
Han tenido que pasar casi ocho años de la recepción del Polígono Industrial Valle de Güímar por parte de los tres ayuntamientos de la comarca para que Arafo haya empezado a limpiar las zonas comunes de poco más de la mitad del recinto que está en suelo municipal.
En la etapa de José Juan Lemes de alcalde, Arafo no podó ni una palmera, no sustituyó señales de tráfico dañadas ni limpió la basura acumulada por el viento sobre las aceras, por ejemplo. Solo la iniciativa de alguna empresa privada pudo mantener decentemente la zona.
La excusa de Lemes es que el Ayuntamiento estaba inmerso en un plan de ajuste y que no disponía de fondos para dedicarlo a esa tarea, aparte de que aún no estaba constituida la Entidad Urbanística de Conservación por parte de los tres consistorios y los empresarios.
Desde julio de 2013, el Polígono Industrial pasó a ser propiedad de Arafo, Candelaria y Güímar, tras los 40 años de la Junta de Compensación que lo mantuvo y tras una rehabilitación que costó más de nueve millones de euros. Las corporaciones recibieron, cada una de ellas, una nave en propiedad, un millón de euros y el pozo de Chiguengue.
Güímar fue el único que desde esa fecha mantuvo un servicio de limpieza y mantenimiento en su zona, entre otras cosas por estar afectado su barrio de El Socorro. Candelaria también se hizo el remolón, como Arafo, pero finalmente comenzó a mantener su suelo.
Hace dos semanas, después de una larga espera y cuando algunas palmeras ya invadían la calzada y hasta impedían el tránsito de trabajadores y visitantes por las aceras, Arafo comenzó la tarea que se le demandaba, quedando de manifiesto que no hacía falta la EUC para ello, porque esta finalmente no se va a crear, a la espera de que se forme un consorcio entre los tres consistorios y el Cabildo, la nueva figura en que todos parecen estar de acuerdo para mantener un polígono que tiene más de 250 empresas y casi 3.000 trabajadores.
15 trabajadores
Arafo logró salir este año, dos antes de lo previsto, del plan de ajuste y ya podrá disponer de algún dinero para inversión. Pero el alcalde, Juan Ramón Martín, no quiere atribuirse el mérito, porque recuerda que las tareas de mantenimiento la están realizando 15 trabajadores del plan extraordinario de empleo financiado por el Cabildo de Tenerife, después de un curso acelerado de poda durante un mes de los seis por los que han sido contratados. Empezaron sus labores por el Polígono de El Carretón, el que está justamente por encima de la autopista y que también necesitaba un buen lavado de cara, en una zona donde se concentran, cerca del otro polígono, tres grandes superficies comerciales, un uso del que solo puede disponer Arafo, mientras que en terrenos de Candelaria y Güímar el uso solo es industrial.
Los otros 11 desempleados contratados son operarios de limpieza y desinfección realizan trabajados en las dependencias e instalaciones deportivas y culturales de carácter municipal.