Como se preveía, en el Consejo de Gobierno autonómico de ayer se adoptaron nuevos acuerdos en lo referente a los niveles de alerta epidemiológica decretados en las islas. En Lanzarote, que es el territorio con mayor incidencia acumulada (IA, positivos por cada 100.000 habitantes detectados en los siete días anteriores), con 279,73 según el último informe publicado por la Consejería de Sanidad, la alarma sanitaria se elevó al nivel 3, y en Fuerteventura, al 2. La Gomera, por su parte, que se mantenía en el segundo escalón de alarma, volverá a ser calificada de “riesgo mínimo” por sus buenas cifras, mientras que el posible endurecimiento de las restricciones en Gran Canaria y la relajación de las mismas en Tenerife quedará emplazado para un encuentro que tendrá lugar mañana.
Así lo dio a conocer en rueda de prensa el consejero del ramo, Blas Trujillo, que justificó posponer el dictamen sobre las dos islas capitalinas argumentando que el Ejecutivo debía observar, en un plazo de 48 horas, si sendas tendencias se consolidaban. Cabe recordar que este jueves Tenerife sumaba 93 infectados de coronavirus y Gran Canaria 127, que se unirían a los 124 incorporados a las estadísticas de Lanzarote, los 13 de Fuerteventura y uno de La Palma. Unos datos que ponen de relieve, tal como advirtió esta semana el Jefe de Epidemiología y Prevención canario y presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, que las Islas están inmersas en la tercera ola de contagios -derivados en parte de la celebración de las fiestas navideñas-, al igual que la práctica totalidad de comunidades autónomas españolas.
Sobre este hecho se pronunció el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón: “Queramos o no, todos somos conscientes de que en Navidades la gente lo pasó mejor de lo que se lo debía haber pasado. Ya podíamos proponer lo que fuera que sabíamos que esto iba a pasar”. Una contundencia que responde a la preocupación existente en el Ministerio por la presión asistencial de los hospitales, que han llevado a regiones como Andalucía, Murcia y Castilla y León a solicitar que se decrete un nuevo confinamiento domiciliario, a fin de no colapsar los centros, si bien Simón aseguró que “con el nivel de transmisión que tenemos” aún “no parece necesario”.
LA VACUNA, LA ÚNICA SALVACIÓN DE LA SOCIEDAD Y EL TEJIDO PRODUCTIVO
Canarias ha acelerado esta última semana la campaña de vacunación, consciente de que es la única forma de neutralizar la pandemia y levantar las restricciones que tanto daño están haciendo al tejido productivo de las Islas. En concreto, de las 44.040 dosis recibidas, los sanitarios canarios han inoculado 27.637, es decir, un 62,75% de las mismas. No obstante, el objetivo es llegar a aplicar el antídoto al 70% de la población, a fin de alcanzar la llamada inmunidad de grupo, que permitiría vivir un escenario más parecido a la normalidad antes de la pandemia.
Mañana está previsto que el Ejecutivo regional aborde la posibilidad de levantar algunas de las limitaciones más severas en Tenerife, en concordancia con su aparente aplanamiento de la curva epidemiológica que se ha logrado. Pero los 93 casos positivos sumados ayer a las estadísticas reflejan que los tinerfeños no pueden, en caso de disminuir el nivel de alerta, relajarse ante las pautas de seguridad, a pesar de que se permita abrir los espacios interiores de hostelería y restauración, se abandone el confinamiento perimetral o se flexibilice el toque de queda. Seguimos en una pandemia.