El Ministerio de Salud de China ha confirmado este jueves, ocho meses después, una nueva víctima mortal a causa del coronavirus, ocurrida en esta ocasión en la provincia de Hebei, centro del último rebrote de la pandemia en el país.
La cifra de muertos, que ahora es de 4.635, había permanecido estable desde el pasado mes de mayo. El sábado pasado se cumplió también un año del primer fallecimiento en China a causa de la COVID-19, la de un hombre de 61 años, asiduo al mercado de Wuhan en el que se habría iniciado la pandemia que ha dejado ya más de 92 millones de casos y cerca de dos millones de fallecidos en todo el mundo.
Las autoridades sanitarias chinas han informado además este jueves de 138 nuevos casos, de los cuales hay 124 de transmisión comunitaria, la mayoría de ellos, en concreto 81, localizados en Hebei, y otros 43 positivos en Heilongjiang, ambas provincias situadas en el noreste del país.
Shijiazhuang, la capital de Hebei, con una población de once millones, ha estado realizando cribados masivos y se encuentra bajo cuarentena desde el pasado miércoles, así como la ciudad vecina de Xingtai.
Hasta ahora, China ha registrado 4.465 casos importados de COVID-19 –4.181 recuperados–, mientras que el total es de 87.844, de los cuales 82.324 han logrado superar la enfermedad, 36 de ellos en las últimas 24 horas.
Entre los últimos catorce casos llegados desde el extranjero, ocho se han localizado en Shanghái, tres en Cantón y uno más en la provincia de Henan, en la región autónoma de Guangxi Zhuang, y en Pekín, respectivamente.
La ciudad de Hong Kong, inmersa en una cuarta ola de coronavirus, ha confirmado 9.385 casos acumulados, –8.584 recuperados– y 161 muertes, una más que el día anterior.