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“34 kilómetros a temperaturas bajo cero” para sacar esta foto del Teide

Imanol, un joven fotógrafo de Vizcaya afincado en Tenerife, dejó el coche en el mirador de Chivisaya y empezó a caminar hacia el Parque Nacional a una temperatura de entre -4 y -6ºC
El Teide durante el amanecer de hoy tras la segunda gran nevada del 2021. Imanol Zuaznabar
El Teide durante el amanecer de hoy tras la segunda gran nevada del 2021. Imanol Zuaznabar
El Teide durante el amanecer de ayer tras la segunda gran nevada del 2021. Imanol Zuaznabar

Imanol Zuaznabar es fotógrafo y se nota que su profesión le apasiona. Buena prueba de ello es el resultado de su último trabajo en el Parque Nacional del Teide, donde tomó una fantástica instantánea que plasma a la perfección la belleza del volcán vestido de blanco y su entorno durante la segunda gran nevada del año. Como no podía ser de otra manera, la imagen se hizo viral en las redes sociales con más de 23,6 mil me gusta en Twitter. “Me he hecho 34 kilómetros para hacer esta foto”, confesaba ayer Imanol, que hoy atiende al DIARIO.

Imanol sabía desde hace una semana que podía haber una nevada. Así fue. “Intenté subir en coche, pidiendo antes permiso al Cabildo, pero no fue posible porque las carreteras estaban cortadas”. No obstante, “como más o menos estoy en forma y sabía que el domingo iba a estar despejado, cogí los papeles -todos en regla- los bártulos y me fui para arriba; eran las 3.30 horas de la mañana”.

Su idea era subir hasta Izaña pero no le dio tiempo. Así pues, dejó el coche en el mirador de Chivisaya y empezó a caminar hacia el Parque Nacional a una temperatura de entre -4 y -6ºC. Iba bien preparado: abrigado y cargado de barritas energéticas. En total “fueron unas siete horas de pateo”.

“La atmósfera estaba muy limpia y lo que buscaba era el alpenglow, que en la foto es ese tono rosita que tiene, y que son los primeros rayos de sol”, explica Imanol Zuaznabar, que tiene 30 años y nació en Vizcaya, aunque el amor lo trajo hace unos tres meses a Tenerife. “La foto es una experiencia vital: subir arriba y la soledad del momento es único”.

Imanol estudió geografía y se confiesa un apasionado de la naturaleza extrema, sobre todo de la fotografía meteorológica. “Como profesional me dedico a todo tipo de fotografía, pero mi pasión son los cielos. De hecho, publiqué un libro, Troposfera, donde hay cielos, nubes, tormentas o atardeceres de todo tipo”.

El joven vizcaíno se define como un fotógrafo que está “un poco loco” pero también perseverante. “Intento buscar un poco lo difícil o lo imposible. Me gusta mucho la naturaleza extrema y todo lo que sea complicado de retratar, o bien que entrañe una mayor dificultad. Eso es lo que más me motiva”.

Imanol Zuaznabar se inclina por Twitter e Instagram a la hora de plasmar su trabajo. “No tengo ni una tienda; lo que tengo es una oficina en casa y todo lo hago desde allí. Las redes son el presente y si no te mueves por ellas va a ser más complicado destacar en negocios como este”. En este sentido, lo que Imanol buscaba era una foto del Teide que se hiciese viral. “Yo quería una foto viral. Sabía que no iba a haber otra de ese momento porque ir allí en esas condiciones era de locos”, insiste.

En cuanto al éxito de la foto en las redes sociales, Imanol reconoce que “le ha hecho mucha ilusión. Me dedican muchos comentarios y por lo visto la fotografía le gusta mucho a la gente. Vale que los me gusta y los comentarios no me den de comer, pero sí que me hacen ilusión”. Asimismo, entiende que es “una recompensa a un trabajo que he hecho con toda mi pasión”.

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