Desde neveras, armarios y sillas hasta gomas de coches, ladrillos, azulejos, juguetes y restos de poda. Los vertidos incontrolados no distinguen de tamaño ni de núcleos de población. En el último año, en todos los barrios de Santa Úrsula ha aumentado notablemente el depósito desenfrenado de enseres en la vía pública y restos de poda en lugares y días no autorizados y sin previo, aviso causando un grave deterioro al medio y un descalabro en el servicio mancomunado de recogida de residuos.
Debido a ello, y a la falta de concienciación de la ciudadanía, el grupo de gobierno trabaja para elaborar una ordenanza específica sobre los vertidos incontrolados en la vía pública, tanto de enseres como de restos de poda que también contemple posibles sanciones”.
Un trabajo complejo porque requiere estudiar una serie de cuestiones que no son sencillas, como quien multa, de qué manera, las cuantías de las sanciones y la vigilancia sobre la población, expone el concejal de Parque Móvil, Limpieza viaria y Alumbrado Público, Bruno Hernández León.
La Mancomunidad del Nordeste, a la que pertenece Santa Úrsula, pone a disposición un número de teléfono gratuito, 900 11 11 24, para acordar la retirada controlada de muebles y enseres domésticos. Si bien no es una práctica muy extendida, cada año son más los usuarios del servicio.
Pese a que se han retirado varias toneladas de muebles, escombros y otros trastos de lugares en los que está prohibido dejarlos, y el Ayuntamiento ha contratado un servicio ‘extra’ con Urbaser con el fin de contrarrestar la mala imagen en las calles, de nada sirve si no va acompañado de la colaboración y el civismo de la ciudadanía.
“Duele hacer una campaña, un trabajo de concienciación con la ciudadanía, en la que se ha colocado una pegatina en cada contenedor verde con el número de teléfono al que llamar para que retiren los enseres y la final, la gente los sigue dejando en la calle y además, de una manera desordenada. Vemos que la gente no corresponde a esta iniciativa y por eso estamos pensando en elaborar esta ordenanza”, apunta.
En 2019 se retiraron en el municipio en 253.232 kilos de residuos voluminos o lo que es lo mismo, 254 toneladas, mientras que en 2020 fueron 253.788 kilos y de enero a marzo de 2021, 60.789 kilos o casi 61 toneladas.
No obstante, Bruno Hernández hace hincapié en que no es un problema únicamente de Santa Úrsula. “En el seno de la Federación Canaria de Municipios (FECAM) hemos tenido contactos con varios alcaldes y concejales de la Isla y todos coincidimos en lo mismo; que después de la pandemia ha aumentado de forma notable el incremento de enseres en las calles porque la gente está en paro o en ERTE y al estar en su casa, se dedica a ordenar y a sacar basura”, sostiene.
A ello se suma el incremento de población que ha sufrido el municipio, pasando de 14.445 habitantes en 2018 a 14.953 en 2020, es decir, 234 personas más en dos años.