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José Julián Mena, alcalde de Arona: “No voy a perder ni un minuto en luchas de poder, la gente lo está pasando mal, esa es la gran prioridad”

La destitución de su concejal de Urbanismo provocó el estallido de una crisis sin precedentes en el Gobierno local de Arona y sacó a la luz las graves discrepancias en el grupo socialista del municipio sureño, hoy dirigido por una gestora
José Julián Mena, alcalde de Arona. | Sergio Méndez

Desde finales de junio ha sido uno de los grandes protagonistas políticos en Canarias. La destitución de su concejal de Urbanismo provocó el estallido de una crisis sin precedentes en el Gobierno local de Arona y sacó a la luz las graves discrepancias en el grupo socialista del municipio sureño, hoy dirigido por una gestora. Con la sombra de la expulsión del partido planeando en el horizonte, José Julián Mena (42 años) resiste el envite y mira hacia adelante con el pensamiento puesto en las prioridades de los vecinos en plena pandemia. “Hay suficientes problemas que atender en la calle como para no perder ni un minuto en cuestiones orgánicas”, señala, pero advierte: “Lo que las urnas nos han dado, no hay que tratar de conseguirlo por la puerta de atrás”.

-¿Se ve de alcalde en los próximos tres años?
“La gobernabilidad de Arona no está en cuestión. El PSOE obtuvo un récord de apoyos nunca visto hasta ahora en el municipio, con el 48% de los votos. La responsabilidad de la gobernabilidad no es de una sola persona, ni siquiera de su alcalde, sino de los 25 miembros de esta Corporación. Le puedo asegurar que desde el inicio de la pandemia no he hecho más que trabajar para paliar esta crisis sin precedentes. No he dedicado ni un solo segundo a tirarnos los trastos a la cabeza con la oposición ni con algunos compañeros, porque la gente en Arona lo está pasando mal”.

-Pero, aparentemente, lo que tiene por delante no es un camino de rosas…
“Claro que leo y veo que hay quienes en estas situaciones en lugar de trabajar por la gobernabilidad y de sacar adelante temas importantes para los vecinos, dedican su tiempo a torpedear la estabilidad de la institución. Con la que está cayendo me parece muy triste. Yo no puedo participar de eso porque creo que es muy injusto con el conjunto de los vecinos. Hay suficientes problemas que atender, como el paro y los ERTE, que requieren una repuesta contundente por parte de esta corporación”.

-¿A quién se refiere cuando dice que están intentando torpedear la estabilidad de la institución?
“Determinadas personas y partidos políticos lo han puesto de manifiesto con sus declaraciones, pero mis cinco sentidos están centrados en buscar soluciones a la situación actual. No voy a perder ni un solo minuto en esas luchas de poder. La gran prioridad son los problemas de los vecinos y eso requiere, insisto, la unidad de los 25 miembros de la Corporación”.

-¿Cómo está la moral del alcalde, casi cuatro meses después de que estallara la crisis en su Gobierno que ha partido por la mitad al Grupo Socialista?
“Mi moral la alimenta el convencimiento en los retos que tenemos que sacar adelante. Mantengo intacta la energía y conservo toda la ilusión después de rendir cuentas tras un primer mandato de esfuerzo conjunto que permitió sanear económicamente al Ayuntamiento, impulsar la reducción de impuestos, crear el plan Arona Avanza, sacar adelante los planes de asfaltado y la finalización de varios parques, plazas, polideportivos y campos de fútbol. Sin olvidar, por supuesto, el inicio del Plan General. Estoy con ganas para seguir tirando de este municipio”.

-¿Cómo valora el trabajo que está realizando la comisión gestora, el órgano encargado de la dirección del partido en Arona?
“Conozco a todos los miembros de la gestora y tienen mi respeto personal y político. A partir de ahí, ellos tienen un mandato sobre el que no tengo nada que decir. Como alcalde, a mí me corresponde centrarme en los problemas de los vecinos de Arona”.

-¿Y cómo enjuicia los pasos dados hasta ahora por la dirección de su partido?
“No me puedo detener ni un solo segundo pensando en las cuestiones orgánicas con lo mal que lo está pasando la gente. Cuando estoy en la calle, los vecinos me hablan de las necesidades reales que tienen: que le paguen las ayudas sociales, los ERTE, el paro, cuándo mejorará la economía, la seguridad, el turismo, el Plan General… Un servidor público está para resolver los problemas, no para crearlos. Lo que tengo claro, y hay que decirlo con contundencia, es que los resultados de las elecciones municipales de 2019 dan una legitimidad más que suficiente ante lo que no se puede mirar hacia otro lado. Lo que las urnas nos han dado no hay que tratar de conseguirlo por la puerta de atrás. Los vecinos y vecinas de Arona merecen respeto”.

-Los siete concejales críticos se han mostrado unidos. ¿Sigue confiando en que alguno de ellos reconsidere su posición, como dijo en las primeras semanas de la crisis municipal, o da por perdida la mitad del grupo?
“Yo le he planteado a mi partido en todo momento cuál era y es la predisposición de este alcalde. Y se la manifesté entonces y ahora. El escenario actual el partido ya lo sabe y lo conoce. Espero que lo medite”.

-Pero, llegados a este punto, ¿cómo se sale de este laberinto?
“Espero que el partido tome conciencia de lo que ha ocurrido y que adopte la decisión que tenga que adoptar. Mi labor es trabajar para resolver los problemas de los vecinos de Arona”.

-¿Se ve fuera del PSOE?
“No. Igual que tengo obligaciones, tengo garantías como militante y pido que se respeten. No niego que este proceso ha sido un momento difícil para mí, pero defenderé mi posición dentro del Partido Socialista y mi labor ejemplar como militante y cargo público”.

José Julián Mena, alcalde de Arona. | Sergio Méndez

-¿Las manos del alcalde de Arona están limpias?
“Sí, tengo las manos limpias y mi conciencia tranquila. Respeto, como no puede ser de otra manera, los procedimientos y la legalidad. En todo lo que esté fuera de ahí, no me van a encontrar. He gobernado con responsabilidad, transparencia e implicándome en los retos que tenemos por delante. Como servidor público, defiendo el interés general”.

-La lógica dice que la actual situación de su Gobierno, que solo cuenta con 7 votos garantizados de los 25 en el salón de plenos no se sostiene por demasiado tiempo. ¿Qué pactos ve más viables para dar estabilidad al Ayuntamiento?
“El pacto que tengo es con los vecinos de Arona. Insisto, me causa tristeza aquellos que se dedican a torpedear la estabilidad de la institución”.

-¿Qué fue del frente de alcaldes socialistas que históricamente ha funcionado como una piña a la hora de reivindicar mejoras para la comarca, después de que Rodríguez Fraga (Adeje) haya pedido públicamente que el partido intervenga en Arona y Josefa Mesa (Guía de Isora) le exigiera, como secretaria de Organización insular, que usted dé un paso al costado?
“La posición actual de los alcaldes es la de adaptarse a esta situación tan complicada que vivimos y seguir luchando por mejorar la calidad de vida de nuestra gente en el área metropolitana de la comarca. Tenemos muchos problemas comunes que requieren estrategias y decisiones conjuntas. A mí siempre me van a encontrar en esa dirección. Las cuestiones orgánicas del partido van por otro lado”.

-¿En qué proyectos trabaja ahora su grupo de gobierno?
“Ahora mismo son claves dos cuestiones. Hacer frente a los efectos sociales y económicos de la pandemia y dar un nuevo salto en la modernidad del municipio, reforzando, entre otras medidas, los pilares en materia de seguridad, con la construcción de un nuevo edificio en Parque La Reina y la incorporación de más de una treintena de agentes. Pero también en el ámbito sociosanitario, con la reforma integral de la Casa del Mar, en Los Cristianos, como centro de referencia para nuestros mayores que sufren dolencias. La Escuela de Música y el Centro Deportivo de Cabo Blanco son otros proyectos que queremos impulsar en este mandato. Hay otras necesidades que tenemos como capital del Sur, con todo lo que eso supone desde el punto de vista de la actividad económica y la cantidad de personas que se mueven a diario por el municipio aunque no residan en él. Hay mucha gente que depende de que a Arona le vaya bien”.

-¿Qué medidas o qué plan de choque ha activado el Ayuntamiento para hacer frente a la pandemia?
“Nuestro tejido económico lo está pasando muy mal y no volverá a los niveles que teníamos hasta que se recupere el turismo. No hay ninguna ayuda que pueda compararse a la reactivación del sector. Hemos activado un potente escudo social, multiplicado las ayudas hasta los 3,3 millones de euros, hemos destinado 1,2 millones de ayudas directas a autónomos y pymes, habilitamos una línea de subvención para taxistas y pescadores y aplazamos el pago de todos los recibos municipales, entre otras medidas”.

-¿Se pueden salvar los muebles de la temporada alta turística y qué medidas urgentes habría que impulsar para reactivar cuanto antes el motor económico de la Isla?
“El Ayuntamiento irá todo lo lejos que pueda para reactivar la economía, pero hay que reconocer que esa capacidad es limitada. Hay que apoyar todas las iniciativas que se nos planteen desde las organizaciones sociales y hemos puesto en pie un plan de reactivación económica de los más ambiciosos de Canarias. Pero necesitamos la máxima implicación de las administraciones a todos los niveles. Esta crisis también pone de relieve la importancia de contar con infraestructuras sanitarias que desplieguen toda la cartera de servicios. Y hay que seguir trabajando en la promoción de nuestro destino”.

-¿Se van a cumplir los plazos marcados para aprobar el Plan General?
“Se está avanzando, aún está en la fase inicial. Hemos explicado con total transparencia la situación a los colectivos sociales que quieren y deben participar. Queremos que sea un Plan General de todos plenamente ajustado a la legalidad. Esperamos contar con un nuevo documento a lo largo de este mandato”.

-¿En qué situación se encuentra El Mojón, la gran zona de expansión turística y urbanística de Arona?
“Los técnicos han apreciado la existencia de algunos incumplimientos, se ha dado traslado a efectos de subsanarlos y, en la medida que todo se cumpla, el Plan Parcial de El Mojón, avanzará”.

-Los Cristianos, junto a Arguineguín, ha vuelto a aparecer en el mapa de la ruta atlántica de la inmigración irregular como punto de destino de pateras y cayucos. ¿Le preocupa un repunte como el de la crisis de 2006?
“A mí se me cae el alma cuando veo cómo llegan a Los Cristianos estas personas y pensar cuántas se dejan la vida en el mar. Desde el Ayuntamiento hemos trabajado en todo lo que nos ha pedido la Subdelegación del Gobierno y la Autoridad Portuaria. El problema es que durante años se desmanteló el sistema de acogida para personas inmigrantes y ahora volvemos a sufrir un problema de una magnitud considerable. Hay que solucionarlo como sea”.

-El PP ha denunciado que los cayucos acaban en un solar de Los Cristianos sin ser desinfectados ante el riesgo de COVID.
“Eso es falso. Se limpian adecuadamente y no se pueden destruir hasta que lo ordene el juez. Uno nunca debe hacer política ni con la mentira ni con las necesidades de la gente”.

-¿El tren del Sur forma parte de los proyectos prioritarios para la comarca?
“El Sur ha triplicado su población en un par de décadas, pero sigue contando, prácticamente, con las mismas infraestructuras que entonces. Los proyectos que se anunciaron no avanzan. Arona ha dicho alto y claro que la prioridad es la finalización de los hospitales. El tren no lo veremos en una veintena de años y requiere de una elevadísima inversión. Su eficacia no está clara y, además, va a suponer un daño irreparable a nuestro entorno y al medio ambiente”.

-Esta semana ha sido noticia el inicio de la perforación del túnel de Erjos…
“El Anillo Insular es una obra que tenía que haber avanzado desde hace mucho tiempo. Hoy deberíamos estar anunciando la apertura de esta vía que no solo mejorará la conexión norte-sur de Tenerife, sino que será un polo de atracción para la economía”.

-¿Cómo evalúa la labor de Ángel Víctor Torres al frente del Gobierno de Canarias?
“Le ha tocado lidiar con una de las legislaturas más difíciles que recuerdo. Desde el inicio ha tenido que hacer frente, él y su Gobierno, a temas muy complicados, el último nada menos que una pandemia. Tiene todo mi respeto personal y político”.

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