El Gobierno de Canarias reiteró que, con los datos actuales, “no es previsible que se acuerde el cierre perimetral del Archipiélago durante la Semana Santa, aunque eso no quita que sí se puedan adoptar restricciones adicionales a las que están en vigor”, señaló ayer el portavoz del Ejecutivo, Julio Pérez.
El Consejo de Gobierno acordó también elevar a Fuerteventura del nivel de alerta 1 al 2, y mantener al resto de islas en el mismo nivel de alerta en que se encontraban. En relación a la evolución de la pandemia, Pérez indicó que en las Islas hay una “tendencia general” que parece “relativamente favorable” y se va acercando a los 50 casos de incidencia en los últimos 7 días. Poniendo el foco en algunas islas, señaló que “Tenerife no empeora, pero tampoco mejora”, y algunos de los datos registrados en Fuerteventura “han llevado a la elevación al nivel 2”, por lo que se puede decir que “en línea general se mejora con alguna sombra”.
En cualquier caso, insistió en que “con los datos actuales no se prevé que se acuerde el cierre perimetral en Semana Santa” y, si llegara a ocurrir, comentó que “se mantendrían como casos excepcionales la entrada de turistas para alojarse en espacios alojativos del Archipiélago, la de personas que regresan para visitar a su familia o viajes por razones laborales”.
En cambio, sí “es más previsible” que en algún Consejo de Gobierno próximo “se puedan adoptar restricciones adicionales a las que están en vigor” para Semana Santa, tal y como anunciaron tanto el presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, como el propio Pérez estos días.
Por otro lado, el Ejecutivo “mostró su preocupación” y lanzó un mensaje pidiendo que el próximo día 8 no se celebren manifestaciones. Pérez indicó que “las autoridades de Salud Pública consideran que no es conveniente” que haya concentraciones y aglomeraciones de personas con motivo del Día de la Mujer.
No bajar la guardia
Por otro lado, el jefe de Epidemiología del Servicio Canario de la Salud, Amós García, cree que dada la situación epidemiológica de las Islas, más favorable que la de otras regiones, aunque “preocupante por el crecimiento soterrado” de los contagios, es viable no cerrar perimetralmente en Semana Santa “si se toman medidas que eviten una nueva ola”, si bien advierte de la necesidad de “impedir que, en un ámbito temporal favorable a la movilidad, los contactos sin protección y la relajación dé lugar a una nueva expansión del número de casos”.
Asimismo, relacionó el crecimiento de los casos con “los carnavales no carnavales” que, al igual que el verano o la Navidad, ha traído consigo este alza. “Ahora realmente preocupa Semana Santa, por lo que es clave que la sociedad entienda que debe estar tranquila, como una semana normal, y no se debe bajar la guardia”, explicó. Por tanto, se inclina por mantener “medidas restrictivas como el toque de queda y lo habitual: uso de mascarilla, lavado frecuente de manos y distancia interpersonal.