Los representantes de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del IES Guaza, conocido como el instituto de los barracones, confían en que el acercamiento alcanzado entre la Consejería de Educación y la empresa Proyecon Galicia para retomar las obras del centro que sustituirá al IES Guaza se plasme “cuanto antes” y que los trabajos se relancen “de verdad” tras dos años prácticamente parados después de que la constructora solicitara una modificación del proyecto y una revisión al alza del presupuesto.
El edificio debería haberse terminado en enero de 2020, y actualmente se ha ejecutado poco más del 50% de la obra por parte de la empresa adjudicataria, que ganó el concurso con una oferta económica un 31% inferior a la cantidad establecida en los pliegos (5.885.885 euros frente a los 8.567.375 euros, sin IGIC, que figuraban en las bases del concurso).
“Después de tantas promesas incumplidas y anuncios fallidos, esperemos que esta vez sea la definitiva y que se acabe de una vez el centro, para que nuestros hijos no sigan sufriendo entre barracones”, manifestó a este periódico Marieta Sierra, vicepresidenta del AMPA. “Pedimos es que se pongan en el lugar de los alumnos y los profesores y se den toda la prisa posible para acortar los plazos y acabar con esta pesadilla”, indicó.
Desde la Asociación de Madres y Padres de Alumnos se pide un “compromiso serio” para terminar el edificio. “Estamos expectantes”, asegura Sierra, que espera “alguna señal” de la Consejería de Educación. “No me parece lógico que no se nos haya dado ninguna información desde que tuvimos el último contacto en febrero por videoconferencia”, lamentó la vicepresidenta y portavoz del AMPA.
La diputada socialista Yolanda Medoza señaló el miércoles a este periódico que las negociaciones mantenidas en los últimos meses entre los técnicos de la Consejería y de la empresa habían “llegado a buen puerto”. La parlamentaria aronera señaló que ya hay “vía libre” para que a partir de septiembre se incremente el ritmo de los trabajos, después de que ambas partes acordaran la modificación parcial del proyecto.
El estado de las instalaciones del IES Guaza, construido hace 19 años a base de módulos prefabricados para aliviar la grave carencia de plazas escolares en el Sur, ha generado numerosas protestas y movilizaciones en los últimos años por parte de alumnos, padres, madres y profesores. El suelo se mueve al caminar, las paredes vibran, el agua de lluvia se filtra a las aulas y obliga a suspender las clases, las tuberías de los dos únicos baños se revientan con frecuencia, se han caído lámparas y cuando sopla el viento con fuerza las chapas de los techos han llegado a despegarse.
Todo apunta a que el próximo curso, que coincidirá con el vigésimo aniversario de la apertura del centro, será el último entre barracones. Pero no será un año fácil, ya que el número de estudiantes se incrementará hasta los 600 al incorporarse el primer curso de bachiller, lo que obliga a establecer turno de mañana para primero y segundo de Secundaria, y de tarde para tercero y cuarto, además del mencionado bachiller.
La consejera de Educación, Manuela Armas, admitió a finales de mayo en el Parlamento que el IES Guaza y la conclusión de la obra del nuevo instituto ocupaba “lo más alto” en su agenda de preocupaciones.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas