Lejos de calmarse las aguas en el río revuelto en el que se ha convertido la mayoría absoluta más sólida lograda por el PSOE en un ayuntamiento de la importancia de Arona, la situación se antoja similar a un río de aguas bravas que por ahora nadie ha sabido timonear. Ni siquiera la recién creada Junta Gestora es capaz de poner orden en las filas aroneras, división escenificada el jueves en el pleno celebrado en Cabo Blanco.
El PSOE, una vez conocido el enfrentamiento ente dos facciones del grupo municipal, tomó la decisión salomónica de perdirle el acta al alcalde José Julián Mena y al concejal que este destituyó, Luis García. Ninguno de los dos atendió el requerimiento, y Ferraz, tras las consultas con las ejecutivas regional e insular, les ha abierto un expediente de suspensión de militancia, paso previo a la expulsión del partido.
No obstante, todavía el expediente está en pañales, porque ni siquiera el instructor (un veterano político canario en activo) les ha llamado a declarar para que presenten alegaciones.
Mientras todo eso pasa, la política municipal de Arona sigue contaminada por una situación muy pocas veces vista en política, que un grupo de gobierno,con mayoría absoluta (14 concejales sobre 25) se haya partido por la mitad, con siete de ellos pidiendo el reingreso de Luis García o la cabeza del alcalde, mientras los otros seis apoyan a Mena.
Una división que Pedro Martín, exalcalde de Guía de Isora, presidente del Cabildo y secretario general de los socialistas tinerfeños, califica como “demasiado profunda”, lo que según él obligó a la Federal a intervenir y a tomar una drástica decisión, porque “Arona nos importa”, reconociendo que a Mena se le expedienta “no por corrupción, o por el cese de un concejal, sino porque no ha sabido manejar la situación y, como alcalde, el máximo responsable es él”, declaró ayer en Onda Tenerife.
Desde la Junta Gestora, que mantiene públicamente silencio, se ha querido trasmitir que no es del todo cierto que se le dieran instrucciones a los concejales para votar en contra de la moción de la oposición sobre una comisión de investigación (luego de seguimiento) sobre la gestión del alcalde en el registro efectuado en el área de Urbanismo. “Solo votaron diferente en ese punto”, dijo un miembro de la Gestora, quitando hierro a la primera grieta plenaria en el descompuesto grupo de gobierno. Ayer estaba previsto que se reuniera la Gestora, pero finalmente no fue así, seguramente para no hurgar más en la herida abierta y poder seguir lidiando entre tirios y troyanos.
Trifulca, con amenazas, entre Agustín Marichal y José Luis Gómez
José Luis Gómez lo desmiente, pero Agustín Marichal insiste en que ayer tuvo que denunciar ante la Policía Local al teniente de alcalde por estar “sacando fotos a mi coche y amenazándome”, cuando estaba mal aparcado por fuera del Ayuntamiento.
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