Hay quien no se quiere enterar de que el virus existe de verdad y se desmelena como los leones en la selva. A pesar de que la inmensa mayoría de la población cumple las normas y respeta la convivencia, algunos individuos asumen el peligro como un reto.
El desafío de la imprudencia se propaga por lugares de ocio improvisados. “A punto de entrar en una situación de alto riesgo”, la tasa de contagios en Tenerife es de tal envergadura (129 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días) que las autoridades se han visto empujadas a reforzar las medidas restrictivas: limitación de aforos en el comercio, la hostelería y de las reuniones.
En el transporte público, se intensifican los dispositivos de seguridad en las guaguas (Titsa) y el metropolitano (tranvía). Efectivos del Cuerpo General de la Policía Canaria, de la comunidad autónoma, se emplean a fondo este fin de semana en estos transportes públicos, con un despliegue en los municipios de Santa Cruz, La Laguna, Puerto de la Cruz, Adeje y Arona.
En la capital, agentes locales desalojaron el viernes a más de 100 personas congregadas en las canchas de la Casa Pisaca. La Unipol intervino en el parque de la Granja por la presencia de decenas de jóvenes que ignoraban la amenaza de la COVID-19.
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