Llegó hace justo una semana, el pasado 11 de agosto, y aún sigue con nosotros, aunque le queda poco tiempo. Hablamos de ola de calor Lucifer, que ha hecho honor a su nombre y que estos días ha dejado temperaturas infernales, superiores a los 40 grados, en muchos puntos de la Península y del Archipiélago.
Hoy está previsto que empiece a remitir aquí en Canarias. Ya lo hizo el lunes en el resto del país. Una ola de calor que ayer, hasta las doce del mediodía hacía que las 10 temperaturas más altas de España se registraran en diferentes puntos de las Islas.
Por ejemplo, en Tazacorte, la Palma, se registraban 47 grados. También en la isla bonita, en Puerto Naos, se llegaba a los 44 grados. En Maspalomas, Gran Canaria, se alcanzaban los 42,8 grados. Y la estación del aeropuerto del Sur de Tenerife 41,8 grados.
Temperaturas muy elevadas a las que no estamos acostumbrados y que han llevado a Protección Civil y la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, a mantener durante estos días la alerta por altas temperaturas y riesgo de incendios forestales en el Archipiélago. Y es que las altas temperaturas, junto a la presencia de fuertes vientos, han hecho que las Islas sean más propensas a la aparición de incendios forestales. Fuegos como el declarado en El Paso, en La Palma. Isla que, además, desde primera hora de ayer registraba fuertes rachas de viento, sobre todo en la costa oeste.
Rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora, que han tenido lugar por el desplome de aire cálido desde la cumbre a la costa, y que han provocado daños en cultivos de aguacates y plataneras.
Una ola de calor, la de estos días, ante la que las autoridades han recomendado, entre otras cosas, limitar la exposición al sol y a la actividad física prolongada, sobre todo, en horas centrales. Beber mucho líquido, usar ropa de color claro y protegerse la cabeza para evitar los golpes de calor.
Y esto es lo que precisamente hacían ayer, en la capital, en Santa Cruz, los pocos viandantes que se podían ver por las calles.
Personas tomando bebidas frías en algunas terrazas y gente sentada en bancos en la sombra. Mucha agua, abanicos y heladerías llenas de gente tomando helados y sorbetes para mitigar el calor.
La Playa de Las Teresitas albergaba a mucha gente, que está de vacaciones y gente que salía de trabajar, y veía en el agua el mejor de los refugios para sobrellevar el calor y el sofoco provocado por las altas temperaturas.
Fuentes del Parque Marítimo César Manrique confirmaban a DIARIO DE AVISOS que a mediodía, las piscinas completaron su aforo. Lleno total después de que muchas familias decidieran pasar la jornada con los más pequeños en estos complejos.
A primera hora de la tarde se veía a dos niños de corta edad, quizás turistas, dándose un chapuzón en la Plaza de España, ante la atenta mirada de sus padres que inmortalizaban el momento.
Está claro que ayer muchos no salieron de casa y que unos lo pasaron mejor que otros. Es el caso de la plataforma antidesahucios que sigue acampada en la Plaza de la Candelaria, en Santa Cruz.
Uno de los afectados, Jonathan, contaba a DIARIO DE AVISOS que estos días de calor lo han “pasado fatal.
Comprando hielo y agua cada dos por tres”. Aseguraba este joven que por las noches, hasta las cuatro o las cinco de la mañana no se han podido meter en las casetas a dormir, y que a las siete ya están en pie por el calor y los ruidos. Algo que soportan, dice, porque están “en la lucha”.
Buenas noticias
El tiempo cambia. Se va el calor. Hasta 15 grados menos respecto a las temperaturas registradas durante estos días tendrán algunos puntos de la Península, pero en Canarias, además, espera viento. Según la Agencia Estatal de Meteorología, para la segunda mitad de la semana, las temperaturas serán más suaves y más bajas a las habituales para estas fechas en Canarias, aunque soplarán los alisios intensos que amainarán a partir del viernes.
Solo hoy, Gran Canaria seguirá en alerta naranja por máximas de más de 39 grados que remitirán por la tarde.
El fin de semana podrían subir los termómetros, pero la AEMET prevé que agosto termine con temperaturas normales por la presencia de masas de aire frescas e inestabilidad en el Atlántico.