Si las previsiones del Cabildo de Tenerife se cumplen, a finales de año se espera licitar la obra del nuevo parque San Francisco en el Puerto de la Cruz y de no haber contratiempos de último momento -como los que se acostumbran con estos proyectos- a comienzos de 2022 ya comenzarán los trabajos.
Así se refirió el presidente insular, Pedro Martín, a un proyecto no exento de polémica desde sus inicios pero que se ha acrecentado todavía más en los últimos meses, “y sobre el que muchos llevan hablando desde hace muchos años y sin embargo fueron incapaces de levantar un solo bloque”.
Martín reiteró su compromiso con esta actuación, tal y como lo hizo en el último pleno, y por ello hizo hincapié en la necesidad de modificarlo para que se adapte a la financiación comprometida por el Cabildo y el Consistorio, que era de 5 millones de euros cuando se convocó el concurso de ideas en 2013 del que resultó ganador el proyecto ‘Dunkel’, de los arquitectos madrileños Judith Sastre y Simón Francés. Sin embargo, en junio de 2019, cuando se emitió el dictamen favorable de la Comisión insular de Patrimonio Histórico -curiosamente un mes después de las elecciones- alcanzó los 18 millones pese a que disminuyó su volumetría inicial.
El sobrecoste de la obra ha sido el principal objeto de discusión y controversia entre gel grupo de gobierno y la oposición, tanto en el Ayuntamiento como en el Cabildo, y todavía no se ha aclarado puesto que “curiosamente” no se conocen las razones del incremento, confirmó en la misma sesión plenaria el consejero insular de Planificación del Territorio, Patrimonio Histórico y Turismo, José Gregorio Martín Plata.
Para ello, habrá que esperar al informe técnico encargado para este fin.
Sus declaraciones fueron directamente dirigidas a CC y PP, que gobernaban en las corporaciones insular y local y por lo tanto, “los responsables de que el nuevo parque no se haya ejecutado” y quienes insisten en acusar a los actuales regidores de no avanzar en el proyecto.
Entre ellos, el portavoz del PP en el Cabildo, Manuel Fernández, quien sostuvo que “el ridículo acuerdo llevado a Pleno deja claro que este nuevo gobierno de la Isla nunca ha tenido como centro de sus decisiones al Puerto”. Asimismo, consideró “increíble” que tras casi 20 meses de gobierno de los socialistas junto a Cs ahora apuesten por redefinir el proyecto y comenzar prácticamente de cero, y todo ello pensando que los portuenses son tontos y vendiéndoselo como un falso logro”.
Unas afirmaciones con las que coincidió el presidente del PP en la ciudad turística, Ángel Montañés.
Los nacionalistas no se quedaron atrás con las críticas. Su portavoz municipal, Sandra Rodríguez, Sandra Rodríguez, consideró que el futuro auditorio “es el mismo caso que el del Centro Insular de Deportes Acuáticos (Cidac), que tanto el presidente del Cabildo como el alcalde entienden que no merecemos estas infraestructuras”.
Según Rodríguez, Marco González “es perfectamente conocedor, desde el mandato anterior, cómo el costo de la obra se veía incrementado como consecuencia de las exigencias del área insular de Patrimonio para salvaguardar el patrimonio que rodea al futuro recinto, y cómo la definición del proyecto se basa en estudios realizados por expertos en gestión de infraestructuras similares en toda España y que las exigencias adicionales, como la necesidad de contar con un arqueólogo durante la ejecución de las obras, ya existían”.
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