La Asociación de Inspectores de Educación de Canarias, que integran más del 80 por ciento de los profesionales de las Islas, señala que los recursos de los que disponen los centros, “aún pudiendo ser siempre más”, han permitido lograr que la presencialidad de los alumnos en colegios e institutos se realice en un entorno seguro. El colectivo subraya el “extraordinario trabajo” de los equipos directivos y su “trabajo descomunal” como factor clave para que los estudiantes desarrollen su actividad en las aulas “en las mejores condiciones”.
Según manifestó a este periódico José Manuel Cabrera, presidente de la Asociación de Inspectores de Educación de Canarias, “la presencialidad del alumnado es insustituible y es una necesidad que debe ser atendida con la colaboración de todos, dado el complejo contexto y cambiante de una crisis sanitaria global e impredecible”.
Gran parte del trabajo de los inspectores educativos se concentran en la adaptación de los centros a las medidas de prevención y seguridad respecto a la COVID. “Por un lado, proporcionando a la Administración datos precisos para la toma de decisiones y por otro, asesorando a las direcciones de colegios e institutos, tanto durante el confinamiento como ahora una vez comenzado el curso”, manifestó Cabrera, que resaltó la aceleración del proceso de transformación digital en la inspección a través de videoconferencias y la puesta en marcha de nuevos teléfonos de consulta e información.
La Asamblea General de la Asociación de Inspectores de Educación (AIDEC) elegirá el próximo 17 de noviembre la nueva Junta Directiva, que, por primera vez, se realizará de forma telemática. Al nuevo órgano de dirección le corresponderá afrontar el debate de la nueva ley orgánica de educación, pero sobre todo contribuir al avance de las soluciones en la escuela frente al coronavirus.
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