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La cámara Drago, desarrollada en Tenerife, será lanzada al espacio en enero

El éxito del instrumento, el primero de Europa en observar la Tierra con un tipo de infrarrojo determinado, situaría a Canarias como lugar clave en el desarrollo de tecnología espacial
Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). FRAN PALLERO
Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). FRAN PALLERO
Rafael Rebolo, director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). FRAN PALLERO

Canarias busca convertirse en referente mundial en el desarrollo de tecnología espacial y hará su primera demostración de fuerza el próximo mes de enero. Será entonces cuando el modelo de vuelo de la cámara Swir Drago, desarrollada por el equipo de Iactec-Espacio, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), sea lanzado al espacio desde Cabo Cañaveral, en Florida, a bordo del cohete Falcon 9 de Space X.

En las Islas ya se contaba con una larga tradición en el desarrollo tecnológico de instrumentación infrarroja para telescopios en tierra, puestos en marcha en los distintos observatorios de Canarias, pero ahora se intentará ir más allá probando esta tecnología en el espacio, según explicó a DIARIO DE AVISOS el director del IAC, Rafael Rebolo.

“Desde hace unos años nos hemos dedicado a capacitarnos, a cambiar el chip para empezar a trabajar en espacio. Y ahora ya estamos preparados para nuestro primer lanzamiento” anunció Rebolo.

Esta cámara infrarroja será la primera que se lance desde Europa para observar el planeta Tierra en el rango infrarrojo de onda corta, lo que significa que el instrumento será capaz de detectar el calor emitido por los objetos.

Las imágenes tomadas podrían servir para fines muy diversos como, por ejemplo, para conocer dónde se originó un conato de incendio, dónde se ha producido un vertido a las aguas o para realizar estudios sobre la vegetación. Pero el objetivo prioritario del lanzamiento, sin embargo, es “validar una nueva tecnología en el espacio”, aclara Álex Oscoz, investigador principal del proyecto.

“Esta es una iniciativa pionera desarrollada en Tenerife. Hasta donde nosotros sabemos, solo se ha lanzado antes un instrumento igual y fue la NASA quien lo puso en órbita”, apuntó Oscoz.

El desarrollo de la cámara infrarroja fue realizado íntegramente en Tenerife, salvo en casos concretos en los que se tuvo que traer del extranjero materiales que por ahora no se fabrican en España, como es el caso de algunos detectores: “Hicimos la selección del detector más adecuado, lo adquirimos y lo probamos, llegando incluso a mejorarlo”, expuso Oscoz.

El siguiente paso que darán los investigadores, una vez que se valide que la cámara Drago funciona, será incluir esta tecnología en un nanosatélite desarrollado también en el Iactec.

Álex Oscoz, investigador principal, y José Alonso, gestor del proyecto. FRAN PALLERO
Álex Oscoz, investigador principal, y José Alonso, gestor del proyecto. FRAN PALLERO

DIVERSIFICACIÓN
Espacio, Tecnología Médica y Grandes Telescopios son las tres líneas de investigación que se desarrollan en el Iactec, un nuevo edificio ubicado en La Laguna que el Cabildo de Tenerife puso a disposición del IAC.

Además, a través del programa Capacita, la Corporación insular ha adquirido el compromiso de formar a los jóvenes ingenieros, físicos, químicos, mecánicos y a todo el equipo necesario para desarrollar tecnologías espaciales. Hasta la fecha, se ha creado un equipo de 10 personas para el programa de espacio, pero que se planea ampliar en el futuro.

Rebolo expuso que, además del sector público, las iniciativas de inversión privada en I+D+i tienen las puertas del Parque Científico y Tecnológico de Tenerife abiertas, y contó que ya hay varias empresas instaladas contribuyendo a la creación de puestos de trabajo en el sector espacial.

El equipo de Drago en las instalaciones del Iactec en La Laguna. FRAN PALLERO
El equipo de Drago en las instalaciones del Iactec en La Laguna. FRAN PALLERO

“En estos últimos años, aparte de trabajar en el desarrollo de proyectos, lo que hemos hecho es crear un ecosistema de contactos con empresas para que nos conozcan y sepan que podemos colaborar en espacio y no solo en astronomía”, añadió Álex Oscoz.

Lo que se busca es que haya una “pequeña revolución tecnológica en Tenerife y Canarias que acabe por redundar en la sociedad”, dijo el investigador, que aludió a la actual crisis provocada por la COVID-19, que ha evidenciado que “no se debe depender económicamente al 100% del sector turístico”.

Oscoz insistió en que, si bien el IAC había colaborado antes en misiones europeas haciendo “pequeñas” contribuciones, en el futuro este centro de investigación será capaz de crear al completo el instrumento que viaje al espacio.

Además del beneficio económico que esto supondrá, el investigador destaca las aportaciones que se están haciendo a la sociedad canaria en materia de conocimientos a través de la colaboración en ferias como la de Ciencia de La Orotava y en otros talleres educativos.

Asimismo, desde el Iactec mentorizan a alumnos de la Universidad de La Laguna que participan en el proyecto Teidesat, a través del que se está desarrollando un pequeño satélite.

“Esto no consiste solo en hacer tecnología, sino en crear un pozo en la Isla del que nazca una nueva generación de ingenieros, de físicos, de químicos, de mecánicos… Queremos que los jóvenes sientan que aquí hay futuro, que no hace falta irse a California o a Alemania para trabajar en proyectos espaciales. Este es un aliciente fundamental para ellos”, aseveró Oscoz.

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