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Honorio Quintero, todos sus 67 años haciendo de guanche

Desde los ocho meses de edad no falta a la Bajada de El Socorro y desde hace seis lo hace como rey: hoy solo acudirá a San Pedro al suspenderse después de siglo y medio el traslado de la imagen hasta la ermita
El rey guanche Honorio en el centro, junto a su hermano Crisanto y su hijo Josep. | DA

Desde los ocho meses que fue en brazos de su madre, por una promesa de esta, Honorio Quintero no ha dejado en sus 67 años de vida de participar en la Bajada de El Socorro y siempre vestido con piel de oveja, dentro del colectivo de los Guanches de Güímar, del que en los últimos seis años ha ejercido de rey o mencey Acaymo, bajo cuyo menceyato se produjo, según Fray Alonso de Espinosa, la aparición de la virgen de Candelaria en la playa de Chimisay entre 1390 y 1401.

“Mi madre, que hoy vive con mi hermana en Güímar, tiene 91 años, me llevó a la Bajada en pañales y durante 67 años no he fallado a su promesa. Solo este año, y lo entiendo por la pandemia, faltaré a la cita, pero al menos estaré, como rey, junto a los guanches que tiran la piedra y se cortan el dedo, en los actos que se celebren en San Pedro”, afirma Honorio Quintero desde su domicilio en Granadilla, donde vive desde hace más de 40 años tras casarse allí, aunque no olvida sus raíces güimareras: “Nací en San Juan, en lo que antes llamaban Güímar de arriba”, el barrio fundador del municipio.

“Mientras mi madre viva o yo pueda ir, siempre acudiré a El Socorro, pero no tengo ninguna promesa, más allá de la que hizo mi madre en su día y que llevo manteniendo durante 67 años”.

En el colectivo de Guanches de Güímar casi sus 300 componentes, entre adultos y niños, lo son “por promesas realizadas por ellos o por su familiares”, y la mayoría son del municipio o tienen relación con él, según Honorio Quintero, que recuerda que este colectivo es diferente al de Candelaria, aunque “la ceremonia que realizamos con la aparición de la Virgen sea exactamente la misma, con el mismo guion”, porque la Virgen es la misma, la que los guanches llamaron Chaxiraxi y los castellanos bautizaron como Candelaria cuando portaron la talla desde la cueva de Chinguaro a otra anexa a la Basílica construida hace 61 años, aunque la talla original desapareció tras un aluvión de barro y lluvia en el barranco de Tapia en 1826.

Lamenta el rey guanche “que no podamos realizar la ceremonia, aunque estaremos presentes en una representación pequeña en San Pedro, sin ir a la ermita de El Socorro. Y lo veo bien, tal y como está el planeta, huyendo uno del otro; me parece bien que no hagan fiestas”, aunque espera que “todo esto pase y pueda seguir siendo rey guanche en 2021 y que podamos participar toda la familia”, de la que unos 40 miembros pertenecen al colectivo guanche, incluido el que tira la piedra a la Virgen, “que es primo hermano mío”.

Polémica ceremonia

Escribe el cronista oficial de Güímar y Candelaria, Octavio Rodríguez, que desde mediados del siglo XIX, los vecinos de Güímar querían incorporar a la festividad de El Socorro la representación de la aparición de la Virgen a los guanches, como se venía haciendo en la festividad de Candelaria por lo menos desde mediados del siglo XVIII; para ello, se apoyaban en que la playa de Chimisay era el auténtico lugar de aparición y, por lo tanto, el mejor lugar para que se efectuara la Ceremonia. Pero el informe negativo del párroco de Santa Ana de Candelaria, que al igual que ocurrió con unas polémicas postales alegaba que solo la Virgen de Candelaria podía tener guanches en su festividad, hizo que el obispo de la Diócesis prohibiese repetidamente dicha representación. Sin embargo, los güimareros siguieron intentándolo hasta que lo consiguieron.

La ermita de El Socorro no recibirá este año a su Madre Amada, aunque los fieles acudan a ponerle velas / S.M.

La primera representación de la Ceremonia, a cargo de güimareros ataviados a la usanza guanche, se remonta al año 1872, lo que vino a incrementar la antigua rivalidad entre Güímar y Candelaria por la festividad de la Virgen. Pero a partir de entonces, la Ceremonia Guanche se consolidó y se fue convirtiendo en uno de los actos más esperados, si no el que más, de las fiestas anuales en honor a Nuestra Señora de El Socorro. Como es bien sabido, se trata de una escenificación, sin sonidos y solo con mímica, del encuentro por parte de dos pastores guanches de la imagen de la Virgen, antes de la conquista de la Isla. Hasta hace medio siglo, en la Ceremonia solo participaba un reducido número de hombres, pero hoy participan en ella casi tres centenares de hombres, mujeres y niños.

Bajada desde 1837

Está considerada la romería popular más antigua de Canarias. La Bajada de la Virgen del Socorro conmemora la aparición de esta imagen en la playa de Chimisay. La festividad se celebra anualmente desde el siglo XVII, aunque desde la aparición de la talla se celebraron peregrinaciones vinculadas, por ejemplo, a épocas de escasez de lluvias. En 1837, tras varios cambios de fecha, se instaura oficialmente la celebración en los días 7 y 8 de septiembre. Este año, debido a la pandemia, y pese a que hoy será festivo en toda la isla de Tenerife, los actos quedarán reducidos a tres misas en la iglesia de San Pedro, como la que se celebró el sábado, solo con el 50% del aforo, para conmemorar el nombramiento de la Virgen de El Socorro como alcaldesa honorífica del municipio.

El sábado se celebró la misa del aniversario del nombramiento de la Virgen como alcaldesa honorífica; las misas son lo único que no se ha suspendido / DA

Prohibido transitar por el camino

Hoy será el 7 de septiembre más triste desde 1837 en la historia de Güímar: hoy no habrá Bajada de El Socorro.

La pandemia, como ocurrió con San Pedro, dejará a miles de peregrinos en sus casas y solo el olor a albahaca nos recuerda el mes de la Virgen que se apareció a los guanches hace unos 600 años en la playa de Chimisay, hoy bautizada como El Socorro. Y todo cuando, por primera vez, este 7 de septiembre será festivo en toda la isla de Tenerife.

Ni habrá romería ni la imagen será trasladada desde la parroquia de San Pedro Apóstol hasta el caserío de El Socorro, donde nada ha recordado estos días a otros primeros de septiembre.

El viernes, el alcalde Airam Puerta emitió un bando limitando temporalmente el tránsito de peatones (solo se autorizará el paso de los vecinos) en la calle El Socorro y en el Camino de El Socorro, desde la zona de Las Tanquillas, calle El Calvario y hasta el cruce de la avenida El Socorro con el Camino de El Socorro. La medida se aplicará desde las cinco de la mañana hasta las 12 horas, coincidiendo con las horas en las que tradicionalmente tiene lugar la romería. La limitación temporal del tránsito de peatones por la misma ruta también se aplicará el martes, pero desde las 17:00 hasta las 00:00, horario que se corresponde con la Subida de la imagen desde el caserío hasta San Pedro. Habrá un fuerte dispositivo de seguridad, incluido miembros del Ejército, para evitar el incumplimiento del bando.

La tradicional misa de madrugada en San Pedro se pasará hoy a las diez de la mañana, aunque la misa del obispo será el martes al mediodía, también festivo, en la misma parroquia, de donde no saldrá la Virgen, casi dos siglos después.

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