Demoler la piscina municipal tiene un costo de 2,5 millones de euros, una cantidad imposible de asumir para un Ayuntamiento como el de Los Silos, que este año tiene previsto aprobar un presupuesto de 5 millones, que debe cumplir un plan de ajuste desde 2012, con un remanente de tesorería negativo, sin superávit y que acumula una deuda de tres millones. “¿Qué hacemos, dejamos a la escuela infantil y a la residencia sin servicio?”, se pregunta la alcaldesa, Macarena Fuentes.
La mandataria confirma que el martes se presentaron todos los informes y alegaciones requeridas al Consistorio por la Dirección General de la Costa y el Mar en Madrid que defienden la importancia de mantener unas instalaciones de las que se beneficia desde hace más de 50 años toda la Isla Baja. A estos documentos se añadieron las mociones institucionales aprobadas por unanimidad en los Ayuntamientos de Los Silos, El Tanque y Buenavista y en el Cabildo de Tenerife, una carta de apoyo de las asociaciones de caravanistas y las más de 2.200 firmas recogidas hasta último momento en la plataforma change.org.
Los terrenos donde se ubica la piscina pertenecen a Costas y están abocadas a su demolición por encontrarse en dominio público marítimo-terrestre. La concesión se venció en 2018 y el anterior gobierno (PSOE) no solicitó la prórroga a tiempo. El actual (CC-PP) comenzó en junio de 2019 su lucha para salvar la piscina. En ese momento, Costas le comunicó que era necesario pedir una nueva concesión y se presentó toda la documentación correspondiente. Pero, contrariamente a lo que se esperaba, el pasado mes el departamento estatal comunicó su negativa a renovarla por 30 años más. La idea es demolerla y dejar la costa como antaño.
De forma paralela, el departamento regional le exigió al Ayuntamiento que acometiera unas obras -reparación del vaso estallado, calderas nuevas, y bombas de nueva tecnología- que costaron 365.376 euros y para las que la Corporación municipal tuvo un permiso “temporal” de la Demarcación de Costas en Tenerife, según la alcaldesa, mientras se tramitaba la nueva concesión.
La alcaldesa estipula que Costas emitirá su respuesta en septiembre y se muestra optimista. “Espero que sea positiva, caso contrario, iremos a los tribunales y donde haga falta. Lo que está claro es que voy a agotar hasta el último recurso para salvar la piscina”, advierte.
En el informe económico presentado ante Costas se especifica que al Ayuntamiento le resulta imposible asumir los 2,5 millones, mientras que en el jurídico, alega, basado en el informe de Costas Tenerife, que emitió una propuesta a Madrid pidiendo que le otorgue la concesión por 30 años más, “porque se ha creado un dique asociado a la piscina que costó más de un millón de euros y que desaparecería con el derribo”, explica la mandataria. En el aspecto turístico y social, el Consistorio argumenta el atractivo turístico y el beneficio social de la instalación. “Los Silos no puede crecer mucho para la zona del casco, por lo tanto, el motor económico que impulsaría la costa sería la piscina. Para un municipio de menos de 5.000 habitantes, todos los recursos son pocos y si nos sacan éste, nos están crucificando”, expone Fuentes.