
La guerra interna del grupo socialista en Arona amenaza con poner en riesgo recursos sociales públicos esenciales como guarderías, la residencia de mayores de Los Cristianos y los centros para mujeres víctimas de violencia de género, así como los de menores en situación de riesgo.
Así lo manifestaron ayer a este periódico fuentes municipales, que indicaron que concejales del grupo de Gobierno (PSOE) críticos con el alcalde, José Julián Mena, han advertido de que votarán en contra de la aprobación de las cuentas de la sociedad pública Adesa, encargada de la gestión de los recursos sociales, en la reunión de la Junta General de este organismo autónomo prevista para el próximo día 30.
Adesa, que se encarga de la gestión de los servicios a través de convenios, aprobó recientemente in extremis las cuentas de la empresa en la reunión del Consejo de Administración (órgano en el que está representado el grupo de gobierno), previa a la de la Junta General, después de las explicaciones ofrecidas por el gerente y la secretaria de la empresa pública, que expusieron los resultados favorables de una auditoría y convencieron a los miembros del Consejo de Administración de la necesidad de sacar adelante las cuentas, aunque la tarea no resultó nada fácil.
Pero ahora queda, el próximo miércoles, la segunda parte del partido, es decir, la Junta General, órgano que cuenta no solo con representantes del grupo de gobierno sino también de la oposición.
Presión política
“Si esas cuentas no se aprueban, el Ayuntamiento no puede firmar convenios con ninguna institución con lo que no se podrían seguir prestando esos servicios y había que cerrar los centros, lo cual sería gravísimo porque dejaría a usuarios y decenas de trabajadores en la calle”, explicaron las fuentes municipales, que ven en la advertencia de “bloquear” las cuentas del sector díscolo un “elemento de presión política contra el alcalde” a raíz de la guerra desatada entre ambas fracciones desde hace un año. “El objetivo son las cuentas de Adesa para dañar a Mena”, remarcaron.
En círculos próximos a la Alcaldía se califica de “vergüenza” que ediles socialistas se planteen votar en contra de una medida que, aseguran, perjudicará a personas mayores, mujeres maltratadas, niños y menores en riesgo.