municipal, con grandes aglomeraciones, serán sancionados con hasta 30.000 euros”, afirmó, al tiempo que dijo que, gracias a las actuaciones policiales, se ha logrado disuadir a “muchos” organizadores de este tipo de eventos multitudinarios ilegales en las últimas semanas. Pero, debido al recrudecimiento de la situación, avanzó que se van a intensificar los dispositivos policiales, porque, “además, es una competencia desleal con quienes cumplen de manera escrupulosa con la ley”.

Cabe recordar que en las últimas semanas se han sucedido las celebraciones sin autorización en distintos puntos de la geografía canaria. Principalmente convocadas mediante las redes sociales o cadenas remitidas por aplicaciones de mensajería instantánea, dichas fiestas han causado especial preocupación a las autoridades, que no han cesado en sus intentos de prevenirlas con campañas de concienciación y avisos dirigidos al colectivo joven.

CAMPAÑAS

Precisamente ayer, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias publicó un nuevo spot publicitario -con vistas a causar impacto- llamado La última copa. En el mismo, se observa a un grupo de jóvenes abrazándose, brindando y celebrando sin mantener el espacio interpersonal ni portando mascarilla. En uno de los encuadres de la cámara, se ve una copa posada en la mesa del jardín donde tiene lugar la fiesta; con un fundido, esa misma copa se convierte en un vaso en la habitación del hospital, transmitiendo así que tan solo una pequeña imprudencia puede hacer que una persona, con independencia de su edad, acabe en un centro hospitalario al contagiarse de Covid-19.
La campaña que precedió a esta, El último regalo, tuvo gran repercusión fuera de nuestras fronteras, hasta el punto de ser elogiada por otras comunidades, e incluso el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, transmitió a su homólogo canario una felicitación por el efecto que estaba provocando en la población. En aquel caso, se trataba de intentar prevenir las reuniones familiares sin medidas de seguridad.

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