El Ayuntamiento de La Laguna quiere proteger el barranco de La Fuente y de Milán, en Tejina, por su alto valor patrimonial y natural. Desde el grupo de Gobierno local se alude a la rica biota que existe en este lugar, las presas y charcas de barro construidas en el siglo XX para el almacenamiento de agua y los diversos bienes de carácter ambiental, paleontológico, arqueológico y etnográfico que se encuentran en este paraje para defender la necesidad de salvaguardar este espacio. Con este propósito, el equipo de Gobierno presentará en el Pleno de hoy una moción para pedir al Cabildo de Tenerife, como administración competente, que declare Bien de Interés Cultural (BIC) esta zona y sus hábitats húmedos.
El Ejecutivo municipal confía en conseguir el respaldo de la Institución insular para “otorgar a este entorno el grado máximo de protección, con la categoría de Paisaje Cultural. En estos momentos presenta problemas de conservación a pesar de ser un enclave con una gran riqueza que, bien preservado y estudiado, puede constituir un elemento pedagógico de incalculable valor y aportar información valiosísima sobre nuestros antepasados”, resaltó en la propuesta que se presenta hoy.
La moción hace hincapié en los aspectos identificativos más reseñables de este barranco, “que constituyen un resumen de la historia e idiosincrasia de una población”, como argumentos para pedir al Cabildo que lo declare BIC y que diseñe un plan para controlar y erradicar las especies exóticas invasoras que se localizan en esta zona, afectando en la actualidad al ámbito de la Reserva de la Biosfera y al Parque Rural de Anaga.
Aparte de instar a la Corporación tinerfeña a tomar medidas para proteger y conservar este núcleo, el grupo de Gobierno también establece el impulso para redactar los planes especiales que afectan este enclave; y la necesidad de dar un uso compatible a los terrenos de titularidad municipal situados en el propio barranco y ladera de la Atalaya con el Plan Rector de Uso y Gestión de Anaga y con su declaración como BIC.
Valor
En la exposición de motivos, la moción recoge los elementos que dan valor a este lugar, aludiendo a la biota, sus recursos naturales y bienes patrimoniales. En el ámbito de La Fuente y de Milán, predomina el cardonal-tabaibal, pero se está viendo perjudicado por la presencia de especies exóticas invasoras (como el rabo de gato y un cañaveral que, si bien afecta a la flora autóctona, es utilizado como refugio y área de nidificación de algunas aves).
Las charcas de barro, construidas a principios del siglo XX para el almacenamiento del agua de uso agrícola, se han naturalizado y en la actualidad también son conectores ecológicos, convirtiéndose en un humedal artificial que alberga numerosas especies de aves. Del mismo modo, destacan los charcos naturales, aprovechados como enriaderos, lavaderos y para la pesca de la anguila; las fuentes, como la que está bajo el andén del Hurón, que dio lugar a la constitución de la Comunidad de Aguas de la Fuente en 1850, perdurando hasta hoy; y las infraestructuras hidráulicas que alberga el barranco desde el siglo XVI.
A estos recursos hay que sumar las cuevas, la arena y la cal, así como los bienes patrimoniales de carácter arqueológico, paleontológico y etnográfico que existen en este paraje. Entre otros aspectos, se mencionan los restos fósiles, principalmente gasterópodos, de especies que a día de hoy están extintas, así como la treintena de cuevas aborígenes que han sido inventariadas.