Esta ciudad del norte de Italia, a orillas del río Po y con los Alpes de fondo, se remonta al siglo III a.c . Adquirió gran importancia al convertirse en la cuna de la dinastía real de los Saboya. A finales del siglo XIX, Turín se consagró como una de las grandes capitales económicas e industriales del mundo, principalmente por la creación de importantes fábricas de automóviles, como la famosa FIAT.
Una ciudad con historia
Lo más llamativo de Turín es su historia, reflejada en sus magníficos palacios y sus pintorescas plazas. El centro de esta ruta histórica se encuentra en la Plaza Castello, rodeada por dos grandes monumentos: el Palacio Madamay elPalacio Real.
Una clara muestra de la ostentación de la dinastía de los Saboya es el Palacio Real. Esta joya del barroco impresiona por sus estancias suntuosamente decoradas y amuebladas, como la gran Sala de Baile, con sus deslumbrantes lámparas de araña.
Por su parte, el Palacio Madama ofrece una magnífica vista desde lo alto de su torre de la Mole Antonelliana, cuya aguja de 167 metros se ha convertido en el símbolo de la ciudad.
Museos de todo tipo
Los amantes del arte y los manuscritos no pueden perderse los dibujos de la Biblioteca Real, donde pueden encontrar el Autorretrato, de Leonardo da Vinci. Pero también se puede aprender todo sobre el Antiguo Egipto en el Museo de las Antigüedades Egipcias, a través de una colección de más de 5000 piezas.
Curiosamente, la ciudad cuenta con el mayor número de salas cinematográficas por habitante de Italia, por ello no es de extrañar que tenga un museo dedicado específicamente al séptimo arte, el Museo del Cine de Turín.
Pero si hay un museo verdaderamente espectacular y único en el mundo, ese es el del Automóvil, fiel reflejo de la importancia que la industria de la automoción tiene para los turineses. Tanto si se es fanático de los coches como si no, es una experiencia recomendable.
La ciudad de las cafeterías y las compras
Turín posee una de las zonas de cafeterías más bulliciosas y elegantes. Su punto neurálgico se encuentra en la Plaza San Carlo, rodeada por soportales que dan cobijo a tiendas y cafés. En ellos se puede degustar el típico bicerin, una deliciosa bebida a base de café, chocolate y nata, o tomar un vermut, bebida originaria de esta ciudad.
La última parada puede ser en la Plaza Vittorio Veneto, famosa porque en ella cada año se desarrolla un festival dedicado al chocolate, el Cioccolatò. Y es que Turín es la ciudad del chocolate y podemos encontrarlo en cualquier forma imaginable. ¡Todos deliciosos!
Vuelos sin escalas y con el mejor servicio
Gracias a la conexión que ofrece la aerolínea canaria Binter, se puede viajar a Turín, a partir de julio, en un vuelo directo, los martes y sábados desde Gran Canaria. No obstante, la compañía facilita el salto interinsular sin coste en los vuelos en conexión, por lo que hay facilidades para viajar desde cualquier isla.
Los pasajeros de esta nueva ruta disfrutarán de las ventajas diferenciales del producto Binter: el confort de sus nuevos aviones Embraer E195-E2 -el reactor de pasillo único más silencioso, limpio y eficiente de su clase, con una configuración que permite más espacio entre filas y la comodidad de no tener asiento de en medio-, a lo que se suma un servicio a bordo de alta gama, con amplias prestaciones para todos los pasajeros que incluye un catering de cortesía durante el trayecto.
Puedes consultar más información turística de Turín en el portal web www.turismotorino.org.
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