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Pilar Carballo deja la oficina por el campo

Después de 20 años trabajando para la Administración pública, ahora se dedica a la agricultura y ganadería ecológicas en Arafo
Pilar Carballo no puede disimular su felicidad en su nueva ocupación,  en plena naturaleza rodeada de sus ovejas y cuidando sus cosechas / SERGIO MÉNDEZ

Ni tiene antecedentes ganaderos ni es el clásico caso de alguien que tiene que atender el campo por una herencia o por necesidades económicas. Ha pasado 20 de sus 47 años trabajando para la Administración del Estado, los últimos como secretaria en el 112. Estudió capataz agrícola y, aunque tarde, ahora disfruta de aquellos conocimientos que ha ampliado con un pequeño rebaño de ovejas pedibuey. Este verano se convertirá, si los partos salen bien, en la primera ganadera que venderá carne ecológica en Tenerife.

Se llama Pilar Carballo -no tiene vínculos familiares con el veterano pastor Nicomedes, de Chivisaya- y vive entre Candelaria -su domicilio- y los altos de Arafo, donde tiene la finca ecológica La Jara a unos 750 metros de altitud, dentro del paisaje protegido de las Siete Lomas.
Allí tiene varios canteros sembrados de papas, acelgas, puerros, cebollas, lechugas… todo sin más tratamiento que el agua y el estiércol natural de las ovejas, al igual que frutales como naranjos, manzanos, nísperos… y está probando con arándanos y quiere hacerlo con kiwi, que puede darse en esta zona”, comenta orgullosa de una finca de ocho mil metros cuadrados rodeadas de pinos y con la sombra del pico del Valle o Cho Marcial sobre su cabeza y abajo el inmenso Valle de Güímar.

También tiene plantado vid, cuyos frutos suele venderlo a bodegas Ferrera para sus vinos ecológicos. Esto como agricultora, pero Pilar Carballo también es ganadera. Dispone de 250 gallinas, lo que el censo le permite, que va reponiendo con pollancas cada dos años aproximadamente y vende unos 6.000 huevos camperos al mes.

Tanto los productos de su huerta como los huevos, Pilar los vende en cestas preparadas al gusto del cliente y según demanda de temporada a través de contacto por Instagram o por whatsapp y “me va muy bien, no puedo quejarme, porque tengo muchos clientes, casi todos de Santa Cruz que distinguen y aprecian una lechuga ecológica o un huevo campero, aunque le cuesta más caro, Además, yo hago también una labor divulgadora, porque les explico que una lechuga puede valer 1,50 euros porque está 20 días más en el suelo que la otra que igual te cuesta lo mismo en Mercadona, y que no sabes tú lo que le han echado”.

Pilar Carballo no puede esconder su felicidad por haberse convertido en “ganadera y agricultora ecológica”, de tal guisa que está en trámites de poder construir una casa en su finca, pendiente de recibir los permisos de Medio Ambiente del Cabildo, ahora que quiere ampliarla hasta superar la hectárea para “poder disponer de más ovejas”, porque hoy solo puede tener 10 madres reproductoras, al no disponer de los 10.000 metros necesarios que marca el sello ecológico. “Hasta ahora solo he podido vender carne de ovino no ecológica porque estábamos tramitando la certificación, de la que ya disponemos. Una vez paran las ovejas, a las 15 semanas ya se pueden llevar el cordero recental al Matadero Insular”, comentó, mientras anunciaba que “ya tengo pedidos de esa carne y todavía no han nacido los corderos”, dijo con una sonrisa.

“Vamos a producir cordero lechal ecológico de la raza autóctona de oveja canaria de pelo conocida como pedibuey, que está en peligro de extinción. Yo pertenezco al programa de recría de la raza y lo que hacemos es criar a las hembras para sacar la carne o vender a otras explotaciones, mientras que los machos van al matadero”, excepto el que se queda como semental. Una oveja pedibuey puede traer entre dos y tres crías en cada parto, incluso hasta cuatro.

Pilar es una de las 185 ganaderas de España que pertenecen a GER (Ganaderas Españolas en Red), “un gran colectivo de mujeres que me ayuda a llevar mejor el día a día, ya que intercambiamos conocimientos y experiencias y me mantiene informada sobre todo lo relacionado con el sector ganadero”.

Pilar Carballo valora la carne ecológica porque “es producto del pastoreo que realizo con las ovejas todos los días por mi finca y alguna que me ceden los vecinos, encantados porque son unas excelentes desbrozadoras para limpiar los terrenos”, recordando, con pena, que no se pueda pisar el monte público, como sí se permite en Península y en alguna otra isla. Lo hace Pilar ayudada solo de un palo de pastor y de un puñado de millo, porque por ahora no dispone de perro, “los que tengo en casa no sirven para esto, pero me gustaría conseguir un border colley, o uno autóctono como el pastor herreño o garafiano”.

También lamenta que “la carne de cordero no tenga tantos adeptos en Canarias, porque es buenísima y muy sana”, si bien está satisfecha de los clientes que tiene en el propio Valle de Güímar y en Santa Cruz.

Pilar Carballo vive en La Punta, en Candelaria, y todas las mañanas, nada más salir el sol, se traslada a La Haya, en los altos de Arafo, donde saca a las gallinas a pasear, atiende la siembra en la huerta y saca del corral a sus 10 ovejas para pastorear por la finca.

Ella no tiene dudas en admitir que el sector primario da para vivir. “Cuando uno se dedica a esto lo hace para sacar una rentabilidad económica, pero también tiene una ganancia personal muy importante, y en las dos facetas no me puedo quejar. Estoy encantada de haber dejado la oficina donde estuve 20 años por el campo, con el gusto medioambiental que da”, mientras reconocía que “casi todos los ganaderos que conozco siempre están todo el día quejándose de subvenciones y demás. Yo lo considero un trabajo digno y agradecido, porque me da pena que aquí al lado haya muchas huertas abandonadas que nadie cuida y que, además, tampoco están dispuestos a vender. Mantenerlas es también contribuir a la biodiversidad”, haciendo referencia al articulo 28 de la Ley que quiere tramitar el Gobierno canario, para prohibir el pastoreo en monte público.

“Es restrictiva, pero aún solo hay un borrador para la Ley de Biodiversidad”

Miguel Ángel Pérez, viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias, reconoce que el actual borrador de la Ley de Biodiversidad que se quiere tramitar este año en el Parlamento de Canarias “es muy restrictiva” para algunos sectores ligados al medio natural, como el pastoreo o la caza, puso como ejemplos.

Sin embargo, el viceconsejero dejó claro que no se puede hablar aún de Ley cuando está en proceso de elaboración con “nada menos que 700 intervinientes entre sociedades, federaciones, cooperativas, asociaciones y personas en general”. “Hay -señalo Pérez- que partir de un máximo y a partir de ahí tenemos que ir adaptando el articulado, como se refiere al pastoreo o la trashumancia en monte público, porque está claro que ahora mismo está prohibido tener animales sueltos en Canarias”, para reconocer poco después que hay excepciones como la isla de El Hierro o Fuerteventura.

El viceconsejero avanzó que muy presumiblemente este borrador llegará al Consejo de Gobierno en junio y posteriormente se tramitará en el Parlamento de Canarias. “Lo que está claro es que si queremos luchar contra el cambio climático y preservar nuestra biodiversidad en las Islas tenemos que tener cuanto antes una ley que proteja nuestro medio natural”.

Otro de los asuntos polémicos en este borrador es la calificación como “especie invasora” del conejo, lo que tiene en pie de guerra a los más de 3.500 cazadores censados que hay en Canarias, como reconoció Nicolás Antonio Porras, presidente de la Federación Cinegética de Tenerife.

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